Posted by : Vaig a Peu viernes, 15 de abril de 2011

PREAMBULO:

Viaje muy esperado con Carol. Hace unos tres meses a la vuelta de uno de sus Cursos en Barcelona, donde coincidió con una colega que su pareja es guía de montaña profesional, me dijo que tenía programado para estas fechas un viaje a Marruecos con ascenso al Toubkal y que a ella le hacía mucha ilusión, a mi me tuvieron que empujar.

Conectamos con la Web de Patrick Perisse que así llama  www.naturaiaventura.ad de Andorra y comprobamos que las fechas coincidían con Semana Santa y que a ella le venía perfecto para programarse el trabajo. El recorrido parecía asequible, trascurría por varios valles del Atlas entre pueblos bereberes, con muleros, cocinero,  guía nativo y la ascensión al Toubkal 4.167 m. La última jornada la tendríamos libre en Marrakech.

Nos cruzamos varios correos con consultas y matizaciones sobre seguros, mientras sucedió lo inesperado: Sublevación contra el régimen en Egipto, Túnez y algún síntoma en Marruecos, lo cual nos creó mucha incertidumbre. Parecía que este país se quedaba al margen, solo había alguna manifestación en Rabat la capital.

Nuestro ánimo estaba intacto y seguíamos las noticias con mucho interés, Patrick había consultado con su colega berebere y por allí estaba todo muy tranquilo.

Decidimos confirmar nuestras plazas y hacer la primera entrega con algunos cambios, el viaje estaba programado con salida desde Barcelona con lo cual tendríamos que llegar hasta allí. Consultamos vuelos y había uno desde Alicante a Marrakech un día antes y regresaba un día antes, se lo propusimos a Patrick y no hubo pega: nosotros estaríamos el primer día en Marrakech y el resto del grupo el último, durante el trekking estaríamos todos juntos. Perfecto, pero quedaba algo más de un mes y el cupo mínimo eran cinco, máximo doce y de momento éramos los únicos, no compraríamos los billetes de avión hasta cubrir el cupo.

Pasaron varios días y la situación política en Marruecos se mantenía pero se agravaba en el resto de países. Del Caminho Portugués regresaría el día 10 con lo cual tendría cuatro días para descansar.

Y por fin el correo de Patrick: ya éramos cinco. . . . .

1º DIA 15/04/2011
MARRAKECH

A las 9 he terminado de llenar las dos mochilas, la grande que voy a facturar, lleva los crampones, el piolet y los palos, pensamos plastificarlas en el aeropuerto así le añadiré otra bolsa con las botas de trekking.

A las 11 Carol, está radiante, viene a casa, cogemos mis cosas, nos vamos al parking a por mi coche, a su casa a por sus mochilas y a la tienda, Susi viene a despedirnos y se traerá el coche a casa.

Embalamos mochilas, facturamos, controles y embarque, hay turistas pero también mucha gente marroquí. Carol ha preparado dos bocatas y una ensalada para comer durante el vuelo. El avión va tope y es un vuelo ajetreado, varias confusiones entre la tripulación y los pasajeros al pedir comida o bebidas, las dos horas resultan entretenidas.

Hemos volado bordeando toda la costa hasta el Cabo de Gata, luego cruzando el estrecho hasta África y poco después Marrakech.

Al bajar por escalerilla la cruda realidad nos golpea de lleno, más de 30º de calor pegajoso. El aeropuerto no es muy grande, recogemos mochilas y pasamos control de pasaportes. Cambiamos € a Dirham, hay varias ventanillas, casi todas con el mismo valor de cambio.

Al salir parada de taxis, abres bien los ojos, pues parecen que te estén esperando conductores y “ayudantes”. Comienzan los regateos, petit taxi para dos y cuatro mochilas, arriba a bajo, pese a ello creo que nos cobran de más aún siendo barato.




En 15 minutos estamos en el hotel y primera sorpresa: nos dicen que no tenemos habitación reservada, mudamos de color e insistimos, nos dicen que no de nuevo, les pedimos que repase las reservas de ayer,  las de hoy y las de mañana a nombre de Ali no sé que más. Resulta que teníamos mal escrito el nombre, era Mohamed y el apellido. Una vez resuelto sí teníamos habitación ¡uf!

Estamos a 150 metros de la gran plaza Jemaa el Fna, casi todos los edificios son de un color rosa pálido y de pocas plantas, ninguno de ellos puede superar la altura de las mezquitas. Nuestro Hotel Facoult  es viejo y destartalado, pero es lo que hay, la habitación tiene dos camas una de matrimonio y la otra más pequeña, ducha, aseo, armario y un TV Sony que te pagarían más por su antigüedad que por lo que se ve, de todas formas es nostálgico volver a ver la TV con nieve.

