viernes, 22 de julio de 2011

GÜEJAR SIERRA: MULHACEN Y VELETA, POR LAS ALTURAS DE SIERRA NEVADA

COMPONENTES: VICENTE, PATRO, ANTONIO, PEPE Y JOSE RAMON


ITINERARIO:

Autovía a Murcia dirección Granada, una vez en la capital seguir hacia la Alhambra/Sierra Nevada, después de unos 15 kms obviar a subida a Sierra Nevada y seguir hacia Pino Genil, Embalse de Canales y Güejar Sierra, total 360 kms.



Este bonito pueblo serrano se ubica en la vertiente noroeste del Parque Natural de Sierra Nevada, a media ladera de la Sierra del Calar y a 1.088 m. de altitud a cuyos pies discurren las aguas del río Genil. Antiguamente formaba parte del trayecto del tranvía que subía a Sierra Nevada, plagado de puentes y túneles excavados en la montaña, tenía dos paradas una en Maitena y otra en El Charcón, desde donde mañana iniciaremos la travesía.

Nuestra ruta es circular y se compone de tres jornadas con el siguiente recorrido: El Charcón / Vereda de la Estrella / Laguna de la Mosca / Collado del Ciervo / Mulhacen / Refugio Poqueira / Veleta / Albergue Universitario / Barranco de San Juan / El Charcón.

Para mi será la tercera vez y para Patro la cuarta, desde entonces la hemos perfeccionado hasta convertirla en una clásica para nuestro Grupo,  aunque recurriendo a “pequeñas” ayudas externas como son el taxi (Antonio Zúñiga Tef. 608458941) desde el Hotel Rural Mirasierra (Tef. 958484412) a El Charcón ida y vuelta, con lo que ahorramos hora y media al inicio y al regreso. La otra es reservar, siempre es mejor reservar (Tef. 671564407), billete de bajada con el autobús que sube desde el Albergue Universitario hasta cerca de los remontes al Veleta, apenas son algo más de diez minutos en el bus pero nos ahorramos un fortísimo desnivel en los zigzag de la senda que desciende del Veleta.




Pero ahora lo importante, una vez dejamos las mochilas en el hotel, cámaras en ristre como meros turistas, a pasear por las estrechas y empinadas calles de este precioso pueblo, engalanadas con macetas repletas de flores y arbustos con todas las tonalidades del verde, unas en el suelo y otras colgadas en las paredes a diversas alturas. Las mujeres están sentadas a la puerta de sus casas en pequeños corros y cuando nos ven hacer fotos, nos invitan orgullosas, a que veamos sus preciosos patios o nos indican algún rincón especial y las numerosas fuentes adornadas.










Va oscureciendo y nuestros estómagos empiezan a reclamar. Salimos de nuevo a la ascendente calle principal y comenzamos a tapear por los bares para culminar con el choto al ajillo y patatas a lo pobre, de postre helado y al hotel. Mañana empieza lo duro.

1ª JORNADA 23/07/2011
EL CHARCÓN / VEREDA DE LA ESTRELLA / LAGUNA DE LA MOSCA

A las siete estamos desayunando en el hotel con las mochilas preparadas. Puntualmente, media hora más tarde tenemos el taxi a la puerta, accede a llevarnos en un solo viaje, la mitad de nosotros no abultamos mucho y las mochilas caben perfectamente.

Salimos del pueblo por la estrecha carretera en dirección a El Charcón, no hay tráfico pero vamos despacio, hay que estar atentos a la circulación en sentido contrario, uno de los dos tiene que ceder el paso al otro. Remontando el curso del río Genil, pronto atravesamos los puentes y túneles del antiguo trayecto del tranvía a Sierra Nevada, se hace nostálgico pensar en este proyecto que apenas duró nada. Llegamos al aparcamiento, está repleto de coches y gente ya  preparada para salir. Quedamos con el taxista a las diecinueve horas del lunes día 25, pero que desde el Albergue Universitario donde tendremos cobertura, confirmaremos horarios.


Iniciamos cruzando el pequeño puente de madera sobre el río Genil y por la izquierda siguiendo las indicaciones de los carteles, comienza la Vereda de la Estrella que nos va ascendiendo suavemente por la margen izquierda natural del río, el camino es ancho y frondoso, vemos muchos ejemplares de castaño que nos acompañarán en este tramo, en una media hora aparecerá el más famoso y fotogénico de todos, el castaño abuelo, enorme y centenario ejemplar que nos cobija en su sombra mientras lo contemplamos. Seguimos ascendiendo gratamente hasta el mirador de Vadillo confluencia de este arroyo con el río Genil, donde tenemos la primera visión clara del Mulhacen y la Alcazaba con restos de su manto nevado, que nos acompañarán durante nuestra ruta de hoy.








