Posted by : Vaig a Peu lunes, 13 de febrero de 2017

La piedra en seco es una técnica de construcción caracterizada por el uso exclusivo o casi exclusivo de piedra en las construcciones y la ausencia de cementos, barros o argamasas. No es una técnica exclusiva de Mallorca, la podemos encontrar en otros puntos del Mediterráneo, especialmente en el País Valencià, Córcega, algunas zonas de Italia y del sur-este de Francia, así como en otras zonas fuera de este ámbito. En Mallorca está muy desarrollada y encontramos ejemplos muy destacados como la zona de Banyalbufar o el Barranc de Biniaraix. El Consell de Mallorca hace unos años que lleva a cabo un proyecto de catalogación, protección y restauración del patrimonio de esta arquitectura. Ha potenciado el oficio de “marger”, el profesional artesano que tiene capacidad de hacer estas construcciones y ha puesto en marcha muchos proyectos de restauración. Una parte importante de este proyecto es la puesta en marcha de la ruta de la piedra en seco. Un camino que sigue de SO a NE la Serra de Tramuntana, mirando de enlazar antiguos caminos, muchos de ellos hechos de piedra en seco. Los caminos son señalizados, limpiados y en algunos tramos restaurados y se están poniendo en marcha una serie de refugios para poder realizar esta ruta de forma más cómoda. Este camino está catalogado como el GR-221. La señalización es muy respetuosa con el medio ambiente, en ningún caso se mancha de pintura, piedras, árboles o elementos naturales. Aunque ésta es probablemente la política a seguir en todas las montañas, eso también hace que la señalización sea escasa comparada con otros GRs y en general hemos de ir atentos para no perder el camino. El origen de los caminos es muy variado, la mayoría eran vías de comunicación entre pueblos, y casas de campo (possessions) o entre possesions y campos de cultivo. También para llegar hasta fuentes, torres de vigilancia o ermitas. Algunos caminos tenían usos especiales como los caminos de la industria del carbón, probablemente los más numerosos en la Serra de Tramuntana y la mayoría perdidos. Comunicaban las carboneras (sitges) y pozos de cal donde se desarrollaba esta industria. Un ejemplo importante de camino de piedra seca es el Barranc de Biniaraix. El origen del camino es materia de discusión pero probablemente ya se utilizaba como vía de comunicación por los asentamientos pre-romanos de Almallutx y Cúber con el Barranc y Sóller. El empedrado del camino probablemente empezó durante la dominación sarraína.
CÓMOLLEGAR: Desde Santa Ponsa. Por la Ma-1 para enlazar con la Ma-20. Salida dirección Esporles/Banayalbufar par la Ma-1120. En Esporles por la Ma-1100 y la Ma-10 hasta llegar a Banyalbufar. Aparcar en la carretera o en el Parking.
COMPONENTES: VICENTE Y SUSI.
ITINERARIO: BANYALBUFAR / ES RAFAL / SA TALAIA / CRUCE / MIRADOR / DESVÍO IZQUIERDA / S’ABORCAR / DESVÍO DERECHA / ENLACE GR-221 / FONT DE LA VILA / DESVÍO CANALETA / BANYALBUFAR.

LA RUTA: Para hoy hemos elegido una agradable ruta por antiguos caminos rurales, uno de ellos era recorrido por los cosechadores de aceitunas para llegar a las fincas, otro fue el recorrido del correo y el último nos pasea por las acequias que regaban las huertas particulares. Debido a los constantes cruces y variantes, recomendamos el uso del GPS.

Iniciamos desde el aparcamiento buscando el GR-221 que sube por una empinada y estrecha calle entre grandes casas, hay unas paletas informativas. El día está gris con posibilidades de que caiga alguna gota, pero no hace aire. Banyalbufar es un remanso de paz a estas horas.


El camino, primero asfaltado y ahora de cemento, serpentea con fuerte inclinación entre las casas solariegas de la ladera, todas tienen una pequeña huerta o jardín donde vemos florido algún almendro. Tenemos las primeras vistas de sa Talaia (308 m.)  cubierta de un apretado manto de pinar.


Superamos las casas y aparecen las terrazas abancaladas con altas paredes de piedra seca, donde níveos almendros destacan por su colorido, apenas tienen arboleda y están dedicadas a hortalizas para el consumo particular. Amplias miradas a un mar gris en un rellano donde el camino pasa a ser de tierra.









Caen las primeras gotas, cubrimos las mochilas y nos ponemos la capucha. Entramos en el denso bosque de pinar y encinas. El camino sin dejar de subir entre rampas y curvas, se encajona en un precioso pasillo con artesanales paredes de piedra seca hasta alcanzar la puerta de entrada de la finca Es Rafal.


