DE BETANDÚS A VEO

Betandús es un pequeño núcleo de casas prácticamente deshabitado y que da nombre al embalse, aunque hoy hay movimiento, parece que estén restaurando la ermita.

COMO LLEGAR: Por la Autovía Mudéjar A-23 salida en Segorbe, dirección Algimia de Almonacid, seguir hasta Aín, Veo y Betandús, antes del embalse.

COMPONENTES: JULIÁN, LOURDES, DIEGO, SUSI Y VICENTE.

LA RUTA: De Navajas hemos continuado hasta Onda población más grande y cercana entre el Parque Natural de la Sierra de Espadán y Castellón. El tiempo parece que mejora y decidimos visitar su ancestral castillo. Desde sus murallas tenemos una agradable visión: Peñagolosa nevado. Buscamos buen sitio para comer y al salir luce un sol espléndido, sin una nube. Son las 15:30 horas y tenemos ganas de marcha.

Llegamos a Betandús con la intención de hacer la ruta a los Órganos, pero con las prisas en cambiarnos y tener tiempo para hacerla, olvidamos las notas y datos que traíamos. La culpable ha sido severamente amonestada.

Iniciamos por la derecha de caserío por una pista de tierra entre bancales y paralela al cauce del río, nos eleva cerca de la ladera de la loma con pinos. La tarde ha mejorado mucho y el calor nos hace desprendernos de ropa.

Continuamos por la pista marcada con señales de GR y PR. Poco a poco va descendiendo y acercándonos al río. Desechamos algunos ramales a derecha e izquierda sin marcas hasta llegar a una pequeña planicie con viejos olivos y la visión al otro lado de cauce del pueblo de Aín.

Aquí se confirma nuestro error en el comienzo de la ruta, la culpable no acierta a dar explicaciones, pero haciendo gala de nuestra tolerancia, continuamos por un ramal que nos desciende al cauce del río, que lo cruza y llega hasta el pueblo.

También continua por la derecha en dirección a Betandús y muy cerca del río. Decidimos seguirlo puesto que, de arribar a Aín, el sendero da un rodeo hasta llegar a los órganos y quizás no nos dé tiempo a realizarla. Poco después llegamos a la Font Pistola, cuando el sendero sube y se une de nuevo a la pista.

Ya en el camino, deshacemos lo andado anteriormente hasta Betandús, donde preguntamos a la gente que está trabajando en la ermita y nos dicen que debe ser por la carretera.

Salimos a la misma y vemos alguna marca y lo que parece el inicio de una senda en empinado ascenso. Subimos con alguna dificultad debido a la vegetación, pero la senda se va cerrando y resulta muy difícil seguirla y desistimos.

Llegamos al coche, nos cambiamos y emprendemos el regreso. Por la carretera, a unos doscientos metros vemos que las marcas siguen y poco después dan acceso a una senda aparentemente más factible que la anterior. Es tarde, así que, continuamos hacia nuestro hotel en Castellón, pensando en una buena ducha y un animado paseo buscando restaurante para cenar.