La marcha nos lleva hasta las primeras ruinas mineras de la Probadora donde se extraía pirita de cobre y serpentina, poco después llegamos a las de la Estrella, justo antes de la  gran curva que el sendero hace para salvar el Barranco del Guarnón que baja caudaloso desde el Veleta y que cruzamos por un puente de madera.






Seguimos remontando el río que ahora desde el su cruce con el Guarnón se llama río Real, vemos los restos de las minas de la Justicia y después la cascada del Aceral. Al poco y a nivel de las aguas,  la zona se amplía por la confluencia de tres cauces, de izquierda a derecha, el barranco Lucía, el río Real y el río de Valdeinfiernos. Continuamos en suave subida y en veinte minutos estamos en Cueva Secreta, cobijo natural de piedras utilizado por las cabras salvajes y como vivac por algunos montañeros. Hacemos las consabidas fotos y cruzamos el río por una pasarela de madera y a la sombra de unos arbustos nos tomamos un respiro, hay otros grupos que nos precedían y también aprovechan esta umbría junto a las frescas aguas.



Retomamos la senda en esta vertiente elevándonos rápidamente después de un buen repecho hasta situarnos el collado de la Majá del Palo, en la otra ladera del valle de Valdecasillas, que seguimos ascendiendo río arriba. Ahora el valle se amplia y el desnivel se agudiza, distinguimos a lo lejos las chorreras de la laguna de la Mosca y de otros deshielos, las nubes comienzan a ocultar la cara norte del Mulhacen.

El desnivel sigue acentuándose, la vegetación ha desaparecido, la senda se va perdiendo inundada de lajas y piedras marrones y pardas, la vamos intuyendo por los mojones que nos marcan el tramo y dirección a seguir, estamos en los Prados de las Víboras. Cerca del río y antes de remontar una loma hay una especie de aprisco donde se puede hacer vivac y estamos resguardados del sol, decidimos parar para comer y descansar.






Ya repuestos remontamos la loma elevándonos por unas rampas, la visión se amplía y las paredes se acercan, nos vamos sintiendo cada vez más pequeños. La zona es un caos de piedras que tenemos atravesar siguiendo los mojones. Nos vamos acercando a las chorreras del desagüe de la laguna de la Mosca que debemos cruzar con precaución. El año pasado por estas fechas, era tal la cantidad de nieve que cubría la laguna que el caudal del agua del desagüe llegaba a los cinco metros, hoy apenas supera los tres.

Excepto José Ramón que se ha mojado una zapatilla, los demás hemos salvado con éxito la situación, ahora hay que seguir hacia la derecha, casi en horizontal, sin subir demasiado, a buscar el paso que entre las rocas nos lleva hasta los borreguiles de la laguna.



Como siempre, aunque nunca es igual, la visión es espectacular, estamos a 2.895 m. Solo queda un gran nevero pegado a las paredes del Mulhacen, cuya cima a seiscientos metros más arriba no se distingue tapada por las nubes, lo que le da un color gris metálico a las aguas de la laguna, hay bastante gente ya acampada y otros montando tiendas. Debemos elegir sitio pronto ya que hay algún grupo más subiendo. Pepe y yo elegimos sendas parcelitas rodeadas de piedras y Patro y José Ramón a unos metros, cerca de la laguna sobre los verdes borreguiles.



Una vez montadas las tiendas y ordenados todos los enseres, nos relajamos y cambiamos de ropa, hay buena temperatura pero cuando empiece a ocultarse el sol bajará rápidamente y es mejor no enfriarse. Llega el grupo de gente que nos seguía, serán unos ocho y son de Elche, Pepe conoce a una de las chicas, querían dormir en el Mulhacen pero no creemos que lo consigan y quizás bajen a la Caldera, junto a la de José Ramón hay dos tiendas más con cuatro chicos jóvenes también de Elche, al ser fiesta el lunes estamos invadiendo Sierra Nevada.










Está oscureciendo y aparecen las cabras, hay dos machos con una cornamenta ostensible, al principio al hacerles fotos te marcan una distancia, luego cogen confianza y no te las quitas de encima, habrá que procurar no dejar nada fuera de las tiendas.







