FAIG PARE

FREDES / REFUGIO FONT FERRERA / MAS DEL SARGENTO / COVA TROVADA / COVA DELS CIRERS / FONT DEL RETAULE / PI GROS / FAIG PARE / MAS DE LES VALLCANERES / MAS DEL SARGENTO / REFUGIO FONT FERRERA.

COMPONENTES: VICENTE, JULIAN, LOURDES Y PATRO

ITINERARIO:

Ayer cenando en La Taberna nos presentaron a la madre de la dueña, la señora María, natural de Orihuela y que su padre, decía, era primo de Miguel Hernández. Lleva muchos años en Cataluña y ahora en Fredes, fue muy curioso hablar en catalán/valenciano con una persona nacida en la Vega Baja donde solo se habla castellano, la mujer tenía muchos recuerdos de su juventud. También conocimos a Miguel, un amigo de la familia que al oír que íbamos al Faig Pare nos quiere acompañar, dice que pertenece a un club de senderismo y un pastor de la zona le enseñó las veredas y lugares recónditos. Quedamos a las siete de la mañana en la plaza.

Poco antes de las siete y después de un gran desayuno vaciamos el apartamento, dejamos las cosas que  no son necesarias en el coche y en las mochilas provisiones y ropa para los dos días. Miguel también es puntual, viene con un perro pequeño de pelaje oscuro y enfundado un chaleco de lana que parece hecho a ganchillo.

Es completamente de noche, hay humedad pero no hace frio. Con el GPS encendido salimos del pueblo guiados por Miguel y siguiendo el GR 7.

La senda va en suave ascenso entre algunas carrascas, hay algo de bruma por lo que no distinguimos nada del profundo barranco que tenemos a la derecha. Miguel ha comenzado fuerte para mi gusto, no sé qué nivel tendrá pero me está haciendo sudar.

Poco a poco va clareando pero la bruma no se va del todo. Nos quitamos la primera capa y sigue sin hacer frío. Después de un buen tramo aparecen unos mojones a la derecha y Miguel dice que es un atajo para llegar Refugio, así que lo tomamos. Hago una marca en el GPS y comenzamos un pequeño descenso.

El entorno es espectacular, con mucha vegetación, la senda sube y baja pequeñas lomas con buenas vistas de los barrancos pese a bruma que poco a poco se va disipando.

Salimos a una pista próxima a un Mas y tiene alguna duda, pero encontramos la continuación cerca de una balsa para incendios que en sus bordes hay mucho excremento de grandes pájaros, posiblemente buitres.

Ahora vamos en ascenso y hay un repecho algo fuerte, noto que Miguel no respira como antes pero sigue andando ligero. Llegamos a la Font Ferrera, que está seca y a un desvío a la izquierda señalizado con un poste vertical y que será el inicio de nuestra ruta de mañana.

Estamos en un llano con muchos pinos y entre ellos distinguimos el Refugio de la Font Ferrera (1.200 m.). Está muy cuidado y  detrás tiene una parte libre done Julián y Lourdes dejan una mochila y los sacos para esta noche. Tomamos barritas e hidratos de carbono.

El GPS ya ha recuperado la ruta que teníamos grabada y proseguimos por una ancha pista, en un recodo vemos un todo terreno y gente almorzando, son recolectores de hongos, que con la sequía que hay tienen las cestas vacías.

Por la derecha abandonamos la pista para coger una senda que nos eleva por la loma entre pinos, matorral y acebos que aquí son más abundantes. Es agradable contemplarlos cargados de frutos, te recuerdan la navidad y por nuestras tierra ya no quedan.

Seguimos elevándonos, pasamos por otra fuente seca, casi todas tienen grandes troncos horadados para que los animales puedan beber. Salimos de nuevo a la pista por una verja que tiene una especie de contador hecho con troncos para dificultar el paso de animales. 

Continuando por la pista pronto llegamos al Mas del Sargento, edificación que estaba derruida y ahora han querido rehabilitar pero la obra ha sido paralizada, está situado cerca de un barranco con unas vista maravillosas. Aquí el GPS tiene sus dudas y no logro llegar a un acuerdo con él, seguimos un poco por la pista y hemos de volver de nuevo al Mas, rastreamos los alrededores hasta que metidos dentro de unos arbustos parece que el puntero tiene una dirección clara.

Unos metros después la senda es más clara y vemos un pequeño mojón. La vegetación ha crecido mucho y es posible que pese estar marcada en el mapa últimamente no haya sido muy transitada. Nos baja hacia el barranco, Miguel dice que le suena que en las cercanías hay una cueva, comprobamos el mapa y así es. Pegados a las paredes y con abundante vegetación, pequeñas hayas, zarzas que dan un colorido extraordinario, llegamos a un recodo rocoso donde una reja bloquea la entrada a la Cova Trovada, pensamos que está tapiada para evitar  espoliaciones de estalactitas y estalagmitas, pero también puede ser para que el ganado no las ensucie.

Salimos a un claro donde tenemos unas vistas preciosas, enfrente entre los pinos se distinguen los arces con sus colores amarillos o rojizos.

Descendemos de nuevo hacia el fondo del Barranco dels Cirers guiados por el GPS y algún que otro distanciado mojón. Aquí la vegetación es puro espectáculo, abundan las pequeñas hayas vestidas de otoño y la senda o los trazos de ella son un manto de hojas caídas, hay mucha humedad y musgo por doquier.

