sábado, 9 de febrero de 2013

SIERRA DE CARRASCOY, GRAN CIRCULAR

La historia de la localidad de Carrascoy queda enmarcada dentro del devenir de las comarcas del campo de Murcia. Teniendo como único núcleo de población la pequeña villa de La Murta, la documentación histórica nos habla de repartos de tierras dedicadas a la labor agrícola o al pastoreo. Tras la reconquista del territorio murciano por Alfonso X, en 1286, el objetivo de la corona castellana para con la administración del mismo se basó en repoblar las tierras abandonadas, en muchos casos, o simplemente yermas. Los repartos muchas veces se hicieron a familias de terratenientes o nobles, algunos llegados desde distintas comarcas de la Península. Si bien buena parte de Carrascoy quedó sin asignar en los primeros repartimientos, el topónimo de La Murta, que deriva del arbusto del mismo nombre (también conocido como arrayán), se puede encontrar en documentos del siglo XIII del archivo de la Catedral de Murcia, en ellos se hace mención de la torre de La Murta, entendido como un donadío. ¿Una torre vigía quizá?, teniendo en cuenta la abundancia de pequeñas fortalezas y torres vigías ya en época islámica, podríamos entenderlo así. Podemos ofrecer tan solo un contexto histórico amplio en el que quedarían los parajes y núcleos poblados, o caseríos dispersos de Carrascoy. Tras los repartos del XIII se suceden los de 1308, solicitados por el Concejo de Murcia al rey Fernando III y los de 1466, en los que se conceden tierras en la localidad en la rambla de Murta y en el Rincón de Murta. Posteriormente en 1475 y 1491 se efectuaron nuevos repartos, algo que indica la dificultad existente para repoblar la zona. Hasta el siglo XVIII no se asiste a la formación de lo que más tarde serían municipios en esta área geográfica cercana a Carrascoy, caso de Fuente Álamo o Los Alcázares. El siglo XIX destaca por los frecuentes cambios de administración en la zona. Carrascoy formaría parte del amplio territorio de Corvera entre 1820 y 1823, fecha del gobierno liberal de la península, conocido como Trienio Liberal, en el que se experimentaron momentos de grandes cambios en las administraciones territoriales, aunque efímeros en el tiempo. En 1969 se observa el mayor índice poblacional en Carrascoy, con un total de 401 habitantes. Pero la realidad de un territorio vasto de secano, inmerso en una geografía natural árida dedicada tan solo a los cultivos o a un sector de ganadería que desapareció con el paso de los años, sólo ha conseguido que el único núcleo poblado de Carrascoy, La Murta, apenas supere el centenar de habitantes.
CÓMO LLEGAR: Por la A-7 E-15 hasta Murcia, continuar por la A-30 MURCIA/CARTAGENA, salir por la nº 155 hasta CORVERA por la MU-601 atravesar el pueblo y por la E-5 llegar a LA MURTA, por la izquierda del pueblo seguir la pista asfaltada, dejar a la izquierda la Casa de las Pestillas y cuando la pista se bifurca en forma de “Y”, seguir por la derecha y aparcar en la gran explanada de la Casa de Victoriana.
ITINERARIO: CASA DE VICTORIANA / RAMBLA DE LOS MONREALES / CASA DEL MARQUÉS / RAMBLA DE LA CUEVA / LA CASICA / SENDA HASTA LA PISTA DE SERVICIO / CABEZO DEL RELOJ / LOS FILOS / CENTRO EMISOR / MORRO DE LA FUENTE / MORRO DE LA PALMA / EL COLMENAR / CASA DE LA PESTILLA / CASA DE VICTORIANA.
COMPONENTES: VICENTE, JULIÁN, LOURDES, PATRO Y SANTI






LA RUTA: Nueva incursión por tierras murcianas. Esta vez nos vamos a la máxima altura del Parque Regional Carrascoy y el Valle: Cabezo del Reloj (1.062 m.) Pese a ser una zona poblada de antenas, es un bonito otero para contemplar la parte sur de la Región de Murcia.







Iniciamos desde la explanada de la Casa de Victoriana, volviendo donde la pista forma la “Y” y continuamos por el ramal de la izquierda. Después de tres semanas continuamos con vientos muy fuertes. Hoy esperamos un día despejado pero con rachas que superarán los 40 km hora.







Bien abrigados, vamos por la pista asfaltada entre bancales de almendros en flor  y con el sol a nuestras espaldas. Dejamos el asfalto por la tierra en clara dirección a la sierra, donde ya distinguimos en todo lo alto uno de sus nidos de antenas.










Durante un tramo el camino va paralelo a la Rambla de los Monreales que al poco cruzamos y dejamos por la izquierda. La pista sigue ascendiendo suavemente y llegamos a la Casa del Marqués, hoy convertida en casa rural cercana a las faldas de la sierra.








Poco más adelante, dejamos también a la derecha la Casica, antiguo corral de ganado, y nos adentramos en la Rambla de la Cueva, desde donde distinguimos dos de las cumbres infectadas de antenas.









Los campos de almendros y olivos van quedándose atrás dando paso al matorral y arbustos de sierra. El camino se va estrechando hasta convertirse en senda junto a la ladera de la montaña donde comienza un salpicado pinar. Tenemos brumosas vistas del Mar Menor y el Campo de Cartagena.








