Archive for abril 2015
PENYA GROSSA, PENYA LA MINA Y LA OMBRÍA D’ALGAIAT.
La Sierra del
Algaiat se descubre como el paraje más bello del municipio de La Romana, que en
su parte superior presenta grandes escarpes de incomparable belleza dentro de
los límites municipales. Es zona de recarga del Sistema Acuífero de
Quibas. En los estudios técnicos realizados se concluye que es el espacio
natural del municipio de La Romana con mayor valoración ambiental. Se trata,
además, de una sierra visible desde gran parte del Término Municipal y de la
carretera de Algueña, por lo que constituye una zona de elevada vulnerabilidad
paisajística. La sierra de
Algaiat se extiende por los términos municipales de Hondón de las
Nieves, Algueña, La Romana y Orihuela, en la provincia de Alicante a lo largo
de 7 kilómetros, siendo sus cotas más altas la peña Grossa con una altura de 1.087 metros y la peña de la Mina con una
altura de 1.053 metros. La Microrreserva Vegetal "Ombría de
l'Algaiat" se declara por ORDEN de 13 de noviembre de 2002, de la
Consellería de Medio Ambiente, por la que se declaran 11 microrreservas
vegetales en la provincia de Alicante. DOGV Nº 4390 de 02.12.2002. La extensa
sierra de Algayat, abarca en su cumbre varios montículos, todos ellos
bautizados por los vecinos oriundos del lugar. La Peña de la Mina”, es uno de
los símbolos que más definen a estas tierras. Es imposible ser de Algayat y no
haberse deleitado con esos tranquilos paseos por sus montes, respirando el
cálido aroma de pinos, hiedras o carrascas. Una gran zona con una gran flora,
donde destaca, en el camino de ascenso a la “Cova Rotja”, la fragancia en
verano de lavanda, romero y tomillo. Todo esto unido a la tranquilidad de este
enclave romanense, hacen al peregrino estar más próximo del paraíso soñado. Aunque
toda la sierra es conocida por este nombre, realmente su ubicación la podremos
situar en la parte que más sobresale de la amplía montaña y donde se encuentran
sobre poniente la inmensa “Cova Roja” y en levante la “Cova Negra”. En este
lugar también se encuentra una fuente conocida como la del Teniente.
L’ARC, LA FINESTRA Y EL FORAT DEL BERNIA, DESDE ALTEA LA VELLA
De la Torre o
Castillo de Bérnia quedan pocos restos hoy en día. Se encuentra en una ubicación
de difícil acceso, en un sitio estrecho y alargado fácilmente defendible y con
unas vistas inmejorables al punto geodésico que marca la cima de la sierra a 1.129
m. de altura. Giovanni Batista Antonelli antes de construir el Fuerte de Bérnia
redactó un informe sobre la relatione de
la montagna, o sera di Bérnia que decía: “Y es tan estrecho en la cima que es el punto más alto donde están los
vestigios de una torre y una casa antigua, que es conocida como el Castillo,
todo el resto es impracticable y ningún hombre puede pasar de un lado hacia el
otro, ni subir al castillo, si no es con grandísima dificultad”. "En el castillo tenían veinte o treinta
hombres para guardarlo y para descubrir el país, lugar donde veinte hombres
bastaban contra cuatro mil, ya que la subida era altísima y por peña loncha, en
la que muchas veces no hay donde poner medio pie y cogerse con las puntas de
los dedos de la mano."
La primera referencia del Castillo es del año 1263, en un documento de Jaume I.
En el siglo XIII se tomaron medidas después de la sublevación de al-Azraq. La guarnición
del Castillo pasó de 8 a 17 hombres, hecho que no evitó que la fortaleza fuera
tomada por los sarracenos. Aparece también en 1302 una orden para reparar la
Torre de Bérnia, y en 1323 hay un aviso ante las probables incursiones de los
granadinos. En el año 1359 el rey mandó la destrucción de ciertos castillos
entre los cuales figuraba el de Bérnia. Las estructuras ahora visibles
corresponden a basamentos de diversos muros que en conjunto se inscriben en una
planta de forma rectangular de unos 44 m. de longitud (en sentido este/oeste) y
unos 8,5 m. de amplitud (en sentido norte/sur). Este espacio presenta en la
parte de poniente una gran torca de forma más o menos circular, excavada en la
roca calcárea. Tiene una profundidad que llega hasta los 3 m. en el lado del oeste
y 2 m. en la banda de levante. Este hoyo, en gran parte artificial, quizás lo
deberíamos considerar como la cantera del Castillo. En los alrededores del
castillo hay abundantes restos de cerámica, y entre el Fuerte y el Castillo de
Bérnia están también los restos de un asentamiento andalusí, conocido como el
Raval.
sábado, 18 de abril de 2015
Posted by Vaig a Peu
COVA DEL BOLUMINI Y EL PORTÍN PER LA PENYA DEL XORRO, ALFAFARA.