Las nubes parecen despejar la cima y mientras intentamos distinguir el punto geodésico de la cumbre, oímos un ruido y vemos caer rocas desde cerca de la cima, un pequeño alud, hay gente acampada en esa zona de la laguna pero por suerte las piedras no llegan a ellos. Ya más tranquilos, cenamos y nos cobijamos en nuestras tiendas. Hay quien dice que esa noche vio a Batman o al “Caballero Oscuro” merodear entre las tiendas.

2ª JORNADA 24/07/2011
LAGUNA DE LA MOSCA / COLLADO DEL CIERVO / MULHACÉN / REFUGIO POQUEIRA

Desde las seis de la mañana estamos oyendo voces de gente que van a subir a la cumbre, dejan las tiendas y cuando regresen las desmontan e inician el regreso por el mismo sitio, solo tienen dos días, otros como nosotros, hacemos rutas distintas o tenemos más tiempo. Dejamos correr un poco más el horario y con la claridad salimos al exterior, hace un buen día despejado. Esta noche pasada se ha notado un poco el fresco y en la laguna hay restos de hielo. Recogemos los bártulos y desayunamos un poco.


Nos dirigimos en busca de la senda de subida al Collado del Ciervo (3.120 m.) que vemos al fondo a la derecha coronado por unas piedras de formas características, el desnivel es muy fuerte por su corto trayecto por lo que hay que tomarse con calma sus rampas y zigzags. Una vez coronado vemos a nuestros pies la laguna y el resto de tiendas que quedan todavía, en la otra parte, la vista se amplía, vemos la laguna de la Caldera, su refugio y el puntal del mismo nombre, vemos la carretera de la sierra que siguiendo su trazado nos lleva hasta el majestuoso Veleta. A nuestra izquierda tenemos la vereda que enlaza con la de subida por toda la loma hasta la cumbre del Mulhacen.


Continuamos casi en horizontal hasta conectar con la senda que viene desde la laguna de la Caldera, a partir de aquí hay que tomárselo con parsimonia, las rampas y zigzag son más largas que en el collado pero el desnivel es mayor. Aparentemente parece que no avanzamos pero cuando miras hacia arriba o hacia abajo y ves la cabecitas y siluetas de los que suben o bajan te das cuenta de la grandiosidad de esta loma.










Y por fin, el sendero se ensancha y allana dirigiéndose a un pequeño montículo siempre abarrotado de gente donde está el nicho con la Virgen de las Nieves, lleno de cuantos objetos y relicarios te puedas imaginar y arriba del mismo el punto geodésico de la cumbre del Mulhacen (3.482 m.)












Mientras recuperamos el aliento hacemos turno para fotografiarnos o hacemos fotos a los que nos preceden. Descargamos mochilas y más fotos, dejamos paso a los que llegan, entre ellos dos ciclistas de Castalla, nos vamos relajando y contemplamos todas las vistas en un radio de 360º, estamos en el techo de la Península.



















Desde el punto geodésico nos asomamos al tajo de casi seiscientos metros hasta la laguna de la Mosca ahora casi solitaria, con su chorrera y siguiendo el hilo del barranco, al fondo se intuye el pueblo de Güejar Sierra. Reponemos líquidos y tomamos barritas e hidratos de carbono y nos vamos preparando para el descenso.

Comenzamos deshaciendo la senda de subida despacio pero soltando los músculos y ayudados por los palos que son de gran utilidad dado el peso de nuestras mochilas. Esta vez obviamos la senda por donde veníamos desde el Collado del Ciervo y seguimos bajando en perpendicular a la carretera de la sierra, pero sin llegar a desviarnos hacia la Caldera, una vez en la carretera, la cruzamos y seguimos bajando hacia la izquierda por la senda que se inicia en las cercanías de la laguna de Majano.










El recorrido nos acerca al cauce del río Naute que más tarde se llamará río Mulhacen, seguimos bajando por su margen izquierda viendo como aumenta su caudal por deshielos y arroyos que afluyen, formando en algunos recodos pozas de claras aguas. Tras un buen trecho y en una idílica poza decidimos parar a refrescarnos, comer y retozar. El agua está deliciosa.