Salimos a la calle, si Oporto era decadencia esto es el caos, el tráfico es inenarrable, apenas hay semáforos y en cada uno hay un guardia para que lo respeten, donde no hay guardia y paso de cebra encomiéndate a la Virgen, ¡no paran y van a por ti.Capítulo a parte son las motos, os acordáis de las Mobilettes, ¡odio las Mobilettes y las bicicletas! Son como moscas están por todas partes, en las plazas, en las estrechas calles de los zocos y por lo visto ellas tienen la preferencia o te atropellan, voy a llegar con una cintura de avispa de tanto driblarlas. La mayoría de la gente intenta ser amable, otros se pasan, desean que te pares, cogerte, pero solo quieren que compres o dinero por llevarte algún sitio.
















Tomamos un zumo de naranja exprimido al instante, muy rico. Intentamos hacer uno de los itinerarios de nuestra guía, dice dos kilómetros algo más de dos horas, nosotros lo hacemos en media, nos proponemos otra, es difícil encontrar el punto de inicio, lo conseguimos, luego nos desviamos y acabamos en las Tenerías con su putrefacto olor, te dan hasta un ramillete de hierbabuena para poder soportarlo, e infinidad de gente queriendo guiarnos y llevarnos ¡no dinero, no dinero! Que siempre acaba pidiéndote el último. El regreso estuvo chupao, comenzamos a dominar el zoco.



No pasa el tiempo y hace bastante calor, en la gran plaza están montando los tenderetes de comida. Decidimos entrar de nuevo en el zoco, dichosas bicis y Mobilettes. Unos te dejan mirar, otros te preguntan de donde eres, ¿Alicante? Mercadona, Barça, Mesi, Madrid no. Hacemos alguna pequeña compra, intentamos regatear  nos sale a medias, no importa, te diviertes. Se va ocultando el sol y vamos regresando a la Gran Plaza ya está todo el tinglado montado, pero si te acercas a mirar, volvemos a empezar ¿Alicante? Mercadona etc.


Decidimos hacer más tiempo y subimos a la terraza de una de las cafeterías de la Plaza, es obligatorio hacer una consumición, sentarte en una mesita cuesta un poco más, hay una pareja española que nos cede un poco de espacio para hacer algunas fotos, la vista completa y aérea de la plaza es espectacular, se van encendiendo todas las luces y los fuegos de los puestos de comida lanzan llamas y humo.











Bajamos y observamos desde el perímetro, en los puestos de comida turísticos son los que te avasallan y en los que hay sentada comiendo gente marroquí nadie se mete contigo. Probamos en uno de ellos, pedimos dos tazones de sopa que está riquísima, una especie de potaje con verduras, garbanzos y pasta con especias, prueba superada, seguimos y nos sentamos en otro, una pequeña barra baja en forma de U donde hay seis cocineros atentos a los fuegos y a los clientes, pedimos un aperitivo de salchichas a la brasa, son pequeñas y delgadas, muy sabrosas, nos dan un pan chafado y en dos platos nos ponen tomate rallado con cominos y ensalada marroquí, pedimos té y un tajin de ternera, especie de estofado con patatas y especias hecho en un recipiente de barro tapado con una especie de cucurucho también de barro, nos comemos todo el pan mojando.


Damos varias vueltas mirando encantadores de serpientes, corros de gente oyendo contar historias en marroquí, familias enteras cantando canciones, ojo, están muy atentos a las fotos para pedirte dinero. Otros corros con gente pescando botellas de refrescos con largas cañas con hilo y un pequeño aro, todos ellos alumbrados deficientemente con algún que otro camping gas.



Son algo más de las 21,30 y estamos rendidos. Ha sido un día muy, muy intenso y estresante.

2º DIA 16/04/2011
MARRAKECH

Hemos descansado bien aunque el último té nos hizo algo de efecto y nos costó dormirnos. Ducha y bajamos a desayunar a las ocho. En un salón algo sombrío tienen preparado una especie de self service, té, café, leche, zumo natural de naranja, mantequilla, mermeladas, tortitas y pastas, lo probamos casi todo. Sacamos nuestra guía y plano. Hoy toca turismo.
















Comenzamos a andar en dirección a la Plaza Ferblantiers, es pronto y todavía están abriendo las tiendas de farolillos y trabajando en los talleres, seguimos al Palais El Badi, somos de los primeros, está toda la muralla plagada de nidos de cigüeñas, algunas con sus crías. Aquí hay poca cosa, un gran patio con naranjos a nivel inferior del suelo y un bonito trono de madera en forma de escalera para estar más cerca de Alá.




















De aquí hemos ido a visitar las Tumbas Sadies con un bonito jardín, hace menos calor que ayer y a la sombra se está fresquito, continuamos hacia Palais de la Bahía, las similitudes con la Alhambra y la Mezquita son muchas,  comienza haber más gente. Visitamos el Mercado de la Mellah, sin entrar en las catacumbas. Llegamos tarde a la Maison Tiskinin, cierran al mediodía y entramos en Dar Si Said, no hay muebles pero las estancias, techos y puertas son preciosas, la Alhambra sigue aquí, con pequeños y acogedores jardines.



Buscamos donde comer, por supuesto marroquí, en la guía viene uno que nos gusta, encontrarlo en el mapa es otra cosa, pero Tauro y Capricornio insistimos y lo logramos, está en una callejuela cerca de la Gran Plaza, Couscous y Tajin de ternera, ahora si que si, vaya sabores, estamos alucinados.

