CÓMO LLEGAR: Autopista AP-7 dirección Valencia, salida nº 66 VILLAJOYOSA. En la rotonda tomar la CV-770 dirección SELLA/ORXETA/RELLEU. En el desvío a la izquierda a Relleu seguir por la CV-775, hasta la población. Luego continuar por el asfaltado Camino Amadorio algo más de 2,5 km hasta el aparcamiento.
COMPONENTES: VICENTE, PEPE COVES, JUANJO, PEPE CERVERA, PACO VERDU, PELEGRIN, CERVERETA Y TOMAS.
ITINERARIO: PARKING / PUNTO INFO / PANELES / VISTAS PANATANO / GIRO DCHA. / GIRO IZQ. / SENDERO / POSTE INFO / PEANA INFO / CASA DEL GUARDA / CASETA CONTROL / OUENTE Y ZONA PICNIC / MIRADOR DE LA PRESA / INICIO PASARELA / MIRADOR DE CRISTAL / NUEVO TRAMO / ESCALONES / FINAL PASARELA / DCHA. BAJADA AL LECHO / CAMINO POR EL LECHO / PANEL INFO / BOLARDOS DE MADERA / PARKING.
LA RUTA: Hace unos meses terminaron la ampliación de las pasarelas colgantes del pantano de Relleu, a las que han añadido 150 metros más en sentido descendente, con doce tramos con peldaños que la hacen más emocionante.
La vez anterior comenzamos la ruta desde el pueblo, pero esta vez que tenemos reservado el segundo turno de acceso, acortaremos la ruta a pie y comenzaremos desde el aparcamiento que hay en el asfaltado Camino Amadorio.
En el paisaje siempre tendremos las miradas al Puig Campana, Penyó Divino y Aitana. Iniciamos desde los paneles informativos de diversas rutas por ancho camino mientras vemos quedarse el pueblo de Relleu a los pies de la montaña.
Sin dejar el camino seguimos acercándonos a la presa. Desde esta posición elevada vemos como se separan las dos montañas que forman el desfiladero por donde discurre el río y distinguimos la caseta de madera para el control, a golpe de zoom.
Por la izquierda nos elevamos un poco a un pequeño otero desde donde ya vemos la presa y parte del lecho del pantano, y por detrás un paisaje cuajado de pequeñas lomas que llegan hasta las inmediaciones de la Serra de la Grana.
Hacemos un giro a la derecha y después otro a la izquierda para enlazar con un sendero que va rodeando el lecho del embalse de Relleu. Una peana nos describe la zona húmeda catalogada que favorece la presencia de pájaros, anfibios, además de otros organismos típicos de ambientes acuáticos.
Nos elevamos un poco más y tenemos la primera mirada a la pequeña presa, a la Casa del Guarda que ahora ha sido cerrada, al Mirador elevado sobre la presa y la nueva caseta de madera para el control de entrada.
Con vistas a la presa pasamos por delante de la casa del Guarda que luego visitaremos, y nos dirigimos a la caseta de control que está cerrada. Bajamos un poco y por el puente de madera vamos al Mirador de la presa.
Desde este otero las panorámicas son espectaculares al embalse y la presa que con la acumulación de sedimentos ha mermado su altura interior. Mientras llega la chica del control hacemos tiempo en el puente y las mesas.
El arco de la Presa mide 30 metros entre las paredes del desfiladero por 3 metros de anchura. Desde el Mirador ya podemos ver parte de la estructura de la pasarela colgada en la pared derecha. Una persona controla el acceso.
Los horarios de acceso están fragmentados en tramos de 15 minutos y a lo largo de la pasarela solo pueden estar 15 personas, por lo que hay un riguroso control y solo se deja pasar a medida que van saliendo.
Llega la chica y las cuatro personas que iban delante de nosotros, que al ser menos de quince pasaremos todos juntos. La novedad de este año estriba que nos proporcionan redecillas para el pelo y cascos de escalada. Esto se va pareciendo al Caminito del Rey.
Nos abren la puerta de acceso. A la pasarela se baja por unas escaleras de madera con soporte metálico y ya estamos colgados en la pared derecha del abismo. En el piso de madera hay algún peldaño para nivelar el recorrido. Excepto dos, los demás ya hemos efectuado el recorrido.
