Posted by : Vaig a Peu miércoles, 17 de junio de 2015

La Sierra de Escalona y Dehesa de Campoamor abarca un total de 4.697,6 hectáreas de los términos municipales de Orihuela, San Miguel de Salinas y Pilar de la Horadada. Se trata de un conjunto formado por montes, pinares, matorrales y cultivos que le convierten en un espacio natural muy importante de la Comunidad, que merece el máximo grado de protección y por eso se convertirá en el parque natural número 23 de la Comunidad Valenciana. En el parque se encuentran tanto cultivos de secano como de regadío - olivos y algarrobos, huertas y frutales- con una extensa zona forestal cubierta de pino carrasco. En el sotobosque del pinar se encuentran las plantas típicas de estos ambientes: lentiscos (o mata charneca) , palmitos, jaras, y aromáticas como el romero y el tomillo. La calidad de este ecosistema y la cercanía a otros espacios naturales (las salinas de San Pedro del Pinatar, Parque Natural lagunas de la Mata y Torrevieja, y la costa marina) hace que esta zona mantenga importantes densidades de presas, como conejos y mamíferos carnívoros como el gato montés, con una de las mejores poblaciones del sureste, gineta, tejón, etc. El espacio natural de Sierra Escalona y Dehesa de Campoamor incluyen en su área de interés ecológico una superficie sensiblemente mayor de la que comprende el actual límite del LIC. Esta circunstancia resulta evidente, por ejemplo, al estudiar su vegetación y su flora. Entre las especies de flora más relevantes y, en algunos casos endémicas, cabe destacar: Thymus moroderi y Thymus hyemalis (Incluida en el Catálogo de Plantas Protegidas del País Valenciano), Bupleurum gibraltaricum, Helianthemum almerienses y Teucrium carolipaui. Además, existen dos especies incluidas en el Anexo II de la Directiva Hábitats 92/43: Especies Vegetales de Interés Comunitario para cuya conservación es necesario la designación de zonas especiales de conservación. Sierra Escalona y la Dehesa de Campoamor forman la mayor y más importante masa forestal del sur de la provincia de Alicante. Una sencilla división de sus formaciones vegetales permitiría hablar de formaciones silvestres y antrópicas. Entre las primeras destacan los pinares de Pino carrasco (Pinus halepensis), como especie arbórea predominante, acompañada de especies arbustivas de matorral noble como la coscoja (Quercus coccifera), el lentisco (Pistacea lentiscos) o el palmito (Chamaerops humilis). Junto al pinar aparecen otras formaciones de interés que, en algunos casos, podemos encontrar en muy buen estado de conservación como son los prados anuales y los tomillares, además de las comunidades de ribera propias de barrancos, ríos y ramblas.
CÓMO LLEGAR: Por la AP-7 dirección TORREVIEJA/CARTAGENA, Salida en la nº 770 Pilar de la Horadada, continuar hacia los aparcamientos en la Playa Mil Palmeras, cerca de la calle Ausias March.
ITINERARIO: PLAYA MIL PALMERAS / CAMPOAMOR / PLAYA AGUAMARINA / PUNTA GLEA / CABO ROIG / REGRESO.
COMPONENTES: VICENTE Y SUSI.

LA RUTA: Hoy ruta playera con equipación ambigua: zapatillas y sandalias, sin bastones y una sola mochila pequeña con cremas, liquido elemento, toalla y alguna camiseta de recambio. Nos hemos ido al extremo sur de la provincia de Alicante, a Pilar de la Horadada, a la hermosa playa de las Mil Palmeras.

Al ser un día entre semana las playas están solitarias a estas horas. Iniciamos bajando del parking a la playa por una de las pasarelas de madera aledañas al chiringuito, que comienza a desperezarse junto a la desembocadura del río Seco, que hace honor a su nombre y solo aporta algo de humedad y vegetación interior.