                                                                                                                                  
Decidimos hacer una incursión en la zona nueva, Café La Poste en la Avenida Mohamed V y unos veinte minutos andando, después de varias consultas puesto que a nuestro mapa le faltan algunas rotondas lo encontramos, estilo colonial francés, solo faltaba que apareciese Ricky y Sam tocando el piano. Muy tranquilo, buen té, descansamos y me pongo al día en mis notas.


Nos quedan dos horas para terminar las compras antes del primer Madrid-Barça. Nos adentramos en el zoco, qué difícil es ahora encontrar las tiendas en las que nos gustó alguna cosa, pero lo conseguimos después de mil y una vuelta.


Comenzamos a indagar en que restaurantes o cafeterías hay TV  y que conecten, aquí tienen una afición terrible por los dos equipos, algo más por el Barça. Hay cafeterías que te cobran por entrar, pero no me gustan y preguntando, unos ingleses nos dicen que en un cine cerca del Hotel lo dan por la pantalla en directo. Logramos dos entradas, regateando claro, pero tenemos que entrar ya puesto que no son numeradas y podemos salir al medio tiempo a comprar algo para cenar y volver a entrar.

Acojonante, conseguimos buen sitio y las butacas son muy cómodas, está totalmente lleno y resulta curioso oír la retransmisión a toda pastilla y en marroquí, que no entiendes nada, salvo quede vez en cuando se oye claramente EL CLASICO, TIQUI-TACA y los nombres de los jugadores. Me quedo pasmado cuando veo a gente fumando dentro del cine, se lo digo al aposentador y me dice que no pasa nada. Carol es la única mujer que vemos en los alrededores, poco después una pareja española joven se sienta a su lado, ya son dos.

El 1-1 no fue justo, el Barça mareó a un Madrid que nunca pudo con ellos. Nos vamos a dormir sabiendo que somos campeones de liga.
                                          
3º DIA 17/04/2011
MARRAKECH – TIZIANE

Nos levantamos temprano, nos duchamos y ya con la ropa de montaña puesta terminamos de arreglar las mochilas. Tocan a la puerta, es un señor árabe, nos dice que es Mohamed y que nos veremos con el grupo desayunando. Bajamos pero todavía no hay nadie. Van llegando, primero Patrick el organizador, que nos dice que al final somos siete caminantes de ellos cinco son mujeres y ecepto nosotros todos son catalanes y nos los presenta: Pilar, Hortensia, Miriam, Marta, Francesc, Carol y yo. Las mujeres oscilan entre los 45 y 50 años, Carol es la más joven, Francesc que tendrá alrededor de los 45 y yo que soy el “avi”.

















Terminamos de desayunar y viene a buscarnos un minibús de doce plazas, cargamos todas las mochilas y arriba. Salimos de Marrakech a toda pastilla, el  tráfico es intenso, se conduce velozmente, hay parte del trayecto en que todo el mundo está  adelantando, todos en el carril contrario y en un momento dado casi nos tragamos un ciclista. Paramos en un pueblo a cargar botellas de agua y provisiones. Continuamos circulando, las montañas nevadas del Atlas aparecen a nuestra izquierda, dejamos la carretera y nos adentramos por un camino de tierra, al poco tiempo nos cruzamos con familiares de Mohamed, le dicen que el agua del deshielo ha cortado el camino, hay que dar la vuelta y salimos de nuevo a la carretera, para al poco tiempo volver a entrar por la izquierda a otro camino de tierra. Después de varios kilómetros de baches y saltos en los asientos, paramos en un recodo.






















Aquí están los muleros y las mulas, descargamos las mochilas, nos calzamos las botas y solamente con la mochila de ataque y los palos comenzamos a caminar. Ellos cargaran las mochilas grandes, las provisiones y nos seguirán detrás.


















El camino entra en un estrecho valle siguiendo el curso de un pequeño río hasta que se convierte en senda. Seguimos el curso río arriba durante unas dos horas hasta que elijen un sitio para comer y bajamos al cauce. Al poco llegan las mulas, unas por la senda y otras por el río y comienzan a preparar la comida, para lo que llevan botellas medianas de camping gas.




















Mientras, hacemos fotos y metemos los pies en las frías aguas, pronto tenemos una gran tetera con té de hierbabuena riquísimo y en un momento extienden una estera grande y la rodean de colchonetas y cojines, nos sentamos en círculo y llegan cubiertos, platos, vasos, me toca esconder mi lamita, mi cuchara-tenedor de titanio y navaja montañera, viene una gran fuente ¿jofaina? de ensalada y pollo, que no logramos terminar, más té que supera en sabor al de Marrakech y de postre plátanos.



Comenzamos de nuevo a caminar, no hay que fregar ni que recoger nada, me recuerda a Memorias de África.









