Cañón Jökulsárgljúfur. El río Jökulsa
à Fjöllum, el
segundo curso fluvial de Islandia, es de
origen glaciar, ya que nace del margen septentrional del Vatnajökull,
dirigiéndose hacia el norte para desembocar en el mar, en el Öxarfjörður.
Tiene una longitud de 206 km y una cuenca hidrográfica de 7950 km ². Su caudal,
como río glaciar que es, presenta gran variabilidad. En invierno, la descarga
es de 11 m3/s, mientras que en verano oscila de 500 a 700 m3/s.
A lo largo del día también presenta variaciones, ya que el caudal por la tarde
es muy superior al de la mañana y la noche, ya que la máxima fusión del hielo
tiene lugar a mediodía. Estas fluctuaciones son más patentes en el margen
meridional del Vatnajökull, puesto que allí apenas existe
otro suministro de agua que el de la fusión del hielo. El agua del Jökulsa à Fjöllum presenta el aspecto
característico de la "leche glaciar": una turbidez blanquecina que se
debe al sedimento muy fino, de tamaño limo y arcilla, que transporta en
suspensión. En verano, la carga de sedimento es de unos 2 kg/m3, lo
que representa un transporte diario de 120.000 Tm de arenas y cantos. El valle
del Jökulsa à Fjöllum ha ido cambiando de lugar a lo largo del tiempo, ya que
anteriormente se situaba más hacia el oeste. Ello ha ocasionado que en Ásbyrgi (ya cerca de la desembocadura) haya
quedado una cascada fósil de unos 20 m de altura. Esta migración parece que
tuvo lugar hace unos 2500 años en el transcurso de un jökulhlaup.
El Jökulsárgljúfur es el cañón del río Jökulsá á
Fjöllum, en el tramo comprendido entre la cascada de Selfoss y el lugar donde
el río entra en el sandur del Öxarfjörður. A lo largo de sus 30 km de recorrido
atraviesa algunos de los paisajes más impresionantes de toda Islandia. La
vegetación crece exhuberante en algunos lugares protegidos de sus paredes,
entre coladas basálticas con disyunción
columnar que en ocasiones semejan ser gigantescas cercas de piedra levantadas por
fuerzas que no son de este mundo. Las aguas cristalinas que brotan de las
grietas de estas paredes entran en claro contraste con las turbias corrientes
glaciales que se arremolinan en el fondo del cañón. En su recorrido se
encuentran las cascadas de Selfoss, Dettifoss, Hafragilsfoss, Réttarfoss y
Vigabergsfoss. En sentido estricto, el Jökulsárgljúfur no es exactamente un solo cañón,
sino que puede dividirse en tres partes. Al sur, aguas arriba, el primer tramo
tiene 9 km de longitud y es un nítido cañón de paredes subverticales, tallado
por la erosión fluvial que sigue líneas de falla de dirección N-S. En esta zona
se observan en las paredes 6 coladas de lava y dos unidades sedimentarias (ver
figura). La unidad sedimentaria superior está interestratificada entre las
coladas 3 y 4. La cascada de Selfoss tiene su origen en el socavamiento y
desplome de la colada 3, todo ello a su vez motivado por la erosión de la
mencionada unidad sedimentaria superior. La segunda unidad sedimentaria aflora
en el fondo del cañón, subyacente a dos potentes coladas basálticas que
totalizan 44 m de espesor. La famosa cascada Dettifoss se formó por el
socavamiento y colapso de estas coladas, ocasionado por la erosión fluvial de
dicha unidad sedimentaria. El tramo intermedio del Jökulsárgljúfur es un valle
en U de
9 km de largo que presenta terrazas de bloques y gravas a diferentes
alturas y en ambos lados.
Hoy será otro día en el que repetiremos albergue. Recorreremos toda el área del lago Mývatn, con las cascadas Selfoss y Dettifoss, las fumarolas de Námafjall Hverir en la zona de Krafla, para terminar dándonos un baño de naturaleza geotérmica en el lago Mývatn.