El mar está en calma chicha, y distinguimos el litoral hasta la bahía que forma el Cabo Roig. El día luce espléndido. Lo bonito de buscar sitios distintos, es que te permite encontrar, ver y comparar  con todo lo conocido, y nuestra provincia en ese aspecto es inagotable. Lástima que haya tanta gente que no sabe lo que tenemos en casa.

Llegamos a una especie de talud que se adentra al mar estrechando la playa a unos pocos metros del agua. Es una especie de duna fósil o composición rocosa, con unos diez o quince metros de altura y de una curiosa tonalidad, entre el color calabaza y un ocre muy fuerte.

En esta curiosa formación, con una longitud de algo más de cien metros de frontal vertical pero irregular, tiene diversas pequeñas cuevas y oquedades que la gente aprovecha para resguardarse un poco del sol o dejar sus pertenencias mientras se baña. Debido a los desprendimientos hay algunas piedras en el agua que le dan aspecto descuidado.


Superada esta extraordinaria mole rocosa, la arena retoma su anchura normal y entramos en la playa Barranco Rubio, muy cerca de la pequeña Cala de Campoamor,  después al final de la misma, por unas escaleras, subimos hasta el diminuto puerto deportivo y el Club Naútico de Campoamor.

Bajamos de nuevo a la playa que ahora se llama de la Glea, y el paisaje cambia. Desde el mismo  puerto deportivo, comienza una pasarela elevada sobre pilares de cemento para salvar otra formación rocosa más pequeña que la anterior, pero mucho más alta e irregular, y de apagados colores rojizos.


Siguiendo la orilla del mar, pasamos por la cuidada playa Aguamarina, para empezar a patear por la Caleta de la Glea, donde termina la arena. Decidimos prolongarnos adelante entre las rocas que el agua moja, por encima de ellas, o por rastros sesgados de sendero que nos llevan a la punta.


Rodeamos la Punta de Glea y subimos por el otro lado. En la misma punta hay un mirador y un sendero, ambos balizados con estacas de madera unidas por una gruesa soga en comba. El sendero sube a las urbanizaciones, pero a medio camino hay una variante que continúa a media altura sobre la costa.


Este sendero delimitado, protege la parte de playa fósil y diminutas calas del Paisaje Agua Marina, donde existen especies de interés botánico muy raras en la Comunidad Valenciana. Marchamos sobre una loma con algo de vegetación y por unas escaleras conectamos con el paseo marítimo de una urbanización.


Cerca de un espigón artificial que se adentra en el mar, el paseo marítimo se prolonga por otro algo más modesto, con barandas de madera,  que en suave descenso da servicio a todos los edificios colindantes en la recogida playa de Cabo Roig, luego vuelve a subir un poco para llegar al puerto deportivo.


Tras el puerto deportivo seguimos rodeando el Cabo Roig, pasando junto al cuartel de la guardia civil, donde cerca de las instalaciones se encuentra la antigua Torre defensiva que dio nombre al cabo, y daba la alarma en los ataques de piratas berberiscos. En la otra parte comienzan nuevas calas y playas hasta Torrevieja.

En este punto dejamos de avanzar e iniciamos el regreso. En las urbanizaciones, seguimos el paseo marítimo sin bajar a la Punta de Glea, desde esta posición vemos todo el litoral que en la ida hemos recorrido, y a media playa de Glea, por unas empinadas escaleras descendemos a la arena de nuevo.

Para nuestra sorpresa casi arribando a la playa de las Mil Palmeras, la Patrulla Águila de vuelo acrobático del Ejército del Aire Español con sede en San Javier, nos recibe con piruetas y formaciones de sus reactores. Ante tan bello espectáculo, nos damos un chapuzón y tomamos unas cañas en el chiringuito.

RECORRIDO: LINEAL, IDA Y VUELTA.
AGUA EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 13,2 KM.
TIEMPO: 03:30 HORAS
DIFICULTAD: BAJA.

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