Seguimos ascendiendo por el valle y nuestro río, en dos horas más llegamos a un pueblo de adobe gris entre nogales no muy grandes del que sobre sale una mezquita rosada, no hay calles, solo pequeños senderos entre casas que van ganando altura en la ladera del valle. En las fachadas de algunas casas nos llaman la atención unas casillas y números pintados en blanco, preguntamos a Mohamed y nos dice que son de las elecciones locales pasadas, cada candidato tiene asignado un número y así le votan, es muy curioso.



En un pequeño recodo del pueblo entramos en un callejón donde hay un letrero de Guite d’Etappe, estamos en el  albergue de Tiziane, es una de las pocas casas que tiene una altura más, con una habitación y una pequeña terraza arriba, en la planta baja dos habitaciones más y fuera los aseos y las duchas.













Para dormir en las habitaciones extienden alfombras en el suelo y encima colchonetas individuales de unos tres centímetros de espesor. Tenemos calentador y con el gas de los muleros agua caliente. La ducha es algo particular, hay un grifo a medio metro del suelo con una manguera corta con la cual te rocías o llenas un pequeño cubo y te lo va echando, cojonudo. Estamos en zona berebere y sus usos y costumbres son distintos.





Ya todos aseados, hemos enjuagado alguna cosa, otras las aireamos en una cuerda que hemos tendido. Nos sirven té en la terraza y nos vamos conociendo. Todas las mujeres catalanas son profesoras de instituto o de colegio, una de ellas en excedencia, Hortensia, Horte. Ahora es diputada de Izquierda Unida en el Parlamento Catalán por Tarragona. Francesc ahora es autónomo y digamos que es el encargado de ejecutar proyectos de instalación, me parece una persona inteligente con un sentido del humor perverso. Carol dice que es fisio y se arma un gran revuelo, todos tienen algo.

Llega la cena tajin de vacuno, carne no ponen mucha pero si verduras y el sabor más delicioso que los que habíamos probado, nos chupamos los dedos.

Pequeño comentario sobre la etapa de mañana. Distribución de habitaciones, si hay algún roncador que lo diga, Carol y yo nos vamos a la planta baja con Patrick. Preparamos la mochila y el Camel bag, el agua del grifo no es potable por lo que le añadimos pastillas. A dormir.

4º DIA 18/04/2011
TIZIANE – AZIB TAMSOULT

No hemos dormido muy bien pero estamos descansados. A las 8,30 desayuno en la terracita, agua caliente, Nescafé, leche en polvo, té, cacao, margarina, mermeladas, la de higos está riquísima, quesitos y pan chafado, mejor que en un gran hotel.




Salimos a las 9,30 hoy llegaremos a las cascadas D’irhoulidene que están a 2.400 m. de altitud y dormiremos en unos establos reformados. Bajamos al cauce y cruzamos el río subiendo a la otra ladera, pasamos por un pueblo rojo de adobe que ayer teníamos enfrente, la senda es preciosa y transitamos por diversos pueblos berebere de adobe escalonados, cada cual más arriba. Los niños salen a nuestro encuentro saludándonos en francés o pidiéndonos educadamente bolígrafos. Aparecen las primeras huertas con frutales y en toda la ladera que vamos ascendiendo siguen los nogales, delgados pero espigados y altos, su verdor es intenso. Más casas y terrazas cultivadas, hasta trigo en alguna de ellas.











Las montañas nevadas cada vez están más cerca y el río se vuelve más caudaloso. Llegamos a un poblado donde hay una escuela, Tizzi Oussen, hablamos con el profesor que lo es de inglés y nos explica que es un proyecto nuevo en Marruecos, distinto a los colegios públicos que están en las mezquitas y enseñan el Corán, son unos 30 niños y niñas entre 6 y 9 años, le pedimos permiso para hacer fotos y nos dice que no porque alguno de ellos no quiere. Patrick saca de su mochila una caja de bolígrafos y se la entrega al profesor, éste reparte cuatro entre distintos niños y el resto lo guarda. Los niños nos despiden en francés e inglés. Le comento a Patrick el detalle de que solo ha repartido cuatro bolígrafos y me dice que solo le ha dado a los que no tenían… ¿? Tocado.

Estoy feliz y Carol parece una mariposa revoloteando, no está cansada para nada. Continuamos ascendiendo y el valle se abre un poco, las montañas tienen mucha nieve, vemos una cascada a lo lejos y las chorreras que vienen hacia nosotros, en un recodo y bajo la sombra de un pino y unas telas un niño tiene su puesto de refrescos, Coca cola y tetera con té caliente, asombroso. Bajamos al río y se ven algunos establos y al fondo unos cuantos más en horizontal con las puertas azules, estos son los nuestros.









Estamos en Azib Tamsoult nuestras mulas ya han llegado y hay más gente, otro grupo y sus mulas se van. Tomamos té y preparan la comida, hay una habitación con bancos en la pared y almohadones, mesas, un mostrador y la cocina, Nos sirven una  gran ensalada con mucha y verdura pasta, nunca podemos terminar con todo lo que nos sirven. Descansamos y dormitamos al sol.




























