SIERRA DEL BUITRE, NEVAZO Y MORRA GALLINA

Posted by : Vaig a Peu sábado, 25 de mayo de 2013

El paraje conocido como las Fuentes del Marqués ha jugado un papel destacado en el desarrollo económico de Caravaca de la Cruz, en dos sentidos: por una parte la ciudad lo ha aprovechado para fines agrícolas y ganaderos, y por otra ha usado sus aguas para riego, talleres artesanales, pequeñas industrias y consumo humano y animal. Este hermoso paraje es conocido desde bien antiguo. Ya el geógrafo árabe A-Himyari (siglo XIII-XIV) en su descripción geográfica de la zona hace referencia a la existencia de dos fuentes de agua. Probablemente estos manantiales debían ser, según afirma E. Molina López, las Fuentes del Marqués y de Mayrena. Dada la escasez de documentos sobre el reparto de tierras entre los nuevos pobladores en los primeros tiempos de dominación cristiana, resulta difícil conocer quiénes fueron sus primeros propietarios, aunque lo normal es que por la calidad de estas tierras fuesen a personas principales de la villa. A finales del siglo XV, concretamente en 1494, según consta en los Libros de Visitas de la Orden de Santiago a Caravaca, algunos bancales de esta zona pasaron a ser propiedad de la Iglesia Parroquial de El Salvador dejando la suma de diez maravedíes. Otra parte de la tierra (la Dehesa de Mayrena) estaba destinada a pastos. Esta dehesa pertenecía al Concejo de la villa, el cual la arrendaba anualmente. Si bien es cierto que la propiedad de la tierra era particular; el uso del agua era comunal para todos los vecinos. De ahí la preocupación del Concejo, reflejada en sus Ordenanzas y Mandamientos, por mantener limpia el agua. Así, por ejemplo, vemos como en 1586 el gobierno de la ciudad ordena limpiar el cauce del río de hierbas “por ser agua de que se abastece la villa”. Así mismo cabe destacar que el agua se usaba también como fuerza motriz para batanes y molinos, uno de los cuales era propiedad de la Orden de Santiago, que lo tenía arrendado en 1517 al alcaide de la fortaleza, un tal Rodrigo de Moya. A mediados del siglo XVIII el dueño y señor de toda el área era D. Diego Uribe y Yarza, Marqués de San Mamés de Aras (de donde probablemente le venga el nombre al paraje). Todavía en 1856, según Marín Espinosa, se mantenía esta propiedad entre las muchas pertenencias del marquesado. Y así ha permanecido la finca prácticamente indivisa hasta que recientemente (en 1989) fuera adquirida por el Excmo. Ayuntamiento de Caravaca pasando a ser patrimonio de todos los caravaqueños.

CÓMO LLEGAR: Por la A-7 E-15 a Murcia, salida en la número 168 ALMERÍA/GRANADA por la C-415 continuar hasta la salida número 651B MULA/CARAVACA OESTE, continuar hasta el paraje las Fuentes del Marqués. Hay lugar habilitado para aparcamiento.

ITINERARIO: LAS FUENTES DEL MARQUÉS / LOMA DE LOS MONTADORES / PISTA DE LA BARQUILLA / SENDA PR-MU 17 / NEVAZO DE ARRIBA, CAMINO POR LA DERECHA / CIMA DEL BUITRE / CORTIJO DEL NEVAZO / CASETA FORESTAL DEL NEVAZO / COLLADO DE LA CRUZ / MORRA GALLINA / COLLADO DE LA CRUZ / CASA DE LA BARQUILLA / PR-MU 18 SENDA DEL BARRANCO DEL AGUA / INICIO LOMA DE LOS MONTADORES / LAS FUENTES DEL MARQUÉS.

COMPONENTES: VICENTE Y PATRO.

LA RUTA: Preciosa, larga y dura ruta que recomiendo hacer con GPS, puesto que combina sendas de PR, caminos, pistas y tramos de monte sin marcar. Alsamuz la tiene colgada y describe bien el recorrido, aunque sus tiempos son muy exigentes. A nosotros nos gusta tomar fotos y disfrutar del paisaje. Iniciamos desde el bonito paraje de las Fuentes del Marqués, envidio a las gentes de Caravaca por este hermoso y plácido paraje, con una arboleda espectacular y un remanso de agua clara entre trinos de pájaros.

Salimos del paraje por la ancha pista que nos lleva entre cuidadas casas de campo hasta que la abandonamos por la derecha, ver marcas y mojones, por una empinada senda que nos eleva al comienzo de la Loma de Los Montadores, punto en donde coincidirá la senda de regreso, cerrando el círculo.