La pared del desfiladero hace un recodo a la derecha al que se ciñe la pasarela y nos permite ver el tramo con el Balcón de Cristal, y como ahora, prosigue adelante con las nuevas pasarelas que comienzan a descender.
Es impresionante observar el fondo del estrecho y sinuoso cauce del río Amadorio, perforado durante miles de años por aguas tumultuosas de lluvias torrenciales que han dejado un lecho tortuoso de altas y verticales paredes.
Pausamos nuestro ritmo respetando una distancia con los que nos preceden. Las risas van cesando, todo el mundo se concentra en el paso siguiente sobre la pasarela. Pocos se atreven a hacer fotos con el móvil y quienes lo hacen, es pegando su cuerpo a la pared.
Mientras, vamos contemplando el estrecho desfiladero y mirando hacia la Presa que podemos verla desde este lado al fondo del abismo, donde alcanza una altitud máxima de 32 metros después de varias elevaciones.
Nos reunimos a la entrada del Mirador de Cristal, que es un pequeño balcón al vacío de unos cuatro m2 y piso de cristal trasparente, la gente con vértigo lo pasará mal. Las panorámicas son espectaculares al retorcido cañón y la pasarela.
El máximo de personas que puede estar a la vez es de cinco, por lo que dividimos el grupo en dos para la sesión fotográfica y luego la sesión individual. Al no tener nadie esperando nos recreamos. Observo que algunos se mueven como robots, muy despacio.
Por fin llega el nuevo tramo. Impresiona un poco ver las pasarelas escalonadas ancladas en la pared del desfiladero donde el cauce hace una curva a la izquierda con las pasarelas en descenso con los doce tramos de escalones.
Las vistas son mucho más impactantes que las anteriores que prácticamente es casi una línea recta. Todo el mundo aminora la marcha, mientras vemos que el grupo que nos precede regresa y buscamos un sitio más amplio para cruzarnos.
Ahora con todo el pasillo para nosotros el grupo se fracciona, bajar los escalones con la mirada puesta en el fondo del desfiladero sobrecoge algunos estómagos, la cara es el espejo del alma pero seguimos adelante.
Tenemos a la vista el final de la pasarela. Es un corte sin más, una pequeña tapia de madera con una desternillante señal de “prohibido el paso”. Tendrán cojones. Además estos metros finales son los más estrechos debido a la inclinación de las paredes.
Nos lo tomamos con guasa e intentamos hacernos las fotos individuales. Fin del tramos nuevo, emprendemos el regreso. Ahora teniendo que subir escalones resulta mas llevadera la sensación de peligro o vértigo.
Realmente de este nuevo tramo le da más categoría a las pasarelas de Relleu, y posiblemente el terminar tan bruscamente debe ser por que tienen proyectada una siguiente prolongación siguiendo el contorno de las paredes.
De vuelta comprobamos la solidez de las pasarelas y nos cruzamos con poca gente, en estas fechas y entre semana es muy relajado el trayecto. Seguimos observando el angosto y tortuoso cauce del río Amadorio.
Una vez arriba devolvemos los cascos y en una de las mesas de picnic preparamos nuestro merecido almuerzo entre risas, recordando los momentos tensos de algunos en el Mirador de cristal y en la estrechez del tramo final.
Para el regreso deshacemos sendero hasta la Casa del Guarda, construida en 1777-78 junto a otras obras de mejoras, y un poco más adelante, junto a la peana informativa, giramos a la derecha bajando por un sendero hasta el lecho del pantano.
En el fondo queda un charco de agua residual que apenas puede mantener el ambiente de la zona húmeda catalogada. Por los sedimentos acumulados en esta parte, la altura de la Presa apenas rebasa los 2 m. de altura.
Cruzamos el embalse para conectar con un camino que nos lleva por la derecha, y en un corto trecho nos deja junto a unos bolardos de madera en el aparcamiento donde cerramos la ruta. Ha valido la pena repetir la experiencia con el segundo tramo de pasarelas, algo más atrevido y colgado en descenso por las paredes del desfiladero
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 3,6 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 02:25 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 302 M. (En el punto de información)
ALTURA MÍNIMA: 257 M. (En el lecho del pantano)
DESNIVEL POSITIVO: 97 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 113 M.
DIFICULTAD: MODERADA.
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