Delimitado por las
sierras de les Agulles y de la Murta, se encuentran dentro del LIC de la Sierra
de Corbera. Su orientación noroeste-sureste responde a las últimas
estribaciones de los montes Béticos. Los movimientos orográficos del plegamiento
alpino hicieron emerger del fondo del mar, hace unos 30 millones de años, los
estratos de la época jurásica y cretácica, que configuran estas importantes
moles calcáreas, donde la erosión, a lo largo de milenios, han esculpido formas
espectaculares y caprichosas, como las que nos ofrecen la sierra de les
Agulles. Por sus valores naturales y paisajísticos, este grupo de valles y
montañas limítrofes, comparten protección bajo la declaración de Paraje Natural
Municipal “La Murta y la Casella” desde 2004.
A la Casella se llega desde Alzira donde la
fértil vega del Xúquer y los recursos de los montes ha dado lugar a una
ocupación casi total y continua del suelo. Desde la Prehistoria se localizan
diversos asentamientos humanos, pudiéndose afirmar que estamos ante un paisaje
cultural, con numerosas evidencias de las distintas etapas históricas. Conviene
destacar el despoblado de la Cultura del Bronce Valenciano de la Muntanya Assolada,
cercano a la Urbanización de San Bernardo. Desde allí se puede contemplar una
inmejorable vista panorámica de las dos Riberas del Xúquer, la Albufera y el
vasto territorio que se extiende paralelo a la franja litoral El centro urbano
contiene un importante legado histórico artístico que reúne variados elementos
culturales, como el barrio histórico de la Vila, antigua “Al-Yazirat Suquar”,
la Isla del Xúquer. Diversos historiadores la consideran como heredera de la
legendaria Sucro Ibérica, documentada en los textos clásicos. Durante el
periodo islámico, la población destacó como núcleo principal de un extenso territorio
poblado por cuarenta y dos alquerías. Entre sus habitantes destacaron
personajes como los poetas Ibn Jafava o Ibn Al Zaqqaq; el historiador Ibn
Abikasal o el médico y filósofo Ibn Tumlus. El 30 de diciembre de 1242 el rey
Jaime I la tomó pacíficamente y le concedió el título de Vila Real. Como tal,
participó en las Cortes del Reino de Valencia. A lo largo de los siglos y
debido a su estratégica situación geográfica desempeñó un papel destacado en
diferentes sucesos históricos como la Guerra de la Unión, también en el
interregno al que puso fin el Compromiso de Caspe, en las Germanías o en la
Guerra de Sucesión.
COMO LLEGAR:
Autopista A-7 dirección Valencia, salida en la rotonda elevada UNIVERSIDA/SAN
VICENTE DEL RASPEIG, dirección Alcoy. Dirección Valencia, salida 863 ALZIRA,
continuar por la CV-550 dirección Alzira, en las rotondas seguir dirección LA
MURTA Y LA CASELLA, hasta que en la última rotonda hay una bifurcación: LA
MURTA se va por la izquierda y LA CASELLA por la derecha. Continuar unos 8 km
hasta el Bar de La Casella. Aparcar.
ITINERARIO:
BAR DE LA CASELLA / CASA FORESTAL / EL MIRADOR / COVA DE LA GALERA / L’OUET /
LA RATLLA / PUNTAL DELS GERMANELLS / PUNTAL DE MASSALARI / FONT DE LA SANGONERA
/ CASA XIMO / CORRAL DE LA RATLLA Y FONT DEL BARBER/ CASA FORESTAL / BAR DE LA
CASELLA.
COMPONENTES:
VICENTE, JULIÁN, LOURDES, PATRO Y JOSÉ CARLOS.
LA RUTA: Tendremos un buen día, algunas nubes de algodón nos acompañan en el inicio, por la pista que hay detrás del Bar, con una cadena que impide la circulación a los vehículos, entre abundante vegetación y pinos.
Rápidamente estamos metidos en el entorno montañoso que forma un estrecho pasillo a ambos lados del camino. Hacia atrás, en el fondo del valle, distinguimos el pueblo de Alzira bañado por un resplandor solar entre las nubes.
Enseguida llegamos a la reserva de ciervos ubicada dentro del paraje del Parque Municipal desde hace más de 30 años, a iniciativa de una donación particular hecha al Ayuntamiento de Alzira. Dentro del recinto vallado vemos un joven ejemplar macho con cornamenta de varias puntas.