Poco después emprendemos marcha subiendo hacia las cascadas D’irhoulidene que están al final del valle, en 35 minutos llegamos, son cinco y todas son distintas, una de ellas cae desde  cincuenta metros y otra parece la Cola de Caballo en pequeño, hacemos muchas fotos. Luego ascendemos un poco más para tener una mejor visión. Regresamos tranquilamente.





















Al llegar, tenemos agua 
caliente aunque la alcachofa es deficiente, sale agua por todos los sitios menos por donde debe. Hoy estamos todos en una habitación que está preparada en el suelo como ayer. Ahora estamos todos en el comedor, unos jugando a las cartas, entre ellos Pilar y Carol con Mohamed y otros berebere, unos conversan o leen y yo escribo mientras me queda claridad, aquí no hay luz, luego encenderán un camping gas. Están preparando la cena, les he oído decir que esta noche hay couscous.


Efectivamente, tienen poca carne, mucha verdura y sin garbanzos pero con las especias están riquísimos. Luego de la cena, como es el cumpleaños de Marta, Patrick y los cocineros han hecho con cacao en un plato chocolate y con cacahuetes han puesto su nombre y dos velas, jolgorio. Luego los marroquíes con sus instrumentos musicales, botella y palancana de plástico, una banqueta y cucharas nos han deleitado con canciones berebere, al final nos aprendimos las letras, siempre eran la misma y a la cama.









5º DIA 19/04/2011
AZIB TAMSOULT – M´ZZIK



Después del gran desayuno salimos sobre las 9,30 deshacemos un trozo del camino que traíamos ayer hasta un poco más allá del puesto de refrescos y nos desviamos a la derecha por una bonita senda en dirección a otro valle. Nos cruzamos con varias reatas de mulas y grupos de gente muchos de ellos españoles por esta zona hay mucho más movimiento. La senda que seguimos es preciosa, la vegetación ha cambiado, nos va ascendiendo entre bellos ejemplares de jinebro enormes y retorcidos, nos comenta Mohamed que son autóctonos nunca han sido replantados y aunque hace años los berebere los talaban para construir los techos de sus casas de adobe, como leña para cocinar y calentarse, ahora ya no lo hacen. Vamos de loma en loma, siguiendo el contorno de las sierras y en dirección a un collado que se divisa al fondo. La senda es muy cómoda y pronto alcanzamos el collado de Tizi N’mzik con unos 2.200 m. de altitud.










La vista es espectacular como en una atalaya, las montañas nevadas de donde venimos y otras nuevas que aparecen en el otro lado y al fondo del valle el pueblo de Mohamed, M’zzik junto Imlil pueblo más grande con varios Riad y donde se contratan mulas y muleros para la subida al Toubkal.

Hay gente descansando y haciendo fotos, les imitamos y comemos unas naranjas, tenemos cobertura y llamamos a Mami: Todo va bien.



Reemprendemos la marcha, pero en vez de bajar al valle como todo el mundo, iniciamos ascenso a la cima de la izquierda, poco a poco entre los árboles y siguiendo los zigzag que nos marca Mohamed, sin darnos cuenta estamos en la cima del Tasserimoute a 2.640 m. de altitud, las vistas todavía son mejores, fotos e iniciamos el descenso por el otro lado hacia el valle.

Vamos descendiendo y llegamos a una zona más plana cerca de unas grandes rocas, es el Plateau de Tasserimoute, aquí paramos y preparamos unos bocatas con pan, latas de caballa, sardinas y quesitos que traía Mohamed en su mochila. Descansamos un rato al sol, llega un pastor berebere y conversa con Mohamed y le entrega el pan que nos ha sobrado.

















Seguimos descendiendo ahora más vertiginosamente hacia el pueblo en el fondo del valle, poco a poco pero sin pausa, aparecen las primeras casas, son parecidas a las de otros pueblos de adobe, en una de ellas Mohamed saluda a su hermana y a un sobrino pequeño que le besa la mano y poco después ya estamos en su casa.







Es de tres plantas y en frente hay un corral de ganado, que por su situación pegado a la ladera, parece ubicado en un entresuelo. En una planta vive con su familia, en otra su hermano con la suya y en la otra nos alojamos nosotros, comparado con donde hasta ahora hemos estado, nos parece un gran hotel, tenemos tres habitaciones y una sala con bancos, almohadones y mesas. Nos presenta a su familia y antes de la ducha nos tienen preparado un tente en pié con tomate, cebolla, pimiento y pepino a trocitos muy pequeños y con sabor a cominos, luego un sofrito de cebolla y guisantes con huevos escalfados, riquísimo.



Después de tomar posesión y ducharnos, tenemos aseos y duchas normales, o sea  europeas, nos vamos a ver el pueblo que apenas es un camino y enseguida se une al otro más grande, Imlil, con calle o camino sin asfaltar con algunos comercios rudimentarios, lo que si que hay son varios albergues de otros guías que suben a otras gentes, alguna destartalada cafetería en las que en vano intentamos conseguir alguna cerveza, incluso en varios Riad, no hay manera, tenemos que conformarnos con zumos de naranja, tónicas o té. Hace frasquete, no sé si me habré enfriado. A las 20 horas estamos en casa de Mohamed.

