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- BAJO EL EMBRUJO OTOÑAL DE LAS HAYAS TRASMOCHAS
Posted by : Vaig a Peu
lunes, 27 de octubre de 2014
La variedad de
colores de los árboles en otoño guarda relación con la fotosíntesis, es decir, el proceso por
el que la clorofila de las hojas transforma agua y dióxido de carbono en
alimento. En verano, las plantas verdes fabrican grandes dosis de clorofila.
Pero cuando llega el invierno y los días se vuelven más cortos la
producción de esta sustancia verde se reduce. Y empezamos a ver otros pigmentos. Los carotinoides,
por ejemplo, necesarios para capturar la luz del sol, dan a las hojas un color
amarillo, a veces dorado intenso. La antocianina, presente solo en árboles como el roble escarlata o en
algunos arces, genera tonos que van del rojo al púrpura. Los colores de
esta estación son más intensos cuando los días de otoño son soleados y las
noches son frías pero la temperatura no desciende por debajo de los cero
grados. Si no sucede así, las hojas mueren y se vuelven marrones.
La impresionante
forma las de hayas trasmochas es fruto de la actividad humana. Las hayas en estado
natural se yerguen rectas hacia el cielo, pero las trasmochas presentan el
tronco corto, grueso, nudoso y de él surgen enormes ramas, cada una de ellas
del porte a su vez de un árbol.
¿Por qué nuestros
antepasados modelaron los árboles de esta forma? Por razones económicas. Donde
ahora vemos un bosque idílico, hace cien o doscientos años la actividad era
frenética: ganaderos, carboneros, ferrones y leñadores compartían un mismo
espacio.
El haya trasmocha es
el resultado de conjugar estas actividades. Si los árboles se talaban a poca
altura, los brotes tiernos eran comidos por el ganado que pastaba por el
bosque, impidiendo el surgimiento de un nuevo ejemplar. Resultaba obligado
cortar el tronco a unos dos metros del suelo, de forma que los nuevos tallos
resultaran inalcanzables. A partir de esa altura, nacerían nuevas ramas que
irían ganando en grosor. Si la tala se interrumpía definitivamente, seguirían
creciendo hasta conformar los impresionantes ejemplares que ahora conocemos.
Estos bosques
rememoran un mundo desaparecido. Ya no hay leñadores que talen las hayas para
producir carbón o construir quillas para los barcos. Están condenadas a ir
sucumbiendo lentamente, salvo que se decida cortar árboles a la antigua usanza
con el único fin de preservar para el futuro paisajes de hayas trasmochas y
evitar así su desaparición.
La mayoría de
hayedos trasmochos están ubicados en el país vasco, por lo cual situamos
nuestro centro de actividades en las cercanías del Parque Natural de Gorbeia,
concretamente en la población de Murgia, en Álava, que pertenece al municipio de
Zuia, a 15 km de Vitoria y unos 30 km de Bilbao, y tiene acceso al Centro de interpretación
del parque. Fue fundada en 1338 por Alfonso XI, y los Reyes Católicos le dieron
el título de villa en el siglo XV. En sus inmediaciones está el Santuario de
Nuestra Señora de Oro, situado en elevado enclave con bellas vistas de toda la
comarca. De sus dos hoteles elegimos el Nagusi, con excelente relación calidad
precio y una atención personal muy familiar. Del otro hotel, La Casa del
Patrón, hemos usado su servicio de restauración, ganador de numerosos premios
en tapas y pintxos.
En nuestro largo viaje
de subida al País Vasco, la verdad es que no escatimamos en kilómetros; a la
hora de comer nos hemos detenido en Logroño, y como no, hemos tapeado por la
calle del Laurel, recordando etapas del Camino de Santiago y los fascinantes
hayedos en la comarca de Cameros que recorrimos hace dos años.
Una vez instalados, y cayendo la tarde, subimos al Santuario de nuestra Señora de Oro a contemplar bonitas panorámicas. Mañana comenzaremos nuestras rutas y visitas a los parques naturales. Traemos una extensa lista de posibilidades entre las provincias de Araba y Bizkaia, más de las que podemos abarcar en los próximos seis días, y que iremos seleccionando por importancia, belleza, cercanía y sobre todo, por la meteorología, que en este otoño está siendo muy calurosa y seca.
Una vez instalados, y cayendo la tarde, subimos al Santuario de nuestra Señora de Oro a contemplar bonitas panorámicas. Mañana comenzaremos nuestras rutas y visitas a los parques naturales. Traemos una extensa lista de posibilidades entre las provincias de Araba y Bizkaia, más de las que podemos abarcar en los próximos seis días, y que iremos seleccionando por importancia, belleza, cercanía y sobre todo, por la meteorología, que en este otoño está siendo muy calurosa y seca.