Después
del desayuno solo preparamos las mochilas de trekking y el picnic para el
mediodía, el resto del equipaje se queda en el albergue. Hace un día gris y
tapado, las previsiones son de que tengamos lluvia.
La primera parada es para estirar las piernas y ver un cercano campo de lava, no son los de Eldhraun, pero nos pueden dar una idea de cómo el musgo ha colonizado las coladas de las erupciones volcánicas; por su capa, se puede llegar a saber la época de la erupción.
Cuando llegamos al aparcamiento de la cascada de Dettifoss, la llovizna ha hecho acto de presencia. Mientras nos acercamos, además de su sonoro estruendo vemos como se levanta la nube de vapor de agua que desprende en su caída.
Es la cascada más caudalosa de Europa, y esa particularidad la hace tremendamente poderosa y bella. Situada al norte de Islandia en el Parque Nacional de Vatnajökull con unos caudales medio y máximo de 200 y 500 m3 por segundo, dependiendo de la estación y del deshielo glaciar.
Tiene una anchura de 100 m y una caída de 44 m hasta el cañón Jökulsárgljúfur. Sus aguas provienen del río Jökulsa à Fjöllum, el segundo curso fluvial de Islandia, es de origen glaciar, ya que nace del margen septentrional del glaciar Vatnajökull, dirigiéndose hacia el norte para desembocar en el mar, en el Öxarfjörður.
El agua del Jökulsa à Fjöllum presenta el aspecto característico de la "leche glaciar": una turbidez blanquecina que se debe al sedimento muy fino, de tamaño limo y arcilla, que transporta en suspensión, lo cual hace distinta a esta cascada.
Se encuentra a medio camino entre las de Selfoss y Hafragilfoss, las tres en el curso del mismo río. A 300 metros de altura una placa basáltica del cuaternario se rompe en un acantilado que parece un gigantesco órgano y que provoca una catarata de agua, ruido y tierra.
La falla por la cual se creó la cascada de Dettifoss forma parte de la dorsal atlántica que divide curiosamente a Islandia en dos partes, cada una perteneciente a placas y continentes diferentes, Americana y euroasiática.
Situada en el tramo central del cañón, se observan en las paredes 6 coladas de lava y dos unidades sedimentarias. La unidad sedimentaria inferior aflora en el fondo del cañón, subyacente a dos potentes coladas basálticas que totalizan 44 m de espesor.
Dettifoss se formó por el socavamiento y colapso de estas coladas, ocasionado por la erosión fluvial de dicha unidad sedimentaria. Es un caudal asombroso por su potencia, el día gris acompaña con el color de sus turbias aguas.
Por el sendero nos desplazamos un kilómetro aproximadamente hacia el sur, siguiendo el curso del río para ver la cascada de Selfoss. En este tramo se observan en las paredes 6 coladas de lava y dos unidades sedimentarias.
La cascada de Selfoss, con 11 m de caída, no tiene nada que ver con la Dettifoss. Se originó por el socavamiento y desplome de la colada 3, todo ello a su vez motivado por la erosión de la mencionada unidad sedimentaria superior.
Situada en un ensanche del cañón Jökulsárgljúfur que marcha encajonado entre sus paredes, su caudal es distinto y menos ostentoso pero con el gran encanto que forman los distintos chorros de sus múltiples caídas.
Llegamos hasta su parte alta, antes de comenzar la gran caída de agua y donde el cañón es menos profundo y el cauce mucho más amplio, y apenas se intuye el salto de la cascada, a no ser por el vapor que desprende.
Vamos regresando hacia el aparcamiento admirando de nuevo el grandioso cañón. En un cruce hay una variante que nos lleva sin volver a pasar por Dettifoss. De nuevo en la furgo nos dirigimos hacia Námafjall Hverir.