Frescos y repuestos reanudamos la marcha río abajo hasta que la senda se estabiliza y separándose del cauce en un giro de 90º a la izquierda aparece ante nosotros la visión del Refugio Poqueira (2.500 m.). Telf. 958343349/958064111 y 659554224



Hacemos efectiva nuestra reserva aunque al ser domingo no hay mucha gente. Nos asignan la habitación de los Machos (Cerro) y las correspondientes taquillas, detalle muy cómodo que no tienen otros refugios, solicitamos ducha de agua caliente y subimos ver las camas, correlativas con el número de taquilla, que luego al haber poca gente variamos a nuestro antojo.








Limpios, aseados y sin botas salimos a la terraza del refugio a tomarnos unas birras, hacer las llamadas de rigor, la cobertura va y viene, charlamos con otros inquilinos, hay una chica de Onil. El sol va cayendo y nos vamos al comedor, hacemos tiempo hasta la hora de la cena que será cerca de las nueve.
















De primero caldo con picatostes, segundo fideos fritos (tallarines) con tomate y tercero salchichas de pollo, postre flan o yogur. El desayuno será a las siete.

3ª JORNADA 25/0/2011
REFUGIO POQUEIRA / VELETA / REFUGIO UNIVERSITARIO / BARRANCO DE SAN JUAN / EL CHARCÓN

El gallo de Patro canta a las seis cuarenta, esta vez no ha fallado, aseo rápido y como tenemos las mochilas preparadas puntualmente estamos desayunando, buffet libre muy completo, diría que mejor que la cena.



En marcha. Se unen a nosotros dos mocetones vascos que quieren subir al Veleta y volver para llegar a Trevelez y no tienen muy claro el camino. Iniciamos cruzando el río Naute por donde lo dejamos ayer, ya en la otra vertiente rápidamente nos elevamos por medio de unas rampas, la senda remonta varias lomas y al mirar atrás vemos el refugio alejándose en la inmensa soledad de la loma del Horcajo Feo, nosotros seguimos en suave ascensión cerca de la Loma Pelada y acercándonos a los Raspones de Río Seco, solitario y espléndido paraje, al fondo ya distinguimos el trazado de la Carretera de la Sierra por donde transitan algunos montañeros. Poco a poco y cerca de las lagunas de Río Seco por medio de una larga rampa accedemos a la Carretera  frente a los Crestones de Río Seco y a más de dos kilómetros de la Caldera.











Ahora por camino ancho el recorrido se hace más monótono pero las vistas son impresionantes, por detrás la colosal loma del Mulhacen que a estas horas y por efectos del sol se torna de  color marrón metálico refulgente, por delante el Cerro de los Machos (3.327 m.) y a la izquierda en la profundidad El Púlpito (2.979 m.).







El desnivel cómodo del camino nos hace avanzar rápido y en el recodo de un pequeño collado, tenemos ya una visión frontal del Veleta con su clásica construcción en la cima y en el otro lado distinguimos el Refugio de Carihuela, es curioso y debe ser por su orientación, los grandes neveros que todavía se mantienen en sus laderas.


Casi al final del camino, pese a que vemos a otra gente que baja y sube del Carihuela por una senda cerca de un nevero, nosotros decidimos subir por el camino, pero pronto nos corta un gran nevero con su huella ascendente en curva y poco pisada, al no tener crampones no nos da ninguna seguridad y preferimos volver a la primera senda que vimos. Está muy transitada y cruzar su nevero es casi en llano y muy fácil. Pronto aparece el refugio, a estas horas vacío, las vistas son espléndidas y delante tenemos la cuerda del Veleta y su cima.


















La distancia desde la cuerda es engañosa puesto que la senda por seguridad se separa de ella y comenzamos el ascenso por la loma, cruzando varias veces las eses de la carretera para acortar el tramo, en las vistas atrás tenemos el Albergue Universitario, Prado Llano, el último tramo del telesilla, la gran antena y al fondo el Cerro del Caballo (3.011 m.) y poco a poco por fin nuestro segundo objetivo: la cima del Pico Veleta (3.396 m.).










Quizás por ser lunes no hay mucha gente pese al servicio de autobuses. Esta cima es una pasada, los tajos a los Vasares y al Corral del Veleta son impresionantes, con los grandes y torneados neveros restos del ya extinguido glacial que vierten las aguas de su deshielo en el Barranco del Guarnón hasta su confluencia con el río Genil. Las vistas al Mulhacen y la Alcazaba (3.364 m.) son increíbles.


Hacemos fotos y reponemos fuerzas, los dos vascos se despiden, han de volver y llegar a Trevelez. Nosotros nos preparamos para la gran bajada, con un poco de suerte podemos llegar a tiempo de coger el autobús anterior al horario que tenemos reservado.