Pasamos por delante del grupo de casas que están terminando de rehabilitar, luego el camino hace una gran curva a la izquierda y de lejos podemos observar todo el caserío al completo entre amplias terrazas abancaladas de olivos. Entramos de nuevo en el pinar junto a unas colmenas de abejas “trabajando”.

Contemplando el hermoso paisaje nos hemos saltado el desvío hacia sa Talaia, es un corto camino de ida y vuelta a un mirador con extensas vistas al mar, a la Torreta de ses Ánimes y la Punta des Verger. Posteriormente llegamos a un cruce importante donde dejamos el GR-221 y giramos a la derecha.


Una nueva área de colmenas con el curioso cartel de “Atención abejas trabajando” antes de llegar a la puerta de salida de la finca Es Rafal, metálica y que dejamos con el cerrojo pasado. Dentro del bosque el camino llano hace unas curvas para arribar a un desvío a la izquierda que nos lleva al Mirador del Rafal.

Diminuto balcón artificial encaramado a unos peñascos entre los grandes pinos del bosque. El ramaje dificulta las miradas al mar. Abajo, pese al día gris, vemos los acantilados donde rompen las olas y en el otro lado, una gran alquería de tres plantas entre extensos terrenos abancalados de cultivos.  


Proseguimos bordeando el bosque, vemos dos grandes árboles caídos al quedarse sin tierra donde sujetarse las raíces. Por la bruma, algunas miradas a las sierras parecen en 3D. Mientras el camino llanea entre vallas de fincas para llegar a un desvío balizado a la izquierda, en dirección Esporles.


Tras una valla opaca de fibras anti miradas en la que se esconde alguna mansión, alcanzamos las casas de S’aborçar un antiguo rafal muy ligado a la historia de Planícia. Está situado a los pies del Puig de la Mola  (941 m.) cubierto de pinar hasta en su rocoso cresterío.


Se trata de una bonita construcción actualmente cerrada que mantiene en el recinto de las fachadas un antiguo carro y aperos de labranza. Ahora el camino avanza en suave bajada hasta salir a un gran portillo con barrera de hierro, que está abierta, y un cruce de caminos que seguimos por la derecha.










Comenzamos a patear el Antic Camí de Planícia cuyo tramo ha sido recuperado y acondicionado, y en algunos trechos todavía podemos observar su antiguo empedrado. Es un precioso trayecto donde se acumula la humedad, y que remonta erguido la ladera montañosa de un bosque de pinos y matorral.


Un tiempo después enlazamos otra vez con el GR-221 y el Camí des Correu. Giramos a la izquierda pasando por las ruinas de la antigua yesería de Son Sanutges. El camino ahora es asfaltado y nos baja con soltura entre fincas y bancales de piedra seca donde algunos almendros en flor pintan el paisaje.


En un kilómetro aproximadamente tenemos otro desvío a la izquierda, donde una escalerita de piedra con barandas de madera nos llevan hasta la Font de la Vila, un bonito rincón de exuberante vegetación en el que no han tenido la delicadeza de dejar un caño de agua, en una caseta ha sido entubada y dirigida a Banyalbufar.


Pese a no ver el agua oímos su música, por lo que decidimos sentarnos a tomar un bocado. Retomamos la marcha bajando durante unos cuatrocientos metros, donde volvemos a dejar el GR-221, esta vez definitivamente. Nos cuesta un poco encontrar la subida por la izquierda hasta encaramarnos sobre una canaleta.


Este es el llamado Camí de sa Síquia de Baix, estrecho sendero que discurre por encima de la canaleta cuando está cubierta, o por su lado cuando está abierta. Es un precioso e inesperado recorrido que pasa por algunos pequeños embalses de agua que algunas veces fueron utilizados como lavaderos.


Pasamos cerca y por delante de casitas, chalets, huertos y cuidados jardines, es un paso acondicionado y consentido de gran belleza. Luego se ensancha el sendero y está empedrado con barandas de troncos, convirtiéndose en una espectacular balconada por encima del pueblo.


Finalmente desemboca en una calle de la parte alta del pueblo, que con una precipitada bajada escalonada entre casas con macetas en sus puertas nos deja en una pequeña replaceta con arbolado y una escultura de bronce, a unos pasos del aparcamiento. Sencilla y grandiosa caminata.


RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 9,8 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 03:10 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 378 M.
ALTURA MÍNIMA: 112 M.
DESNIVEL POSITIVO: 354 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 354 M.
DIFICULTAD: MODERADA.

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