sábado, 10 de mayo de 2014

LA CANAL Y LA UMBRÍA DEL BENICADELL DESDE BENIATJAR

Beniatjar es un municipio de la Comunidad ValencianaEspaña. Perteneciente a la provincia de Valencia, en la comarca del Valle de Albaida. El pueblo se encuentra a los pies de la montaña Benicadell. Situado en la vertiente norte de la Sierra de Benicadell, en el sector sur del Valle de Albaida. El término es alargado, de norte a sur; el sector norte es suavemente ondulado, mientras que por el sur está limitado por la sierra Benicadell. El río Micena circula de este a oeste, por todo el límite norte; le afluye el barranco de Beniatjar, que sirve de límite por el oeste. El clima es continental; los vientos más frecuentes son el poniente y levante; éste es el que trae las lluvias, generalmente de otoño a primavera. En los altos de la sierra de Benicadell nieva en enero y febrero. El pueblo está sobre un altozano al pie del pico de Benicadell. Aunque se han encontrado restos de la cultura del Bronce, el origen de Beniatjar es una alquería musulmana, que fue conquistada por Jaime I y concedida a Paz de Tarazona el 1258. De población morisca, contaba el año de la expulsión (1609) con cien familias. Erigida en baronía, perteneció primero al ducado de Villahermosa y después al marquesado de Milán. Conjuntamente con Otos, formó una vicaría de moriscos que dependió eclesiásticamente de Ráfol de Salem hasta el año 1535; no obstante no será hasta 1574, cuando se convierta en parroquia independiente. La economía se basa en la agricultura, a base de campos abancalados en las estribaciones de la sierra. En la montaña hay una extensa zona de pinar y monte bajo. Predominan los cultivos de secano vidcereales y olivo. Aprovechando el agua de varias fuentes mediante balsas se cosechan patatas, maíz y hortalizas.
CÓMO LLEGAR: Por la A-7 dirección Valencia, salida en la nº 691 rotonda de San Vicente del Raspeig, dirección Alcoy por la A-7. Después de pasar los túneles del Barranc de la Batalla, salida en nº 813 ALBAIDA/GANDÍA/ATZENETA D’ALBAIDA. En la rotonda tomar la CV-615 hacia Atzeneta y llegar a Beniatjar.
ITINERARIO: BENIATJAR / CARRETERA CV-615 / PISTA A LA DERECHA / EL PORTET / SENDA A LA DERECHA / ENCRUCIJADA / CAMÍ DE L’OMBRÍA / CASA LES PLANISSES /  COLLADO DE LA COVA / MIRADOR DE LES MARJALETES / BAJADA / SENDA DCHA. / TREPADA / INICIO CANAL / 1ª EXPLANADA / GRAN PALA / 2ª EXPLANADA / TRAMO JUNTO PAREDES / POUET / V.G. BENICADELL / POUET / PR-CV 213 ATZENETA  / PISTA DE PLANISSES A LA FONT FREDA / CASA PEÑALVA / LES FONTETES / BENIATJAR.
COMPONENTES: VICENTE, JULIÁN, PATRO Y MIGUEL.

LA RUTA: Desde que la hicimos el año pasado posiblemente se convertirá en una de nuestras rutas clásicas. Este año hemos variado el punto de partida, que fue desde Ráfol de Salem y hoy será desde Beniatjar, con algunos km menos de recorrido por estar más cercano al Benicadell, pero la ruta es exactamente la misma.

Iniciamos desde la rotonda del pueblo tomando la CV-615 en dirección a Ráfol. A estas horas todo está muy tranquilo y por detrás de las casas vemos en la umbría las altas paredes del Benicadell. El pueblo se queda atrás recibiendo las primeras luces del sol.

Marchamos por el asfalto poco más de un kilómetro, y distinguimos en lo alto del denso pinar de la umbría la caseta de vigilancia forestal para incendios. En una curva dejamos el asfalto junto a un cartel informativo por una ancha pista de tierra a la derecha.


La pista nos eleva entre algunas fincas hasta alcanzar el Portet (488 m.) a partir de este punto para Julián y para mí, el recorrido nos es conocido. Continuamos por la derecha para en seguida tomar también a la derecha,  una senda algo más elevada que se convierte en camino.