Para nuestra sorpresa, aunque estaba marcada en el mapa algo más separada, nos topamos con la Cova dels Cirers que con troncos han formado la fachada de una casa de madera con puerta y ventanas, hay utensilios de cocina y trastos. Dice Miguel que aquí se escondían los maquis en sus tiempos, huyendo de los picoletos.

Hay una luz especial en este  perdido rincón, las hayas y arbustos no son grandes ero si delgados y altos buscando la claridad. De no llevar la ruta marcada en el GPS no creo que pudiéramos haberlo encontrado.

Proseguimos por el cauce del barranco hasta que salimos a un claro y la vegetación se abre, poco más adelante nos elevamos para salir del cauce y conectamos de nuevo con la pista, que nos parece monótona y aburrida recordando del tramo que hemos atravesado.

El Faig Pare ya está más cerca, algún haya grande salpica el camino con su colorido y aparece gente transitando la pista. Poco después en una curva, por la derecha, en unos metros llegamos a la Font del Retaule, al menos esta tiene agua, está en una gran oquedad y hay gente descansando. Siguiendo este camino llegaríamos al Pí Gros, que dejamos para el regreso ya que Miguel está cansado y tiene más hambre que el perro de un ciego.

Hay más gente. Muchos de ellos han dejado el coche cerca del pantano y por la pista hacen el recorrido. Nos elevamos un poco más y en y en unos dos kilómetros llegamos a la Fageda. En este tramo las hayas predominan y hacemos fotos bonitas.

Y por fin, en una amplia entrada hacia la sierra: El Faig Pare. Al fondo a la derecha, estoico, desgraciadamente sin hojas, todas están en el suelo por las lluvias de la semana pasada, lo tenemos delante. Te sientes raro, desubicado, es grande, retorcido y el entramado de sus raíces todavía lo hace más. Cuando te acercas a él y trepas por sus raíces te das cuenta de su dimensión. Las fotos no le hacen justicia. Tienes que alejarte mucho para que quepa en el objetivo y solo cuando hay una persona como referencia te das cuenta de su enorme tamaño. Es grandioso.

Comemos en unas rocas cercanas, Miguel parece reponerse aunque no come mucho y el perro menos, no le gusta el pienso que le ha traído y solo mira como preparamos nuestros aperitivos, bocatas, té y postres.

 Emprendemos el regreso hasta la Font del Retaule haciendo fotos con nuevas perspectivas, Lourdes quiere que aceleremos más el paso puesto que Miguel, una vez que nosotros lleguemos al refugio él tiene que seguir hasta Fredes, yo lo veo tocado para que haga ese tramo. Entramos a la senda para visitar el Pí Gros.

A unos ciento cincuenta metros de la fuente se inicia senda a la izquierda elevándose por la ladera, está muy pisada, húmeda y resbala un poco. En los últimos metros se acentúa más el desnivel, creo que remataremos a Miguel pero él sigue yendo el primero. Espectacular también. Espigado, alto y enorme. A penas podemos abrazar su contorno entre los cinco.

Volvemos de nuevo a la pista y entre nosotros acordamos no regresar bajando por el Barranco dels Cirers para no fulminar a Miguel, aunque nos apetece un montón, me refiero a bajar. Decidimos seguir la pista donde los desniveles son más flojos pero constantes.

Pasamos por un gran tocón de un haya seca plagado de setas amarillas. En un recodo, antes de iniciar la última subida cruzamos por el Mas de Vallcaneres donde guardan ganado y hay varios caballos paciendo.

Dejamos atrás el Más del Sargento abandonando la pista y entrar en la senda. Miguel, fruto del cansancio, acaba de tropezar con una piedra, su queja me hace daño a mí, no lo veo en condiciones de llegar a Fredes y se le hará de noche. Entre nosotros vamos pensando que hacer, si motivar al guarda del refugio para que lo baje con su coche o acompañarlo alguno de nosotros y luego que nos suba él con su coche. Estamos a unos doscientos metros del refugio y oímos el ruido de un motor: La virgen en forma de todoterreno viene hacia nosotros. Le hacemos el alto, algunos casi se echan bajo las ruedas. Va a Fredes y acepta llevarse a Miguel. Todos contentos.

Gabriel ó “Guti” el guarda, nos está esperando a la puerta. Ha guardado la mochila y los sacos que Julián dejó esta mañana. Nos deja subir cosas a las literas y nos duchamos con agua calentita.

Ya pulcramente aseados, con cuatro birras en las manos y hojeando en el mapa lo que hemos hecho hoy, nos congratulamos del feliz desenlace que hemos tenido con Miguel.

Mientras esperamos la cena va llegando gente, al final somos veintidós, algunos catalanes, otros de Castellón, de Alcoy y Cocentaina. La cena está deliciosa o será el hambre que teníamos.

El recorrido de mañana es corto, aunque tenemos que subir al Tossal dels Tres Reis y luego hacer las cuatro horas en coche de regreso. Decidimos desayunar a las siete y media para salir a las ocho.

DISTANCIA: 29,800 KM.

TIEMPO: 8 HORAS 15’

ALTURA MAXIMA: 1.259 M.

ALTURA MINIMA: 965 M.

DESNIVEL POSITIVO: 1.003 M.

DESNIVEL NEGATIVO: 1.084 M.

DIFICULTAD: ALTA.