Posted by : Vaig a Peu sábado, 13 de octubre de 2012

Según vestigios, 800 años antes de Cristo, llegaron a La Rioja diversos pueblos celtas: los berones que eran agricultores se instalaron en Tricio y Varea, los pelendones que eran pastores se asentaron en Los Cameros en verano y con los fríos del invierno se trasladaban a tierras del sur de la península. De la época del Imperio Romano, en el que La Rioja estaba incluida en la provincia denominada Tarraconense, queda en Los Cameros la calzada romana que unía Varea con Numancia. Con la llegada de los árabes, siglo VIII, muchos habitantes del valle riojano se refugian en la Sierra, comenzando así a destacar la ganadería. Pero fue en el año 1273, cuando por privilegio de Alfonso X se crea la Real Sociedad de Ganaderos de la Mesta, que hizo que hasta el siglo XIX miles de ovejas pastasen en Los Cameros. Lumbreras perteneció a la provincia de Burgos y a partir de 1775 a Soria hasta la creación de la provincia de Logroño en 1833. En el siglo XVIII, durante los reinados de Fernando VII y Carlos III, Lumbreras destacaba por su desarrollo ganadero, con más de 60.000 ovejas, (actualmente hay unas 800) y por la fabricación de paños que eran exportados a Francia e Inglaterra, por esto y por los numerosos negocios laneros que había se la conocía como La Corte de la Sierra, después con la caída de la trashumancia y la sustitución de la ganadería por la agricultura se inicia el declive económico y demográfico pasando de 1.100 habitantes en el año 1840 a la actualidad de hoy que viven unas 50 personas en invierno. Lumbreras conserva dos aldeas habitadas: San Andrés y El Horcajo. Una tercera, Pajares, quedó sumergida bajo las aguas del embalse al que le dio nombre en los años noventa del siglo pasado. Más antigua es la desaparición de otras aldeas como San Martín, La Rade, La Pinilla, El Hoyo y Pineda de localización incierta alguna de ellas.
COMO LLEGAR: Desde El Rasillo de Cameros por la LR-253 hasta Villoslada de Cameros, girar a la derecha y seguir por la N-111 durante 10 km., torcer a la izquierda por la LR-256 hasta Lumbreras. Se puede aparcar antes de subir al pueblo o arriba en la Plaza de la Iglesia.
ITINERARIO: LUMBRERAS / CAÑADA ANCHA / SAN ANDRÉS / EL PERRÓN / EL HORCAJO / LA PINILLA / EL HOYO / LUMBRERAS.
COMPONENTES: VICENTE, SUSI, ANTONIO Y MARIBEL.



LA RUTA: Hoy amanece despejado y con restos de humedad de ayer. Tras el confortable desayuno, cargamos el coche con las mochilas y ropa de recambio por si acaso. No tenemos pan y al llegar a Lumbreras no hay ni panadería, ni tienda. Volvemos a Villoslada. Está claro que es el pueblo más surtido dentro del Parque, los demás tienen que esperan al reparto diario.






Dejamos el coche junto a la iglesia. Con las prisas por el tiempo perdido, en vez de bajar por la derecha hacia la aldea de San Andrés, continuamos por la izquierda hacia la aldea de El Horcajo, que es un itinerario alternativo.





Salimos del pueblo por una pista asfaltada entre algunas instalaciones ganaderas. El paisaje no tiene nada que ver con el de ayer. A los lados de la pista nos acompañan los robles. Es zona de solana dominada por el rebollar y que hace un siglo eran pastizales para los rebaños.






Con el tiempo las ovejas han dejado paso al ganado vacuno. La pista nos eleva suavemente y mirando hacia atrás tenemos una bucólica postal del pueblo de Lumbreras.





El camino hace unas curvas y se acentúa el desnivel. Entramos en una zona de vegetación más exuberante y los ejemplares de roble aumentan de tamaño. No hay tanta humedad como en los hayedos que siempre buscan umbría y el curso de los arroyos.