La bonita senda montañera, entre pinos al principio, se vuelve exigente en la subida, haciendo que nos elevemos con facilidad por el inicio de la Rambla de la Cueva. En la otra ladera apreciamos algunas cavidades.








Tomamos un respiro acompañado de frutos secos, mientras contemplamos las lejanas vistas de Columbares en El Valle, y para arriba, las puntiagudas antenas cada vez más cercanas. Seguimos esforzándonos hasta conectar con la pista de servicio (994 m.)






Proseguimos por la izquierda, por la empinada cuesta en dirección al poblado núcleo de antenas. Al menos han tenido la deferencia de separarlas un poco del punto geodésico. Cabezo del Reloj (1.062 m.) Comprobamos que ésta no es la mayor altura y decidimos hacer cumbre en los tres nidos de antenas, que forman un triángulo entre sí.




Desde el punto geodésico continuamos por una sendita al filo del precipicio, con la que evitamos la carretera de servicio durante un buen tramo. Llegamos al segundo núcleo que está verjado entre abundante vegetación. Los Filos (1.064 m.) No hay punto geodésico pero el mapa y el GPS marcan la máxima altura. Sierra Espuña posa imponente, es la primera vez que la veo desde una posición tan frontal. El Pantano y el Barranco de Gebas resaltan a un lado.



Buscamos infructuosamente un sendero para llegar al Centro Emisor desde este otero, pero solo se ven rastros de animales entre la espesa vegetación. Elegimos la carretera como acceso más directo hasta que a medio camino, una pista de tierra a la izquierda parece ser la conexión que buscábamos, pero termina al llegar a una caseta de madera para la observación de animales y aves. Metidos ya en el lio, decidimos proseguir sin sendero hasta alcanzar de nuevo la carretera y llegar a la tercera cima de hoy.

















Centro Emisor de Carrascoy (1.061 m.) Aquí además de antenas, hay paneles y diversos artefactos en un recinto vallado. Pegados a la valla, evitando el aire, almuerzan cuatro personas que han subido en un todoterreno. Apenas hacemos fotos, estamos hartos de antenas.







Comenzamos el descenso por una senda que nace a unos cien metros por la derecha y que nos lleva hasta el Morro de la Fuente (1.031 m.) cuarta cima de hoy. Aquí el núcleo de antenas es minúsculo. Continuamos bajando hasta que encontramos un sitio resguardado del aire entre pinos y carrascas, donde damos buena cuenta de nuestras viandas.









La senda en cómodo descenso nos acerca al Morro de la Palma (1.031 m.) que debemos de rodear por la derecha. Aparecen los primeros pozos o respiraderos de las antiguas instalaciones mineras de la zona, tienen mucha profundidad y están vallados.












Vamos encantados con el trazado y nos crecemos. Al llegar a un desvío marcado con pintura de color bermellón fluorescente en el suelo y en los pinos, decidimos tomarlo porque parece llevar nuestra dirección. El recorrido es precioso pero en algunos tramos parece recién habilitado para una carrera de montaña. Comenzamos a tener dudas puesto que no vira a la derecha. Comprobamos mapas, ya que estamos fuera de la ruta marcada en el GPS, y efectivamente nos hemos alejado de nuestro destino.








Deshacemos parte del recorrido marcado en fluorescente hasta recuperar el trazado en el GPS. Por lo visto, al que hizo la ruta le pasó algo parecido y decidió atajar bajando a un barranco y dar la vuelta al Morro de la Palma por la izquierda.










Oteamos el horizonte y resolvemos seguir el trazado del GPS, el barranco es poco profundo y asequible. Volvemos a encontrar dos pozos más, pero esta vez sin valla, lo cual es un verdadero peligro.








En el fondo del barranco encontramos rastros de senda que a media altura nos sacan del mismo, terminado de rodear el Moro de la Palma por la izquierda y conectado con el camino “oficial” que habíamos perdido arriba, y cerca de las ruinas de El Colmenar.












Continuamos por el camino y cerca encontramos unas mangueras con un grifo de agua potable. La más cercana que marca el mapa es la Fuente de la Bastida, pero a cierta distancia de este lugar.









El camino nos pasa por debajo de la chimenea, que en realidad es otro respiradero de las instalaciones mineras. Más adelante conecta con la pista asfaltada cerca de las Casas de los Monreales.












Ahora nos dejamos llevar por la carreterita entre bancales de almendros. Dejamos atrás la Casa de la Pestilla y un cerro con una imagen blanca de un Corazón de Jesús en lo alto.











Vienen algunas casitas de campo y más almendros floridos junto a unos hermosos olivos centenarios. Arribamos a la explanada de la Casa de Victoriana cerrando el círculo de la ruta de hoy.


RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 19,800 KM.
TIEMPO: 06:56 HORAS
ALTURA MÁXIMA: 1.064 M. (¿Los Filos?)
ALTURA MÍNIMA: 410 M. (Casa de Victoriana)
DESNIVEL POSITIVO: 948 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 963 M.
DIFICULTAD: MODERADA.

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