Antes de la cena pequeña charla parar plantear los dos días siguientes, Patrick nos comenta que en la bajada de hoy nos ha visto muy bien física y técnicamente,  a elogiado a Carol que es que menos experiencia montañera tiene y que lo está haciendo muy bien. La verdad es que somos un grupo muy compacto todos tienen práctica con nieve en Pirineos y Francesc que podría ser el más fuerte ha aceptado su rol dentro del grupo donde no sobresale nadie. Y en cuanto a caracteres, estupendo, son gente con cultura viajera,  saben muy donde venían y estamos integrados, con lo cual la opinión del grupo es unánime.

Acordamos llevar cada uno como hasta ahora su mochila de ataque con los palos y preparar por cada dos personas una de las mochilas grandes con la ropa de abrigo y recambio, los crampones, zapatillas de descanso etc. y todos los piolets juntos que cargaran las mulas, el resto se quedará aquí en casa de Mohamed. Las mulas no pueden llegar hasta el refugio, tienen que quedarse trescientos metros antes y cuando lleguemos nosotros las portearemos hasta allí.

6º DIA 20/O4/2011
M’ZZIK – REFUGIO TOUBKAL 3.207 M.

Hemos dormido de maravilla, Carol y yo tenemos una habitación para los dos, hoy sobre colchón en el  suelo, sin saco y con mantas, he usado el saco sábana. Nos despertamos sobre las 7, terminamos de arreglar las cosas, aseo y gran desayuno al estilo de los anteriores, esta vez no hay pan sino tortas de pita recién hechas muy sabrosas.


Nos despedimos de la familia hasta mañana por la tarde y comenzamos a caminar desde el mismo pueblo. Primero por camino ancho durante algunos kilómetros hasta que después de dejar atrás Aremb el pueblo más grande de este valle y atravesar el lecho del río se convierte en senda.



A partir de aquí el tráfico de mulas y muleros se intensifica con grupos de gente como nosotros que suben y otros que bajan después del intento o logro en culminar la ascensión, Carol está feliz porque no tiene ninguna agujeta de los días anteriores y yo me siento contento.

Mohamed marca un paso reposado, me he propuesto no dar un paso más que él, así que me pongo a chupar rueda, no sé cuantas veces habrá subido el Toubkal pero da gusto verle andar, al mismo tiempo que lo hace, con los pies o con las manos va quitando las piedras o repara la pequeña acequia que chorrea del deshielo para que no se anegue la senda, que las mulas con sus cuatro patas han estropeado, todo un profesional, vive de esto.










El sendero va ascendiendo lentamente hacia el fondo del valle, de vez en cuando mediante zigzag vamos superando tramos más escarpados, siguen apareciendo nuevas montañas nevadas, pasamos por puestos de venta de agua y refrescos, pequeñas terrazas para tomar té, el flujo de gente se acentúa, más mulas cargadas de mochilas, hace un buen día con un poco de aire.

A este ritmo apenas notamos que estamos llegando al nivel de los 3.000 m. hacemos una parada a tomar hidratos de carbono marroquíes, cacahuetes, almendras garrapiñadas y alguna otra cosa más. Voy bebiendo constantemente del Camel bag para ir habituándome a la altura.















A lo lejos en el fondo del valle y pegado a las paredes nevadas se distingue el refugio y las mulas paciendo en su límite. Cuando llegamos los muleros han llevado al refugio nuestras mochilas grandes por lo que no tenemos de portear nada, son gente muy servicial. El entorno está completamente nevado.



















Hay dos refugios casi juntos El Moufflon y el Toubkal que es el nuestro, están totalmente integrados en el paisaje, por detrás del mismo se divisa a lo lejos un gran collado de aspecto parecido a la Brecha de Rolan con todas las laderas nevadas, donde se distinguen como hormigas, personas que  suben o descienden.




















Está lleno a rebosar, el aspecto es parecido a cualquier refugio de alta montaña,  nos instalamos en una habitación de dieciséis literas, Carol y yo nos ponemos arriba, ordenamos las cosas y nos cambiamos de ropa, nos dijeron que no había duchas, si hay una pero es de agua fría, los aseos están muy bien.











Cuando bajamos ya tenemos la comida preparada en unas mesas que están libres, es lo bueno de traer guías y muleros, todo esta reservado y la comida nos la hacen y sirven para nosotros: ensalada de pasta, manzana de postre y té.

Descansamos, hacemos fotos, nos probamos los crampones en una terracita al sol, más té, no hay que dejar de tomar liquido y en el refugio vamos quedando los que tenemos plaza para dormir, hay muchos franceses y españoles, algún alemán.


















Juegos de cartas y pasatiempos hasta la hora de la cena, hay algún madrileño que intenta sacar pecho, es una lástima que no podamos ver la final, pero  mañana será un día duro, de más de doce horas de caminata: Subir a la cumbre superando un desnivel  unos 900 m., descender de nuevo al refugio y de aquí bajar hasta el pueblo de M’zzik. Todos estamos un poco nerviosos pensando en la cumbre.