Seguimos avanzando hasta llegar a la Casa Forestal (295 m.), en un entorno frondoso con una hermosa higuera en la porchada y un alto eucaliptus escoltando la parte de atrás. Está cerrada pero suponemos que será utilizada como albergue.
Salimos a una zona algo más abierta y nos sorprende a la derecha la visión lateral de la sierra de les Agulles, con su falda plisada, nunca mejor dicho, formando esos bonitos pliegues y arrugas que la caracterizan, coronada por estrechas y afiladas crestas.
Por la izquierda perfectamente balizada empieza una senda y abandonamos el camino. Comienza el PR-CV 304 que nos conducirá cumbreando a todas las alturas de esta zona. Ahora nos dirige hacia la sierra, donde encontramos un desvío a la izquierda al Mirador (370 m.)
Bonito otero sobre un espolón rocoso rodeado de vegetación y que nos permite unas preciosas vistas de las montañas a ambos lados de este estrecho y encajonado valle. Volvemos de nuevo a la senda principal.
Ahora ascendemos un poco hasta pegarnos a las paredes de la sierra, tenemos otro poste con paletas informativas a l’Ouet y la Cova de la Galera, y entramos en una especie de llanura, es el Pla de Simetes. La senda se encamina hacia una casa derruida que hay en medio y vemos a varias personas que van delante subir a una pequeña loma.
En las inmediaciones de la casa tenemos un cruce en forma de aspa con marcas de PR en todos los sentidos, derecha, izquierda y de frente, pero no hay paletas informativas. Consultamos el mapa y decidimos seguir de frente, hacia la Cova.
Superamos la loma y tenemos una preciosa panorámica de la Ribera Baja donde desemboca el río Xúquer, con Cullera, su Muntanya de les Rabosses, la única elevación en toda la planicie de los campos de arroz, y el amplio litoral mediterráneo. Por la izquierda asoma una de les Orelles d’Ase.
La senda continua
por la izquierda y unas decenas de
metros después tenemos la enorme boca de entrada a la Cova de la Galera (430
m.) Es una cavidad natural en la parte nordeste de la sierra. Consta de una
sola cámara de altos techos y muy amplia. Se accede por un pequeño terraplén
que al mismo tiempo hacía de puerta para guardar el ganado. Su interior es
húmedo y tiene muchas estalactitas y estalagmitas con bonitas formas, aunque su
crecimiento ha cesado por falta de humedad y algo de vandalismo. La parte mejor
conservada es la parte interior, con hermosas columnas y chorreras, alejada de
la boca de entrada, con poca luz y más humedad.
A la salida, admiramos de nuevo las vistas costeras y deshacemos senda hasta las inmediaciones de la casa derruida, el cruce sin paletas informativas. En el sentido que ahora vamos, seguiremos por la derecha, por delante de la casa entre abundante vegetación de matorral y en dirección a la cresta que tenemos delante y que está culminada por el l’Ouet.
Bonita subida, no exenta de esfuerzo que nos deja en l’Ouet (533 m.), pequeño observatorio forestal de forma ovalada, sin puerta, su interior está deteriorado y pintarrajeado por los gilipollas de siempre, supongo que los pasillos de sus casas los tendrán decorados de la misma manera. Maravillosas vistas a les Orelles d’Ase (575 m.), el Cavall Bernat (587 m.) y los pliegues de la sierra de les Agulles.
Descendemos hasta el cruce de sendas y seguimos de frente, la senda va a buscar ahora el cordal que nos elevará a la Ratlla, seguimos en el Pla de Simetes. Entramos en una pequeña vaguada con antiguos bancales y restos de un pozo, con frondosa vegetación de pinos jóvenes que han rebrotado de las piñas caídas al fondo de la vaguada de los pinos quemados en antiguos incendios.
Comienza la subida, la senda nos desvía por la izquierda para evitar la cabecera de un barranco entre matorral de monte bajo, coscoja y palmito, para buscar la otra loma y seguir ascendiendo entre un pasillo de vegetación. Volvemos a tener vistas del mar, la sierra de les Agulles y las montañas del valle de la Murta.