El paisaje cambia radicalmente, esto es Islandia. De los colores marrones y negros, en intrincados cañones de lava con sobrecogedoras cascadas de agua, a una montaña pelada de suaves tonos ocre con chorretes blanquecinos y amarillentos.
Vemos pequeñas charcas de agua humeante y otras, de un barro gris que hierve y borbotea sin cesar, y montones de piedras que lanzan grandes humaredas sin cesar; parece un paisaje lunar donde todo está calcinado.
El campo geotérmico Namafjall se encuentra en el noreste de Islandia, en el lado este del lago Myvatn. En esta área, también conocida como Hverir, se pueden ver muchas solfataras y ollas de barro hirviendo, rodeadas de cristales de azufre de muchos colores diferentes.
El área es bastante maloliente, pero algo a lo que uno se acostumbra después de un tiempo. El suelo en el área tiene poco crecimiento y es agrio debido a la erosión y el azufre de la atmósfera. De hecho, los viejos pozos cubiertos de rocas en el área emiten mucho vapor caliente, por lo que aconsejamos precaución.
Unas piquetas metálicas unidas con cable delimita las charcas y las fumarolas dejando grandes franjas por las que se puede caminar sin peligro alguno, debemos tener en cuenta que hay zonas con temperaturas muy elevadas.
En un gran espacio como este, la visita se realiza con mucha calma, porque hay distintos puntos realmente espectaculares que todo el mundo quiere ver y fotografiar. Nos reunimos para ir con la furgo a contemplar otro paisaje.
En 1969 se construyó una central eléctrica al oeste de la montaña, en Bjarnarflag, por Laxa Power Company. Esta empresa más tarde se fusionó con Landsvirkjun. La planta actualmente produce 3MW de energía geotérmica.
Nos introducimos en Krafla, una caldera volcánica de aproximadamente 10 km de diámetro con una larga zona de fisuras de 90 km, situada en el norte de Islandia en la región de Mývatn. Su pico más alto alcanza los 650 m.
Krafla incluye uno de los dos cráteres volcánicos más conocidos de Islandia junto con Askja, Víti (en islandés víti significa infierno ya que antiguamente se pensaba que el infierno se encontraba bajo los volcanes). El cráter Víti es famoso por el lago verde que aloja
Aunque empieza a lloviznar otra vez, Nacho y yo decidimos hacer una pequeña ruta de senderismo ida y vuelta por unas pasarelas de madera con escalones y plataformas hasta el paso de Námaskarð y la montaña Namafjall.
El paso Námaskarð está estratégicamente ubicado a poca distancia del sistema del volcán Krafla, así como de otros lugares geológicos interesantes como Búrfellshraun y el desierto Mývatsöræfi. Las pasarelas nos permiten ver lagunas de aguas lechosas.
Námaskarð gana notoriedad principalmente por sus manantiales de barro sulfuroso llamados solfataras y manantiales de vapor llamados. La belleza de los coloridos minerales desafía todas las comparaciones.
Llegamos a la parte más elevadas donde terminas las pasarelas donde parece haber un pequeño cráter, todo está calcinado y humeante, con el fuerte y característico olor a huevos podridos, por supuesto la carencia de vegetación es absoluta.
Retornamos por el mismo camino hasta el aparcamiento donde nos esperan. La tarde la cerraremos con un relajante baño en la laguna alcalina del Área Geotérmica Lago Mývatn, disfrutando de un fabuloso paisaje.
Situado en el corazón del noreste de Islandia, a unos 105 kilómetros (65 millas) al sur del Círculo Polar Ártico, el lago Mývatn, con su naturaleza única y rica avifauna, es uno de los mayores tesoros naturales de Europa.
Tras bañarnos en todas las piscinas y lagunas reguladas a diversas temperaturas y hasta 42º, más una pequeñita que estaba realmente fría, y la sauna de vapor geotérmico, regresamos al albergue a preparar la cena.
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