Comenzamos el gran descenso por la senda de la derecha que con innumerables zetas nos lleva sin tocar la carretera, solamente en los cruces. Dado el peso de nuestras mochilas, los palos hacen un papel extraordinario descargando nuestras rodillas. Cerca de la Hoya del Moro y del control de vehículos autorizados vemos que se acerca el autobús a su parada, aceleramos para que nos vean y con el tiempo de espera hasta el otro viaje, llegamos a tiempo.











No hay pega en cambiar nuestro horario reservado por el de ahora, puesto que no hay gente que baje, cargamos nuestras mochilas y en el momento de arrancar llega un corredor de fondo. Recordamos habernos cruzado con él cerca de Carihuela y le preguntamos, ha ido y vuelto al Mulhacen y Veleta en unas tres horas, fantástico.








En poco más de diez minutos estamos en el Albergue Universitario (2.510 m.) pero el tramo de desnivel que ahorramos es muy de tener en cuenta. Dudamos un poco entre comer aquí o más adelante, decidimos seguir, pero antes, hay cobertura, llamamos al taxista y adelantamos nuestra llegada en dos horas, a las cinco y media.






Continuamos el descenso por detrás del Albergue por un camino ancho que nos eleva un poco hasta situarnos en unas rocas, hay marcas de PR, al fondo vemos el Albergue de San Francisco con su cúpula redondeada y roja, el desnivel es muy fuerte, recordamos que en años anteriores había restos de un teleférico que nunca llegó a estar en uso, cables y postes de hierro que ahora han desaparecido, ¿ecología? o alguien ha hecho negocio con la chatarra.














Este tramo es muy incomodo por su trazado recto y vertical dentro de una trocha abierta para el teleférico, Llegamos al Albergue que está cerrado, situado en una pequeña explanada fue construido en el año 1.920, a estas horas no hay sombras por lo que decidimos seguir bajando.

A la derecha del albergue nace una senda cerca de unos pastos, que llanea un tramo y nos lleva hacia el Barranco de San Juan, al cual nos desciende para cruzar a su otra ladera. Antes de llegar al fondo he ido observando la senda que siempre hemos transitado que discurre por la parte alta de la ladera y otra que no recordaba, trazada a media ladera con apenas desnivel y se dirige a la misma loma que la anterior, en el cauce paramos a decidir, Patro, plano en mano quiere seguir por la antigua, pero una marca amarilla que veo en la nueva nos decide a innovar.

Se trata de una acequia bien proyectada que toma agua del Barranco y donde  su margen exterior está acondicionado como senda, en algunos tramos en que el margen se puede desmoronar hay creada una senda paralela que se une y separa dependiendo su trazado. Se trata de un recorrido muy cómodo que nos lleva por debajo del Puntal de las Cazoletas (2.207 m.) hasta Haza Mesa donde han construido una balsa y desemboca la acequia. A partir de aquí la antigua senda, incomoda y que se perdía constantemente, ha sido sustituida por un nuevo trazado bien peritado, que con pequeñas rampas y zigzag se hace llevadero. Cerca del Cortijo del Hoyo a la sombra de unos árboles hacemos una parada rápida y necesaria para comer y repostar fluidos.

Seguimos el nuevo trazado hasta un poco antes del cruce con la carretera donde han construido unos rediles metálicos a la izquierda, nosotros seguimos por la derecha, por el camino, en dirección a las casas de la Hortichuela y junto a la valla metálica y de madera del primer cortijo, seguir por la senda que en unos minutos se cruza con la Vereda de la Estrella, inicio de nuestro recorrido, estamos a algo más de un kilómetro del Charcón y lo que es mejor, son las cinco y media y el taxi ha llegado. Somos personas de palabra.

El taxi nos dejar cerca del hotel junto al coche. Nos aseamos en una de las fuentes, cambiamos de ropa y guapos como soles, tomamos unos helados en el hotel antes de partir. La Venta Quemada ha sido elegida como lugar de yantar y sosiego a doscientos kilómetros de nuestro destino final.

Ha sido una gran excursión por las alturas de Sierra Nevada.

1 comentario:

  1. la verdad ha sido una marcha perfectamente sincronizada , y maravillosa para la vista y demas sentidos, he terminado tremendamente cansado pero contento ala vez por lo bien que lo hemos pasado ( ha sido perfecta ) - ANTONIO -

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