Salimos al cruce con otra pista que tiene poste con paletas informativas. Siempre hemos de tomar como destino la Casa Planisses. Poco después hay otra bifurcación de pistas bien balizada que tomamos en la misma dirección. En un amplio rellano, rodeada de enormes cipreses, está ubicada la gran Casa Forestal de les Planisses, de un estilo similar a que hay en la Font de Gamellons en la Sierra de la Solana.

Seguimos la pista por la izquierda traspasando una barrera metálica que impide el acceso de vehículos. La frontal vista del Benicadell comienza a ocupar la mayor parte del paisaje. Tomamos el primer cruce a la izquierda y por cemento alcanzamos el Collado de la Cova (795 m.).


En este pequeño rellano las vistas se amplían, a la izquierda tenemos en su montículo la Caseta Forestal de Vigilancia, a nuestros pies se inicia el Barranc de la Bassa de Ciment y a la derecha junto a una estaca con un cartel de madera que dice LES MARJALETES y una flecha nace una incipiente senda.

La tomamos, tornándose cada vez más visible y clara, que sin bajar demasiado, recorre la ladera acercándonos a las paredes de la sierra y a las barandas de madera del Mirador de les Marjaletes, donde contemplando hermosas vistas tomamos alimentos energéticos.

En la confluencia del Barranc de Bassa Ciment con el inicio de la cresta vemos asomarse el pantano de Beniarrés. La senda se convierte en torrentera y el descenso es brusco e incómodo. En un descuido resbalo torciéndome el brazo a la altura del hombro derecho. Por la derecha los rastros de senda que evitan la pedrera son muy claros, haciendo la bajada más llevadera y menos vertical.

Hacemos y deshacemos una simple trepada y enseguida estamos metidos dentro de la Canal aunque no veamos nada. Comienza un encabritado desnivel de más de 500 m. en un tramo muy corto. Al apoyar el bastón el hombro me molesta un poco por lo que decido plegar el derecho y seguir solo con el izquierdo.


Desde esta posición el desnivel es enorme y la senda muy inestable. Este primer tramo no admite comparación con el Puig Campana, tenemos que medir cada paso con esfuerzo, pero siempre recompensados por las largas vistas a los desfiladeros y  la brutal belleza de estas abruptas paredes, sobre todo la de la derecha, su espina dorsal, que no dejará de crecer hasta la cumbre. Unos escaladores están progresando por ella.

Ganado el primer gran escollo, repostamos líquidos e hidratos de carbono. Con un solo bastón el esfuerzo es mayor, Miguel y yo continuamos el lento ascenso hasta que se termina el paredón de la izquierda, formando un pequeño otero con espectaculares panorámicas.

La mirada a la montaña es de una belleza impactante. Por la izquierda vuelve a crecer hacia arriba otra muralla, y la Canal queda claramente definida, delimitando un quebrado y seco cauce que en días de tormenta precipitará sus aguas torrenciales hasta el Barranc de Bassa de Ciment.

En este segundo escalón la inclinación es algo menor y tenemos que evitar ascender por el cauce pedregoso, elevándonos por la derecha, donde el terreno es más firme y algunas sendas serpentean en esa dirección. La vegetación no es muy abundante pero la primavera hace milagros, y diversas especies nos ofrecen coloridas floraciones.

Poco a poco nuestro esforzado empeño va ganando desniveles y ya no nos parece tan inclinado. El estímulo de superar las cortas referencias que nos vamos imponiendo nos hace sonreír al ver la altura alcanzada. No estoy haciendo fotos casi y el peso de la cámara me incomoda, se la cedo a Julián.


Sobrepasamos un grupo de pequeñas y delgadas carrascas donde termina la segunda pared y con ello la Canal, haciendo un pequeño rellano con grandiosas vistas, el paisaje lo inunda todo. Es un sitio encantador. Comprobamos el desnivel superado y asumimos como factible el que nos queda.