7º DIA 21/04/2011
REFUGIO TOUBKAL – CUMBRE 4.167 M. – M’ZZIK

La alarma del móvil ha sonado a las 5,15. Todo el mundo arriba. Tenemos las mochilas de ataque preparadas y las grandes se quedan en el refugio, donde comeremos al bajar y los muleros las cargaran de regreso al pueblo.















Es el día D y la hora H desayunamos abundantemente. Tenemos que salir con toda la ropa de abrigo puesta, guantes, polainas, crampones y piolets, Mohamed ha conseguido uno para Carol.

Comienza a amanecer y hace un día despejado, la luna menguante luce radiante. Hay mucho movimiento de gente preparándose en los dos refugios, hoy subirán más de 150 personas a la Cumbre.










Empieza la marcha, estamos todos ansiosos pero con el firme propósito de conseguirlo, espero que el incipiente enfriamiento de anteayer no me impida hacerlo. Patrick y Mohamed nos revisan todo el equipo, sobretodo los crampones y como manejar los piolets. Mohamed me pregunta, cómo vas papi, ¡de puta madre! Me sonríe.

Vamos por la derecha del refugio para situarnos en la gran ladera de nieve y comenzar la ascensión al alto y lejano collado, que me sigue pareciendo la Brecha de Rolan, hay gente por delante, por lo que sus pequeñas y oscuras siluetas nos dibujan los zigzag a superar en las blancas laderas.























Deseo que Carol lo consiga y le digo que se pegue conmigo al paso pausado y sabio de Mohamed. De momento no hace aire y el frío se soporta bien, estoy intentando no sudar en a primera media hora, es importante para no enfriarte luego.



















Seguimos ascendiendo lentamente precedidos por Mohamed, la huella en la nieve es muy visible y fácil de seguir, nieve primavera, como sal gorda. Pese a ello el grupo se divide en dos, nos marcamos como destino unas grandes rocas a unos quinientos metros para reunirnos, beber y tomar hidratos de carbono marroquíes, todo ello en el mínimo tiempo posible para no enfriarnos y continuar subiendo.



El collado parece más cercano pero aparecen nuevas lomas nevadas que tenemos que salvar. Y por fin el collado, ahora torcemos a la izquierda suavemente para proseguir ascendiendo, todavía no se ve la Cima. Hace rato que parece que me he quedado sin agua, he bebido pero no creo que tanto, se lo digo a Carol y le pasa lo mismo, se nos ha congelado dentro de la mochila

Pegados a unas rocas que sobresalen de la nieve y en diagonal seguimos avanzando, en la pala de nieve el desnivel a nuestra izquierda es enorme, Patrick y Mohamed se sitúan en horizontal a un metro por debajo de la hilera del grupo para cubrir cualquier caída, dándonos sensación de seguridad, sobretodo a Miriam y Horte que parecen más afectadas, son profesionales.













Giramos a la derecha y por fin al final de una planicie de nieve está la pirámide metálica CIM. Ahora si que si, estamos a sesenta metros lineales y la emoción comienza a aflorar, apenas hay unas diez personas, Carol tiene un sonrisa enorme, hace algo de aire frío, empiezo a disparar fotos.

Entonces nos damos cuenta de que Horte viene fastidiada, se le están enfriando las manos pese a los guantes, Patrick viene con ella, Hacemos un pequeño corro y todos intentamos activarla frotándole el cuerpo y las manos, poco a poco va reaccionando, comienza a hablar, lo cual quiere decir que está bien. Saca su pancarta de CEMENTERI NUCLEAR NO y hacemos fotos en la pirámide, Patrick trepa a ella con los crampones puestos ¡qué bruto!




















Tenemos que marcharnos hace frío, últimas fotos y vamos descendiendo, ahora el desnivel está a la derecha, pero bajando la impresión es terrible. A partir de un punto dejamos de utilizar la senda de subida, vamos acortando en línea recta, clavando de plano los crampones y con el cuerpo algo flexionado. Guiados por Mohamed en poco tiempo estamos en el collado. El Camel bag se ha descongelado y podemos seguir bebiendo.



También en esta bajada evitamos los zigzag en las laderas nevadas, con lo cual no nos cruzamos con la gente que sube y es más fácil, tanto que Patrick insiste darnos clases de autodetección con el piolet, yo no quiero acabar mojado aunque estamos a media hora del refugio.














Paramos a tomar hidratos y beber, tengo hambre y devoro una barrita energética, la segunda en toda la semana, lo que da una idea de lo bien que comemos. Todos estamos muy contentos y felices por nuestro éxito, puede ser que el hambre sea por el bajón de adrenalina.

Llegamos al refugio, abrazos y satisfacción. Valle abajo aparecen nubes y bruma, ahora ya no nos importa. Descalzamos crampones, botas y quitamos ropa, sobretodo las mallas y forro polar. Tenemos la comida preparada, así da gusto. Como casi siempre al mediodía la gran ensalada y arroz blanco que mezclamos con el caldo de un potaje de verduras. Comienzo a comer con ansiedad pero poco a poco dejo de comer, ya no tengo hambre, me tomo dos tazas de té.





















