domingo, 16 de febrero de 2014

CERRO DEL AGUDO DESDE LOS VIVES

El pueblo de La Murada no ha tenido un pasado violento, ni de disputas entre antiguos reinos, ni tampoco se libró, que se sepa, ninguna famosa batalla, no, por el contrario es una historia de gente común, trabajadores agrícolas y ganaderos que pacientemente se fueron instalando por todo este valle, cultivando como labradores las tierras de sus amos, señoritos, etc., formando barrios diseminados a los que sus propietarios otorgaron sus apellidos y que fueron dando cobijo a los componentes de cada familia. Así nacieron los barrios que hoy conocemos como “Los Vicentes”, Los Riquelmes, Los Rocamoras, Los Pérez, Los Quiles, Los Vives, Los Pepe-Pérez, Los Mellinas, Los Cutillas, Los Asensios, Los Díaz, Los Pérez-Giles, Lo Carmen, Tío Migalo, Los Limas, Los Carazos, Lo Montero, Lo Rambal, Los Clérigos, Rocalmoina, Lo Arsenal, Lo Belmonte, Lo Mampulín, Lo Naya, Los Pinos, Lo Maceras, Lo Molinero, Los Collareros, Los Planetas, Los Curetas, Los Chirrines, Lo Candel, Los Mazones, Lo Vilella, Los Sigüenzas, Lo Salar. Junto a estos, otros, cuyo nombre, más bien parece provenir de parajes o de cualidades de esos parajes como: Los Campirulos, Los Grillos, Los Corrales, Los Randeros, Los Gavilanes, Los Pinos, La Casa Colorá, Venta de los Perros, Las Casas Nuevas y El Cabecico. Separado por una muralla natural (la sierra del Agudo) se encuentra Barbarroja. Y terminaremos al final nombrando al segundo más poblado: La Virgen del Camino (barrio dividido entre dos ayuntamientos: Orihuela y Callosa: La Callosilla). El nombre de Virgen del Camino se le puso a mediados del siglo pasado, el Obispo Don Luís Almarcha, por la veneración que profesó a esta Virgen. El Obispo que lo fue de León, era hijo de La Murada y tenía una casa en La Callosilla. Al conjunto de todos los barrios citados se le llama hasta nuestros días CAMPO DE LA MURADA. Actualmente algunos barrios han desaparecido, y la mayoría de ellos se han ido despoblando, incorporándose su población alrededor del barrio principal y más poblado: LOS VICENTES. Todo el territorio comprendido conforma LA MURADA, con una extensión de 70 km2. 

CÓMO LLEGAR: Autovía A-15 hacia Murcia, salida en la nº   BENFERRI / LA MURADA, en La Murada continuar 5 km hasta los Vives. Suele haber sitio para aparcar.
ITINERARIO: LOS VIVES / EL ALJIBE DEL AGUDO / COLLADO / SENDA DE LA IZQUIERDA / CUERDA DE LA SIERRA / CUMBRE DEL AGUDO / SENDA POR LA DERECHA / CAMINO / SENDA DE LA LOMA / CAMINO / COLLADO / POZO DEL AGUDO / LOS VIVES.
COMPONENTES: VICENTE, SUSI Y PATRO

LA RUTA: Después de casi tres meses posponiendo la fecha, hoy toca gazpachos en el campo de Patro. Siempre pasa lo mismo, intentamos que vaya el mayor número de gente pero siempre surgen imprevistos, como hoy, solo somos tres para la ruta y casi todos para la comida. No sé si sentirme halagado, o añadirle una pócima a la comida para que les bailen las tripas.



De todas formas no saben lo que se han perdido, esta corta ruta es fantástica, con sus más de quinientos metros de desnivel y los constantes cambios en el frontal de la montaña a medida nos vamos acercando, hacen de ella un recorrido fuera de lo común.

Iniciamos desde el barrio de los Vives, en un caserío que hace chaflán, por la parte izquierda junto a una flecha azul y un cartel que hace referencia a las fechas de las nidificaciones de las rapaces y los datos del recorrido. Sobre los tejados de las casas ya tenemos la primera imagen del Cerro Agudo.

Su característica forma, me recuerda a una punta de flecha tallada en sílex por primeros hombres primitivos. Quizás también, a una puntiaguda almendra; realmente es una forma curiosa que llama la atención desde cualquier punto de vista.

El camino se convierte en una ancha pista de tierra por la que dejamos atrás las últimas casas y comenzamos a elevarnos. Poco después por la izquierda vemos la Casa del Tío Teodoro abandonada, pero que cerca de ella han comenzado a roturar los campos preparando inmensos bancales de naranjos y clementinas.

Tras varias rampas y revueltas el camino va cogiendo altura, pasamos cerca de pequeños cerros coronados por erosionadas muelas, y hacia atrás en la inmensa llanura de la Vega Baja irrumpen con fuerza la Sierra de Callosa y la Sierra de Orihuela.


Alcanzamos el Aljibe del Agudo, recientemente rehabilitado, pero con escasa agua. Afrontamos nuevas y fuertes rampas para superar una reseca loma. Traspasamos una cadena con una dirección prohibida para vehículos y las vistas se van ampliando a los recién creados campos de naranjos de tierras blancas y amarillas.


El cielo se va nublando y amenaza con caer algunas gotas mientras el sol se quiere abrir paso entre ellas; eso hace que sus rayos se filtren entre las nubes y tengamos vistas espectaculares de la Vega Baja, con reflejos en el mar, el Hondo y algunos invernaderos.


Pasamos junto a un diminuto refugio en una loma, y tenemos una visión más completa de las dos sierras, que ahora parecen una cordillera, y de nuevo, por efecto de las nubes y el sol, una imagen surrealista de la Veja Baja con el humo de la hoguera de una quema de rastrojos.