En el tramo final el desnivel es menos exigente, y la estrecha senda discurre pegada a las altas y pétreas murallas que configuran las crestas de la sierra donde está situado el punto geodésico. Desde el diminuto collado,  la sensación es de una senda inestable y desprotegida. Todo lo contrario. Técnica y físicamente es de sencillo tránsito. Desde ella los escaladores inician sus verticales cordadas hasta la cima.

Llegamos al Collado del Pouet y me siento aliviado, el resto de la ruta es descenso y por buenas sendas. Montamos el campamento junto a la casa derruida y su higuera, que aunque sin hojas da buena sombra. Miguel decide quedarse descansando y no subir a la cima, el resto dejamos las mochilas y nos dirigimos a ella.


Sin el peso de las mochilas parece que en cualquier momento vayamos a levitar. Resulta extraño  no ver a nadie cerca de esta cima que siempre está muy concurrida. Es sencillo transitar por la cresta, salvo que se tenga vértigo. Vértice Geodésico del Benicadell (1.104 m.) portentosa y emblemática montaña se mire por donde se mire. Volvemos al Pouet para el gran y merecido almuerzo.

Bien alimentados y repuestos emprendemos la bonita bajada hacia el oeste; parece que a mi brazo le ha sentado bien la comida, cargo de nuevo con la cámara y puedo hacer fotos. Desde lo alto vemos casi todo el trazado que vamos a recorrer por la umbría de la sierra y a nuestros pies el pueblo de Beniatjar. 


En seguida llegamos al cruce de senderos y tomamos la variante del PR-CV 213.3 a Atzeneta d’Albaida, Esta vez no visitaremos la Nevera del Benicadell. Marchar por esta senda es una gozada; con un trazado espectacular que para salvar el gran desnivel existente, efectúa largas lazadas de parte a parte de la sierra con rampas y zigzags, que nos van descendiendo entre aéreas vistas a la frondosa umbría del Benicadell.


Pasamos junto a verticales paredes invadidas por las hiedras y dejamos de ver la cima. A medio recorrido, al final de una lazada al oeste, Julián y yo nos salimos de la senda oficial para en unas decenas de metros llegar a una oquedad en las paredes. En un portarretratos hay una imagen de la Virgen y dos vasos de cristal con flores marchitas y otras de plástico que la gente va reponiendo.

La primavera está en pleno auge, carrascas y durillos floridos, madroños con sus próximos frutos. Alcanzamos el cruce balizado de senderos con el principal del PR-CV 213, uno con dirección a la Casa de les Planisses, que desechamos, y tomamos rumbo a Les Fontetes por una ancha pista de tierra hasta un nuevo desvío por senda a la derecha, donde marca les Fontetes 20’.

Es una antigua zona abancalada y en total abandono, pese a ello, algunos de sus árboles frutales continúan floreciendo y dado raquíticos frutos. Llegamos a la casa Peñalva, sus vetustas ruinas invadidas por las hiedras nos dan idea de su antiguo esplendor.


Atravesamos varios recodos húmedos donde la naturaleza se exhibe exuberante, el sendero hace una cerrada y larga curva dejando por debajo la casa de la Tía Brígida. Arribamos a Les Fontetes, tranquila zona recreativa con algunas mesas de madera entre altos y centenarios cipreses con vistas frontales a la sierra. Tomamos un buen descanso y nos refrescamos en sus frías aguas.

Desde la fuente sale una pista de tierra con un balizado cruce de caminos a los pocos metros. Tomamos el de la izquierda que dice Beniatjar 30’ que más tarde desemboca en otro camino por la derecha, que entre bancales de almendros y olivos llega a Beniatjar.

Entramos por el carrer del Mestre Santiago Ballester y atravesamos el pueblo de punta a punta hasta el coche. Tomamos unas sin en el Bar Benicadell, y antes de irnos le cedo la conducción a Julián. El brazo sigue magullado.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA EN RUTA: SI. (Les Fontetes)
DISTANCIA: 16,40 KM.
TIEMPO: 06:10 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 1.104 M. (V.G del Benicadell)
ALTURA MÍNIMA: 385 M. (Beniatjar)
DESNIVEL POSITIVO: 916 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 910 M.

DIFICULTAD: ALTA.

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