Comenzamos a preparar las mochilas grandes que portearan las mulas, cargamos agua con pastillas potabilizadoras y en marcha hacia M’zzik a casa de Mohamed. Nuestros cuerpos están todavía muy activados y la marcha de descenso por el valle es rápida, la bruma sigue ascendiendo hacia el refugio.










Ahora somos nosotros los que bajamos y otros los que suben y nos preguntan que tal nos ha ido, nuestras sonrisas son espectaculares. Pese a ello nos quedan más de tres horas de descenso, me fijo con más detenidamente en un campamento de jáimas que vimos ayer en el cauce del río y más tarde en una especie de santuario con una pequeña mezquita y una gran piedra blanca Morabito Sidi Chamharouch, que según Mohamed van las mujeres solteras a pedir marido, también llevan a la gente que no está bien de la cabeza. Paramos a tomas zumos de naranja y té luego, Aremb, Imlil, y por fin M´zzik, donde Patrick quiere atajar por una pendiente más pronunciada y todos refunfuñamos, estamos cansados.









Turnos para las duchas y dejar las mochilas preparadas, mañana nos dejarán en el aeropuerto y ellos seguirán hasta Marrakech donde pasarán todo el día y al siguiente de regreso a Barcelona.

Bien duchados, aseados y con ropa de paisano arreglamos cuentas, pagamos duchas calientes y agua, ajustamos con Patrick nuestros números que son algo diferentes a los demás. Mohamed nos proporciona un saco de rafia para facturar mochilas y botas juntas, no sabemos si en este aeropuerto se pueden plastificar los bultos.



En la sala han preparado té y una especie de almojábanas fritas que están riquísimas. Mientras van preparando la cena vienen los hijos de Mohamed y los de su hermano, que ricura de críos, nos entendemos un poco en francés, se dejan hacer fotos, juegan con Patrick con el cual tienen una relación especial. Luego las niñas se acercan a Carol que lleva un pañuelo al cuello y quieren que se lo ponga en la cabeza al modo berebere, le sonríen y la besan, está encantada. Luego se despiden y viene la cena.









Se unen a nosotros los muleros a los que entregamos un sobre con la propina que hemos acordado entre todos, más tarde daremos otro individual a Mohamed. Tenemos ensalada, patatas y berenjenas fritas y arroz cocinado de un modo distinto. Para el postre se apagan las luces y aparece Patrick con una vela y un bizcocho hecho con una cazuela de aquellas que tenían un agujero en el centro, con el nombre de Horte que mañana también cumple años. Nos vamos a dormir, el día de hoy ha sido muy largo, estamos en pie desde las 5 horas.

8º DIA 22/04/2011
M’ZZIK – AEROPUERTO DE MARRAKECH – ELCHE















Antes de las 8 estamos en pie, aseo y último desayuno en grupo, también tenemos tortitas de pita, la margarina y mermeladas están en tarros de cerámica, lo devoramos todo. Hoy ya no tenemos muleros, hemos de cargar con todas nuestras mochilas hasta Imlil que dista un kilómetro aproximadamente, ya que el furgón que nos llevará no puede entrar a este pueblo. Seguimos fuertes y con la sensación del deber cumplido, en quince minutos estamos en el sitio, cargamos todo y subimos.

A mitad del camino paramos en un sitio donde venden Aceite de Argam, al mismo tiempo que unas mujeres berebere sentadas en el suelo manipulan los frutos en todas las fases hasta que lo muelen o machacan en un rudimentario molinillo de piedra por donde mana el aceite a un cuenco.

Seguimos camino y mientras nosotros nos vamos relajando, los demás van planeando que harán en Marrakech. Pronto estamos en el aeropuerto y llegan las despedidas, los buenos deseos y el hacernos llegar a cada uno las fotos de todos. Besos y abrazos sinceros, han sido unos días inolvidables.

Tenemos unas tres horas hasta el despegue del avión. Primero ordenar nuestro equipaje, ver como atamos el saco de rafia, pero ¡OH! Maravilla, hay máquina plastificadota, esto lo simplifica todo, facturamos las grandes y con el carrito de mano paseamos por las tiendas de artesanía para ultimar algunas compras y tomamos unos zumos en un espacio marroquí que tienen preparado con esteras y almohadones en el suelo.


Cerca de la hora de embarque comemos y cambiamos a € los Dirham que nos quedan, nos sobran doce porque no tienen monedas de €, suficiente para tomar café.

El vuelo viene con un poco de atraso, controles de pasaporte y equipaje. Al embarcar reconocemos a algunas personas que vinieron con nuestro vuelo, con las cuales no nos hemos cruzado.

Despegamos y me quedo grogui, cuando despierto apenas queda media hora para aterrizar. Susi ha venido a recogernos.

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  1. A trocitos me he emocionado!!!!
    ha quedado muy bien, volvía mañana mismo.

    un beso

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