La Sierra de
Salinas, situada a caballo entre las provincias de Alicante y Murcia, figuraba
en la Clasificación General de los Montes Públicos de 1859 como propiedad del
Estado y exceptuada de la desamortización. Posteriormente en cumplimiento del
Real Decreto de 27 de febrero de 1887 se incluyó el Monte en la relación de
predios enajenables. Más tarde, en virtud de la Ley de 30 de agosto de 1907, y
previo Real Decreto de la Presidencia del Consejo de Ministros de 10 de enero
de 1910, la Junta Central de Colonización y Repoblación Interior se hizo cargo
de la Sierra al estimarla colonizable y llevó a cabo dos establecimientos
coloniales, uno en cada provincia, llamados: «Sierra de Salinas» el de Villena,
y «Coto de Salinas» el de Yecla. El proyecto de colonización de Sierra de
Salinas realizado por el ingeniero agrónomo Luis Beneyto, abarca una superficie
de 1.363 Ha de monte, de las que casi dos tercios se consideran con
posibilidades agrícolas -852 Ha-, con utilidad forestal el 35,9% -489 Ha-, y
tan sólo el 1,6% de la superficie colonizable, formada por roca madre, se
consideró inculta. En la superficie productiva el autor del proyecto estableció
diversos aprovechamientos según la naturaleza del terreno, compaginando los
agrícolas con los forestales. La zona a colonizar por los cultivos se
parceló en 49 lotes a repartir entre los colonos, la superficie asignada a cada
uno estuvo en relación con la calidad del suelo. La extensión de los lotes
quedaba comprendida entre 7,56 y 20,43 Ha, con predominio de las suertes de
mayor tamaño pues, el 55,1 % de los lotes era superior a las 20 Ha. Una
vez amojonados los 49 lotes de tierras, se celebró el 21 de abril de 1914 en la
Casa Consistorial de Villena ante el alcalde y el delegado de la Junta Central
de Colonización, como presidente del Consejo de Administración de la
Cooperativa que se iba a poner en marcha, el sorteo de los lotes entre los 49
colonos que previamente habían sido seleccionados. El procedimiento de
selección se inició “repartiendo con preferencia entre familias pobres y aptas
para el trabajo la propiedad de los terrenos y montes públicos incultos”. En
todas las solicitudes se lee “Jornalero Agrícola Pobre Absolutamente”. Los 49
cabezas de familia adjudicatarios de los lotes, procedían en su totalidad de
Villena. La época de mayor ocupación de la Colonia se centró en la década
de los años 20, llegando en 1923 el censo a 287 habitantes. En la actualidad
los herederos de los colonos primitivos, prácticamente en su totalidad
disfrutan de este paraje como segunda residencia.
CÓMO LLEGAR: Por la CV-84
hacia Aspe, La Romana, La Romaneta hasta conectar con la CV-83 hasta Pinoso. En
la 2ª rotonda tomar dirección Yecla por la CV-836 durante 12,1 km
aproximadamente y girar a la derecha. Hay carteles de “COTO SALINAS” y “Aula de
la Naturaleza”. Continuar durante 1,7 km aproximadamente hasta las casas de la
Colonia. Hay zona para aparcar.
ITINERARIO: AULA DE LA
NATURALEZA / PISTA DEL BARRANCO DE LAS MOLADERAS / PISTA DEL BARRANCO DE JUAN /
SUBIR POR LA TROCHA / COLLADO / CRUCE DE SENDAS / CUMBRE DE LA CAPILLA / SENDA
DE BAJADA / CONEXIÓN CAMINO / CRUCE BALIZADO / CUEVA DEL LAGRIMAL / DEJAR SENDA
OFICIAL / BARRANCO DEL LAGRIMAL / SALIDA AL CAMINO / AULA DE LA NATURALEZA.
COMPONENTES: VICENTE,
SANTI Y RICARDO.
LA RUTA: La sierra de Salinas delimita las provincias de Alicante y Murcia, el Caire con 1.049 m. es la cúspide alicantina y la Capilla del Fraile (1.238 m.) en la murciana, pero en el interior de la Cueva del Lagrimal estaríamos en las dos provincias. Hoy accedemos desde la Colonia del “Coto Salinas”, término de Yecla, pero más cercano a Pinoso.
Iniciamos desde el Aula de la Naturaleza por la pista asfaltada en dirección a la sierra. Durante algo más de dos kilómetros nos elevamos por el alquitrán con numerosas curvas, adentrándonos en la masa forestal de pinos cada vez más compacta.