En el Centro de Interpretación recomendaban este sendero para poder comparar dos paisajes tan distintos dentro del Parque. Culminada la loma tenemos a la vista el campanario de la iglesia y alguna casa.


El Horcajo presume de ser el núcleo de población riojano más elevado (1.300 metros). Cubierto por la nieve gran parte del invierno, rodeado de pastos, prados de siega, y bosquetes de álamo temblón, es un lugar idóneo para disfrutar de la tranquilidad, apenas son tres o cuatro casas y un conjunto arquitectónico bien conservado.



Aquí comprobamos nuestro error al iniciar la ruta. Hemos realizado el diámetro del círculo que traza el itinerario. Decidimos hacer la mitad del recorrido de la izquierda, en dirección a la Aldea de El Hoyo. En una de las casas ya se han preparado para el invierno amontonado dos grandes pilas de leña.







alimos por la derecha del pueblo siguiendo las indicaciones de un poste con paletas, por un terreno llano de antiguos pastos con un cobertizo junto a un hermoso ejemplar de álamo temblón.








Entramos en un pequeño bosque de rebollar joven que luego se abre. Nos sorprenden unos caballos alazanes pastando en plena libertad. Recelan y guardan la distancia, pero se dejan fotografiar.












El camino serpentea entre poblados bosquetes de roble y se encajona entre restos de muretes que antaño delimitaban las “piezas” o fincas de labor. Es un recorrido precioso y muy agradable de transitar.



En pocos minutos alcanzamos La Pinilla, un paraje que estuvo poblado hasta la mitad del siglo XVIII y en el que se observan restos de actividad humana. Es una atalaya que nos regala una buena panorámica del entorno de Lumbreras con la Mesa, Pico Verde y Peña Yerre como imponentes centinelas que custodian este bello rincón serrano.




Tras vadear un arroyo y alcanzar una loma tapizada de brezo, iniciamos un suave descenso hasta El Hoyo que quedó despoblado en la segunda mitad del siglo XIX. Conserva algunas casas y corrales rodeados de eras de trilla y piezas de labor en las que el abandono favorece la invasión de jóvenes rebrotes de roble.














Dos ramales nos llevan de regreso a Lumbreras: uno por Iruelas y el de Fuente Vadillo. Elegimos este último que por la izquierda desciende en robles, antiguos sembrados y muretes de piedra hasta la citada fuente.



Subimos hasta un pequeño collado desde el que se divisa Lumbreras y descendemos hasta el arroyo del Valle y se nos une el ramal que viene por Iruelas. Los linderos que escoltan la fuerte subida hasta Lumbreras son un muestrario excepcional de especies vegetales: arces, majuelos, rosales, endrinos, fresnos, avellanos, cornejos y boneteros son solo un ejemplo.



Llegamos a la iglesia y con el coche nos vamos hasta la aldea de San Andrés, que por nuestro error inicial hemos dejado fuera del recorrido.  Tiene una pequeña iglesia reconstruida, con un bonito pórtico. Han construido algunas casas nuevas, que sin llegar a ser adosados respetan el entorno.
Damos por terminada esta excursión. Como nos queda tarde por delante, vamos a visitar Nieva de Cameros, fuera del recinto del Parque, donde tenemos información de un pequeño hayedo.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA EN RUTA: SI. (Fuente Pellejera y Fuente Vadillos)
DISTANCIA: 11,750 M.
TIEMPO: 03:23 HORAS.
ALTURA MÍNIMA: 1.182 M. (Lumbreras)
ALTURA MÁXIMA: 1.300 M. (El Horcajo)
DESNIVEL POSITIVO: 197 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 204 M.
DIFICULTAD: FÁCIL.

Leave a Reply

Subscribe to Posts | Subscribe to Comments

Entradas Más Visitadas

Patrocinadores:

Retales Design. Con la tecnología de Blogger.

- Copyright © Vaig a Peu - Buscando Nuevos Senderos -Metrominimalist- Template by Johanes Djogan - Blog Designed by Díez Pérez - Gráfico&Web -