Con los lazos y rampas del camino superamos otra loma y de nuevo volvemos a ver emerger la característica silueta del Cerro del Agudo, haciéndose más patente la curvada hendidura que lo recorre de arriba abajo, como una herida abierta en su infranqueable muralla.

Por la derecha vemos una serie de lomas de similar tamaño, como una irrupción cutánea, en las que destaca una pequeña cantera que poco a poco va comiéndose su cima, dejándola plana como una mesa. A lo lejos, nuevos reflejos del sol entre las nubes.

Seguimos tomando altura y el Cerro continua creciendo ante nuestros ojos. Cerca de una zona más llana, donde se abre un claro, han hecho una pequeña charca artificial a menos de cincuenta metros de un mimetizado puesto de caza, quizás para conejos y perdices, a esa distancia es imposible que fallen.

Vamos acercándonos al collado en la misma base del Cerro del Agudo, marcada con una estaca y mojones por la izquierda se inicia la senda de ascenso. A esta altura observamos que por la izquierda le crece una aleta en forma de muralla que tenemos que salvar.

El nuevo sendero nos va ascendiendo por la loma poblada de matorral de esparto, en busca del paso más fácil para franquear la muralla. Hacia atrás vemos las puntiagudas lomas, y en la costa, la bruma invade el mar, acortando la profundidad del paisaje.

En la otra parte de la muralla todo es diferente, entramos en la cara norte, la masa de pinos se hace más patente en la altura, y el aspecto de la montaña cambia por completo, la aleta es una afilada cresta que crece escalonada en diagonal hasta llegar a la cumbre.


La senda se separa de la mole rocosa de la montaña y comienza a remontar entre los pinos para alcanzar la cuerda de la sierra. Las vistas de las cercanas lomas son muy nítidas y en la Vega Baja de nuevo las sierras de Callosa y Orihuela, con el litoral que se va aclarando.

Se acentúa la subida y la senda se retuerce entre las rocas  y los pinos, algunos de ellos caídos, haciendo un entorno más salvaje. Poco antes de llegar arriba, una pequeña culebra cruza por delante de nosotros y se enrosca en una mata de romero, sintiéndose más protegida.

En el collado tenemos bonitas vistas de toda la cuerda de la sierra que continua hacia Abanilla. Proseguimos por la derecha en clara dirección  a la cumbre; entre los pinos vemos la pedanía de Barbarroja, por donde también se asciende. Comienza una corta pero intensa subida, poco antes de la cumbre, hay un tramo pétreo en el que debemos apoyar las manos para superarlo.


Cima del Cerro del Agudo (725 m.) las vistas son espectaculares, parece mentira que estemos en la puntita que se ve desde la carretera. Vemos la cara sur de la cuerda de la sierra poblada de pinos, una de las canteras de la Romana y el brumoso litoral de con la Vega Baja.


Buscamos un buen sitio para tomar unas frutas contemplando el resto del paisaje,  centrándonos ahora en las lomas que nos separan de la Sierra de Crevillente, y que conforman un paisaje lunar. Tirando de zoom nos acercamos al Picatxo y la Vella, y en el centro del valle Hondón de los Frailes.

Iniciamos el descenso por el lado contrario de la subida, siguiendo unos mojones por la derecha y una senda algo vertical que nos baja entre las rocas para serenarse luego entre los pinos. La bajada es rápida y mirando hacia atrás tenemos una nueva perspectiva del cerro, esta vez, parece una loma poblada de pinos.

La senda termina en un camino que seguimos por la derecha, haciendo una cerrada curva junto a un bancal de almendros y olivos. Entramos de nuevo en la cara sur y acercándonos a la base de la montaña, de la que el sendero nos ha separado esquivando una loma.

Esta vertiente es totalmente distinta a la de subida, esta montaña tiene mil caras; ahora parece mucho más agreste, con nuevos canales y hendiduras abiertas que surcan su frontal. Cerca de su base dejamos el camino y por la izquierda comienza una vertical senda entre las lomas.


Echando el freno, vamos bajando paulatinamente al tiempo que contemplamos de cerca las pequeñas lomas que forman el paisaje lunar junto a la diminuta cantera. La senda se acaba al llegar a un camino con un viejo cartel que indica la subida por este lado.







Andamos por la derecha y la montaña va recuperando su primitiva forma. Hacemos una bonita foto de su curvada hendidura central que la recorre de arriba abajo. Llegamos al collado de esta mañana y cerramos el círculo. Ahora repetimos camino de bajada.

El día ha ido mejorando y las vistas a la Vega Baja y las sierras de Callosa y Orihuela son mucho más nítidas, atrás dejamos la aguerrida silueta del Cerro del Agudo y por la ancha pista vamos descendiendo con soltura  en el camino de regreso.

Se nos ha hecho corto este tramo, y en seguida tenemos las casas del Barrio de los Vives y nuestro coche. Ha sido una agradable excursión muy, montañera en su parte central con una preciosa cara norte.

Regresamos al campo de Patro y comenzamos a encender la leña; mientras llegan el resto de comensales, a los que ponemos los dientes largos describiendo nuestra ruta de hoy. Entre cerveza y cerveza vamos cocinando los gazpachos, que hoy han salido de muerte.
VER RUTA EN WIKILOC:
RECORRIDO: CIRCULAR
AGUA EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 8,5 KM.
TIEMPO: 03:20 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 725 M.
ALTURA MÍNIMA: 225 M. (Los Vives)
DESNIVEL POSITIVO: 575 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 582 M.

DIFICULTAD: MODERADA.

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