Al tomar altura nos asomamos al estrecho valle entre la sierra de Salinas y el Serral (959 m.) con su dentada cresta, posiblemente en esta primavera prepararemos una ruta para recorrer sus afilados picos. En un cruce con barrera para vehículos tomamos la pista del barranco de las Moladeras por la derecha.
Por la ancha pista seguimos introduciéndonos en la profundidad del bosque de pinos, mientras el sol intenta abrirse paso entre las nubes; se anunciaban rachas de aire de más de 25 km/h, pero creo que marcharemos protegidos por la foresta. Llegamos a otro cruce de pistas que seguimos por la derecha hacia el barranco de Juan Gil.
Este camino es algo más estrecho y apartado, por lo que encontramos numerosos rastros de jabalí buscando raíces y bulbos. Más adelante en una cerrada curva a la izquierda el track que traemos en el GPS tiene marcado un Waypoint para salirnos del camino por la derecha. Hay que estar atentos, y obviar los dos mojones que marcan el inicio de una senda.
A unos veinte metros de los mojones, cuando termina la curva, debemos de subir por una trocha sin hitos, de rastros débiles pero transitable entre matorral bajo y pinos. Nos esforzamos para progresar por la inclinada ladera hasta llegar a un pequeño collado.
En el collado lo tenemos más claro. Viene una senda desde el Cerro Laurel (1.168 m.) donde hay instalada una garita forestal de vigilancia para incendios. Al subir por la trocha hemos atajado el camino de tierra que llega a la garita y viene aquí por la senda. Tomamos barritas e hidratos de carbono.
Proseguimos por la derecha donde la cómoda senda serpentea y nos va elevando para superar la loma. Sobrepasamos un cruce de sendas que también continuamos por la derecha. Al fondo, en la planicie de la loma, distinguimos el vértice geodésico de la cumbre de hoy.
La Capilla del Fraile (1.238 m.) máxima altitud de la sierra de Salinas, posicionada en terreno yeclano. Ha sido la subida más fácil que he realizado a esta cima. Es mucho más duro cuando vienes desde el pueblo de Salinas o desde la Colonia “Sierra de Salinas” por la arista.
Un cielo nublado y brumoso permite poca visibilidad para panorámicas. Sopla un poco de aire y rebuscamos en los alrededores un sitio protegido para el almuerzo entre las rocas y las pequeñas carrascas.
Volvemos al punto geodésico para iniciar el descenso por la derecha, entre las retorcidas carrascas hasta que conectamos con una senda mucho más clara. Es un bonito recorrido al que se agregan las sabinas y el matorral bajo. Está marcado como Sendero Local (SL) de pintura blanca y verde.
Junto a un poste de madera con las marcas de SL termina la senda uniéndose a un camino que seguimos por la izquierda. Poco después arribamos a otro cruce de caminos balizado con paletas informativas y un panel del SL-CV 114.
Seguimos derecho, dejando el camino y adentrándonos en una boscosa senda entre pinos que nos desciende un poco y se acerca a las paredes rocosas con mucha vegetación. En unos ochocientos metros llegamos a un claro con carteles y una peana con información de la flora. Por la izquierda otra senda nos desciende a la cueva.
Cueva del Lagrimal (1.009 m.) Es de grandes proporciones, 330 m2 de superficie, la entrada tiene unas dimensiones de 14,8 por 5 metros, con una profundidad de 30,5 metros, que justo en su interior limitan los términos municipales de Yecla y Villena. El techo está ennegrecido. Su formación se debe a una fisura longitudinal que recorre el techo de la cueva, a través de la que se filtra el agua provocando la disolución de roca. Recibe su nombre por el continuo goteo de agua que normalmente cae del techo. Es una de las cuevas más grandes del término, y presenta restos arqueológicos desde el Mesolítico hasta la época árabe.
Al salir de la cueva nuestra ruta continúa por la izquierda, pegándose a las paredes para descender y situarse sobre la vertiente izquierda del Barranco del Lagrimal. Es un precioso recorrido boscoso, de vegetación poco cuidada en la hay que sortear algunos troncos caídos.
LA RUTA: La sierra de Salinas delimita las provincias de Alicante y Murcia, el Caire con 1.049 m. es la cúspide alicantina y la Capilla del Fraile (1.238 m.) en la murciana, pero en el interior de la Cueva del Lagrimal estaríamos en las dos provincias. Hoy accedemos desde la Colonia del “Coto Salinas”, término de Yecla, pero más cercano a Pinoso.