Seguimos esforzándonos en las últimas rampas y zigzags hasta coronar la cima de la Ratlla (625 m.) máxima altura de los dos valles. La cumbre tiene un ancho espolón hacia el mar. Vemos todo el cordal de la sierra que nos queda por transitar, al fondo a la derecha está el Mondúver con sus antenas y por detrás de unas lomas asoma el Montgó.
Descendemos un fuerte escalón entre rocas hasta un colladito para comenzar de nuevo ascendiendo por la clara senda del cordal. Mirando hacia atrás vemos la mole rocosa de la Ratlla, su espolón y por delante otro enclave abrupto mirando al mar.
Llegamos la cumbre dels Germanells (589 m.) tercera cumbre de hoy en esta larga cadena montañosa. Está marcado por paletas informativas de madera, Hemos dejado el PR-CV 304 y ahora transitamos por el PR-CV 38 que nos llevará hasta la Font de la Sangonera para enlazar con el PR-CV 303 que utilizaremos para el regreso. Las vistas siguen siendo preciosas.
Proseguimos salvando
otro vaivén, en pos de nuestra cuarta y última cima de hoy, Punta de Massalari
(601 m.), sin punto geodésico y marcado con paletas informativas de madera. El
Montgó y su plataforma se distinguen perfectamente. Plantamos el campamento
para la comida, José Carlos no aguanta el ayuno y luego se asombra de nuestras
viandas.
Iniciamos el descenso. Paisaje carente de arbolado que ha sido arrasado por diversos incendios y que ha dado paso a una exuberante vegetación de matorral que cubre todas las lomas, solo en las vaguadas se regeneran los pinos.
En una de estas vaguadas se encuentra la Font de la Sangonera (416 m.), dotada de varias mesas de madera a la sombra de unos pinos. Por un estrecho caño mana agua muy fresca. Hemos de continuar por el PR-CV 38 en dirección a la Font del Barber. Les Agulles asoman entre las lomas.
Cambiamos
radicalmente de dirección dando un giro a la derecha. Caminamos entre pinos
hasta otras paletas que de nuevo por la derecha nos siguen dirigiendo a la
Font. Llegamos a un cruce de caminos junto a una casa derruida, creemos que es
Casa Ximo pero no hay información. Consultamos el mapa y seguimos rectos. Poco después
vemos que el camino sigue hacia la izquierda, como rodeando la sierra de les
Agulles. Miramos el GPS y estamos fuera de ruta. Atrás.
En Casa Ximo
seguimos por la derecha, ahora sí, que sí. Arribamos al Plá del Barber junto al
Corral de la Ratlla y tenemos un poste con paletas metálicas con información
del PR-CV 303, también hay un desvío a la Font de la Teula y la Font del
Garrofer por el interior del barranco. Pese a lo atractivo del recorrido
decidimos no hacerlo, a José Carlos se le han despegado las suelas de sus
botas, eso le pasa por no venir más a menudo, y se las ha atado con hilos y
cordones. Elegimos la pista con su suelo más firme.
En un recodo vemos el depósito de agua para incendios en la Font del Barber, a la cual no hemos bajado. El recorrido de la pista es de subida en el primer tramo para llanear después. Transitamos por debajo de las cumbres que hace unas horas hemos pateado.
A nuestra izquierda
tenemos los dientes de sierra de les Agulles y tramos de la ruta dels Monestirs
por el Pas del Pobre. Avanzados rápidos y las botas de José Carlos resisten.
Sobre nuestras cabezas la cumbre de l’Ouet, y en un poco más la Casa Forestal,
la Reserva de Ciervos y el Bar de la Casella.
Ha sido una preciosa
ruta desconocida para nosotros y con ella ya tenemos recorridos los dos valles:
La Murta y La Casella, que nos dará pie a otras excursiones desde la Valldigna.
RECORRIDO: CIRCULAR
RECORRIDO: CIRCULAR
AGUA EN RUTA:
SI. Font de la Sangonera y Font del Barber.
DISTANCIA: 16,900
KM.
TIEMPO: 05:56
HORAS
ALTURA MÍNIMA:
220 M. (Bar de La Casella)
ALTURA MÁXIMA:
625 M. (La Ratlla)
DESNIVEL
POSITIVO: 803 M.
DESNIVEL
NEGATIVO: 810 M.
DIFICULTAD:
MEDIA.
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