El tránsito por la Loma de los Montadores es largo y salvamos un fuerte desnivel, superando loma a loma que parece nunca acabar. El esparto está en pleno esplendor y resulta entretenido seguir las piquetas metálicas que marcan el PR. Por la izquierda, vemos las paredes del Cerro de los siete Peñones separado por el Barranco del Agua, y por la derecha comienza a asomarse el Cerro Gordo.

Bajamos un poco hasta cruzarnos con la pista asfaltada que sube a la Barquilla. Hay una cadena que corta el paso a los vehículos por la izquierda y nosotros continuamos por la derecha en dirección a Caravaca, algo más de cien metros, donde junto a una gran piedra a la izquierda con marcas de PR, señala el inicio de la senda a las Fuentes del Nevazo, PR-MU 17 PR 1, según reza en la paleta informativa y que está en el suelo.

Esta deliciosa senda entre pinos y vegetación nos va ascendiendo cómodamente. Nos detenemos unos minutos a tomar unas barritas e hidratos de carbono y continuamos admirando las bonitas y escarpadas paredes del Peñón de Quiles y Peñarrubia.

Nos desviamos un poco a la derecha donde en un rincón encontramos una pequeña cueva que puede servir de cobijo en momentos de apuro. Vamos culminando y el paisaje se va abriendo más, aparecen antiguos bancales con plantaciones de nogales.

Alcanzamos la pista de subida al Nevazo, justo en el Área Recreativa del Nevazo de Arriba. Aquí sufrimos un error y nos fuimos por la pista hacia la izquierda. Cuando nos dimos cuenta consultamos nuestras notas y volvemos hacia atrás, continuando por la derecha.

Proseguimos rodeando la montaña. La pista se va deteriorando hasta convertirse en empinada senda que nos dirige a esta escondida cima pertrechada detrás de otras lomas. Comienzan a ser visibles parte de sus antenas y después de un fuerte repecho culminamos. Cumbre del Buitre (1.427 m.) No hay muchos artilugios metálicos y tenemos bonitas vistas, algo brumosas, a Caravaca y Moratalla, por donde también hay otra subida a esta sierra.

Después del ansiado almuerzo y un merecido descanso, iniciamos la bajada por la parte contraria a la de subida. Titubeante senda al principio, que se reafirma y serpentea cómodamente en rápido descenso que termina en el Cortijo del Nevazo donde alcanzamos la pista de tierra.

Ahora ascendemos de frente, por la ancha pista que durante unos tres kilómetros, haciendo varias lazadas y zigzags nos eleva a la parte alta de la sierra y termina junto al observatorio forestal. Cumbre del Nevazo (1.387 m.) Saludamos al guarda que nos indica que el descenso se inicia unos cincuenta metros antes.

En el agradable recorrido por el cortafuegos salvamos varias lomas hasta llegar al camino del Collado de la Cruz. Aquí continuamos de frente bajando un poco más, y en la curva dejamos el camino por una inclinada senda hasta llegar a una especie de collado en la loma y seguir por la izquierda unos trescientos metros más. Morra Gallina (1.346 m.) tercera cumbre de hoy, con bonitas vistas a la sierra del Gavilán.

Regresamos de nuevo al camino del Collado de la Cruz y continuamos descendiendo por la derecha, entre camino y pista asfaltada hasta alcanzar la Casa de la Barquilla, con pista de aterrizaje para helicópteros y depósito de agua para incendios forestales.

Poco después dejamos el asfalto por la derecha y continuamos por el sendero PR- MU 18 PR 2 que nos introduce en Barranco del Agua. En este largo y entretenido recorrido por el cauce, cruzamos varias veces el curso del agua o por cortas sendas a derecha o izquierda, salvamos declives y caídas para continuar siguiendo las marcas entre las desgastadas rocas.

Una vez sobrepasadas las altas paredes de los cerros de la derecha, el lecho del barranco se va ampliando y salimos del cauce por la izquierda en pos de las marcas de PR, para luego, subir por la izquierda hacia la Loma de los Montadores, aquí las marcas son menos visibles, pero basta trazar una línea oblicua hacia la loma, donde veremos las piquetas metálicas con marcas de PR de esta mañana, cerrando así el círculo.

Repetimos el trazado inicial y entramos al cobijo de las sombras del arbolado de las Fuentes del Marqués. Hay muchísima más gente que a primera hora, familias sentadas en mesas y niños revoloteando; grupos de jóvenes sentados en bancos y hasta un reportaje fotográfico de una boda, pero se respira calma.