Iniciamos desde el Aula de la Naturaleza por la pista asfaltada en dirección a la sierra. Durante algo más de dos kilómetros nos elevamos por el alquitrán con numerosas curvas, adentrándonos en la masa forestal de pinos cada vez más compacta.
Al tomar altura nos asomamos al estrecho valle entre la sierra de Salinas y el Serral (959 m.) con su dentada cresta, posiblemente en esta primavera prepararemos una ruta para recorrer sus afilados picos. En un cruce con barrera para vehículos tomamos la pista del barranco de las Moladeras por la derecha.
Por la ancha pista seguimos introduciéndonos en la profundidad del bosque de pinos, mientras el sol intenta abrirse paso entre las nubes; se anunciaban rachas de aire de más de 25 km/h, pero creo que marcharemos protegidos por la foresta. Llegamos a otro cruce de pistas que seguimos por la derecha hacia el barranco de Juan Gil.
Este camino es algo más estrecho y apartado, por lo que encontramos numerosos rastros de jabalí buscando raíces y bulbos. Más adelante en una cerrada curva a la izquierda el track que traemos en el GPS tiene marcado un Waypoint para salirnos del camino por la derecha. Hay que estar atentos, y obviar los dos mojones que marcan el inicio de una senda.
A unos veinte metros de los mojones, cuando termina la curva, debemos de subir por una trocha sin hitos, de rastros débiles pero transitable entre matorral bajo y pinos. Nos esforzamos para progresar por la inclinada ladera hasta llegar a un pequeño collado.
En el collado lo tenemos más claro. Viene una senda desde el Cerro Laurel (1.168 m.) donde hay instalada una garita forestal de vigilancia para incendios. Al subir por la trocha hemos atajado el camino de tierra que llega a la garita y viene aquí por la senda. Tomamos barritas e hidratos de carbono.
Proseguimos por la derecha donde la cómoda senda serpentea y nos va elevando para superar la loma. Sobrepasamos un cruce de sendas que también continuamos por la derecha. Al fondo, en la planicie de la loma, distinguimos el vértice geodésico de la cumbre de hoy.
La Capilla del Fraile (1.238 m.) máxima altitud de la sierra de Salinas, posicionada en terreno yeclano. Ha sido la subida más fácil que he realizado a esta cima. Es mucho más duro cuando vienes desde el pueblo de Salinas o desde la Colonia “Sierra de Salinas” por la arista.
Un cielo nublado y brumoso permite poca visibilidad para panorámicas. Sopla un poco de aire y rebuscamos en los alrededores un sitio protegido para el almuerzo entre las rocas y las pequeñas carrascas.
Volvemos al punto geodésico para iniciar el descenso por la derecha, entre las retorcidas carrascas hasta que conectamos con una senda mucho más clara. Es un bonito recorrido al que se agregan las sabinas y el matorral bajo. Está marcado como Sendero Local (SL) de pintura blanca y verde.
Junto a un poste de madera con las marcas de SL termina la senda uniéndose a un camino que seguimos por la izquierda. Poco después arribamos a otro cruce de caminos balizado con paletas informativas y un panel del SL-CV 114.
Seguimos derecho, dejando el camino y adentrándonos en una boscosa senda entre pinos que nos desciende un poco y se acerca a las paredes rocosas con mucha vegetación. En unos ochocientos metros llegamos a un claro con carteles y una peana con información de la flora. Por la izquierda otra senda nos desciende a la cueva.
Cueva del Lagrimal (1.009 m.) Es de grandes proporciones, 330 m2 de superficie, la entrada tiene unas dimensiones de 14,8 por 5 metros, con una profundidad de 30,5 metros, que justo en su interior limitan los términos municipales de Yecla y Villena. El techo está ennegrecido. Su formación se debe a una fisura longitudinal que recorre el techo de la cueva, a través de la que se filtra el agua provocando la disolución de roca. Recibe su nombre por el continuo goteo de agua que normalmente cae del techo. Es una de las cuevas más grandes del término, y presenta restos arqueológicos desde el Mesolítico hasta la época árabe.
Al salir de la cueva nuestra ruta continúa por la izquierda, pegándose a las paredes para descender y situarse sobre la vertiente izquierda del Barranco del Lagrimal. Es un precioso recorrido boscoso, de vegetación poco cuidada en la hay que sortear algunos troncos caídos.
Cuando la senda se
estabiliza, nuestro GPS tiene otro Waypoint marcado. Veremos a la derecha una
hilera de piedras en el suelo como cerrando el paso a un rastro de senda que se
inicia. Nosotros tomamos este desvío. De seguir por la senda llegaríamos al
mismo sitio. Este es un recorrido para gente más experta.
Bajamos la ladera hasta introducirnos en el lecho del Barranco del Lagrimal dándole un vuelco a la tranquila ruta de hoy. Es un recorrido angosto entre paredes agrestes con abundante vegetación. La primera parte que exploramos es de fácil recorrido.
Poco a poco se va cerrando más y aparecen los escollos que tenemos que ir salvando. Pasamos entre grandes piedras caídas al cauce y hacemos algunos destrepes sencillos. La vegetación se enmaraña y para salvar un salto nos salimos, elevándonos por la derecha para volver a entrar de nuevo.
Bajamos la ladera hasta introducirnos en el lecho del Barranco del Lagrimal dándole un vuelco a la tranquila ruta de hoy. Es un recorrido angosto entre paredes agrestes con abundante vegetación. La primera parte que exploramos es de fácil recorrido.
Poco a poco se va cerrando más y aparecen los escollos que tenemos que ir salvando. Pasamos entre grandes piedras caídas al cauce y hacemos algunos destrepes sencillos. La vegetación se enmaraña y para salvar un salto nos salimos, elevándonos por la derecha para volver a entrar de nuevo.
El trayecto no es agobiante y está resultando entretenido. En algunos destrepes no lo tenemos muy claro y debemos avanzar paulatinamente hasta comprobar que realmente podemos seguir. En otras hemos de volver atrás y de nuevo por la vertiente derecha superar el obstáculo y volver al fondo del cauce.
En un gran salto
escalonado, debido a la profusa cantidad de troncos de pinos caídos o
arrastrados por las aguas en lluvias torrenciales, nos cuesta mucho progresar.
En otros saltos rocosos descendemos por estrechos canalones abiertos por las
aguas.
Llega el salto más
elevado. Intentamos rodearlo pero no hay un paso definido, la ladera es alta.
Volvemos a escrutarlo y nos parece demasiado obstruido, no tenemos claro que al
llegar al cauce haya un paso definido. Volvemos atrás y encontramos el único
hito de piedras en todo el recorrido, pero no vemos que está marcando.
Decidimos salirnos por la ladera derecha.
Con un poco de esfuerzo la superamos y conectamos con una senda. Desde arriba oteamos que de haber seguido por el cauce hubiéramos podido pasar. De todas formas apenas quedaban unos cientos de metros de cauce y el barranco se acaba. La senda desciende rápida y conectamos con el track de la ruta en una pista de tierra cerca de la Casa nº 8, llamada de López.
En la loma han caído unas gotas de lluvia que enseguida han cesado. Ahora nos dejamos llevar por la ancha pista hasta alcanzar las casas comunales de la Colonia. Poco antes de llegar oímos alboroto y vemos delante del edificio del Almacén gran cantidad de críos jugando a la pelota, mientras los mayores preparan las mesas y las mujeres cocinan una enorme paella. Quizás sea una excursión de profesores, padres y alumnos de algún colegio.
Con un poco de esfuerzo la superamos y conectamos con una senda. Desde arriba oteamos que de haber seguido por el cauce hubiéramos podido pasar. De todas formas apenas quedaban unos cientos de metros de cauce y el barranco se acaba. La senda desciende rápida y conectamos con el track de la ruta en una pista de tierra cerca de la Casa nº 8, llamada de López.
En la loma han caído unas gotas de lluvia que enseguida han cesado. Ahora nos dejamos llevar por la ancha pista hasta alcanzar las casas comunales de la Colonia. Poco antes de llegar oímos alboroto y vemos delante del edificio del Almacén gran cantidad de críos jugando a la pelota, mientras los mayores preparan las mesas y las mujeres cocinan una enorme paella. Quizás sea una excursión de profesores, padres y alumnos de algún colegio.
Preciosa y sencilla
ruta entre una gran masa de pineda, a la que le hemos echado un poco de
pimienta al bajar por el Barranco del Lagrimal. La he calificado de dificultad ALTA por este motivo, ya que ese tramo es para
gente más experta. Pero existe la opción de no salirse de la senda y llegar al
mismo final.
AGUA EN RUTA: NO
DISTANCIA: 13,2 KM.
TIEMPO: 05:35 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 1.238 M.
(La Capilla)
ALTURA MÍNIMA: 690 M.
(Aula de la Naturaleza)
DESNIVEL POSITIVO: 717 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 725 M.
DIFICULTAD: ALTA
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