Mariola ha sido
sierra de nevaters, es decir, de
aquellas personas que se dedicaban a la recogida, almacenaje, transporte y
posterior venta del hielo natural producido por compactación de la nieve, para
múltiples usos –conservación y transporte de alimentos, elaboración de helados,
terapéuticos, etc.-, en definitiva todo aquello que llegó a conocerse como el
comercio del frío. La arquitectura del frío ha sido fruto de la necesidad y del
oportunismo: un entorno mediterráneo demandante del producto especialmente en
verano, junto a territorios montañosos con nevadas habituales pero poco
persistentes en el invierno, y la consiguiente necesidad de construcción de
edificios destinados al almacenamiento y conservación del hielo. De esta manera
Mariola se convirtió desde finales del siglo XVI hasta el final del siglo XX,
en un centro productor de primer orden. Cava es una palabra empleada para designar
los pozos de nieve, los hoyos o las neveras,
exclusivo del ámbito territorial de la sierra Mariola. En Mariola hay
inventariados cuarenta y tres depósitos de nieve, de todas las tipologías, -cavas,
con pozo excavado y cubierta, o ventisqueros, sin cubierta y aprovechando
taludes- construidos en diferentes épocas, los más antiguos y más
rudimentarios en niveles más bajos, y
los más modernos y más monumentales en cotas más elevadas. Es precisamente el
núcleo de pozos localizados en la parte más alta de la sierra, justamente en el
paraje conocido como les caves, en la
parte más despejada de la umbría de Agres, el que más fama le ha otorgado a
estas construcciones, y entre ellos, sin duda, la Cava Gran d’Agres es la protagonista indiscutible. La Cava
Gran se encuentra a 1.210 metros sobre el nivel del mar, fue andamiada en
el siglo XVII aprovechando un desnivel del terreno, y estuvo en funcionamiento
hasta finales del primer cuarto del siglo XX. El pozo, de sección circular,
tiene una profundidad aproximada de 12 metros y un diámetro de 15, calculándose
una capacidad de 1960 m3. Su silueta desnuda, desprovista después de su
abandono de la vuelta de bigas, cañizo y tejas, es inconfundible. La planta
hexagonal, la presencia de los arcos, el remate en forma de piña y el túnel de
acceso. le han conferido una enorme personalidad. A la estampa mágica y mítica
de la cava hay que añadir la fuente
que sorprendentemente brota a su lado todo el año.
COLUMBARES Y LA SIERRA DE ALTAHONA
Su nombre deriva de
la palabra latina “Columba”, paloma, y pertenece a la cadena montañosa de
Carrascoy, continuándose por las vecinas sierras de Altahona y Escalona. Junto
a la Sierra de Villares es uno de los pasos naturales utilizados desde antiguo
para llegar hasta los límites prelitorales, por eso no son de extrañar los
restos arqueológicos de época romana pertenecientes a villas y los materiales
de época islámica encontrados. Pertenece al Plioceno superior, existiendo
depósitos del cuaternario con limos rosados y glacis conglomeráticos muy
característicos. Su pico más alto alcanza a los 646 metros sobre el nivel del
mar, y se puede llegar hasta él gracias a rutas de senderismo. Se accede a
estas rutas tanto desde el Puerto del Garruchal como desde el Collado de los
Ginovinos, en la Sierra de Altahona. Conforme se gana altura en el camino hacia
el pico más alto, la vegetación de Columbares pasa de los cultivos abandonados
de almendro, sobre terrazas de cultivo, a un
sotobosque plagado de romero, lentisco, o espino
negro. No tardan en aparecer, en
el ascenso a la cumbre, el pino
carrasco y la presencia de
animales como el búho
real, el gato
montés o la gineta. En la
cumbre de Columbares se puede apreciar el conocido paisaje lunar, efecto de la
erosión del agua sobre los suelos de margas del terreno. Y desde este pico se
llega a divisar el Mediterráneo, así como el Campo de Cartagena y la zona
litoral del Mar Menor. Columbares custodia además un tesoro
ecológico sorprendente, ya que en su entorno se localiza una de las mayores
densidades de población de búho real del mundo: entre 50 y 70 parejas de esta
majestuosa rapaz nocturna, de acuerdo con las investigaciones del biólogo Mario
León, que ultima una tesis doctoral sobre la presencia del búho real en la
Región.
UN PASEO POR EL PICATXO, SANJURI Y BARRANC DELS ANOUERS.
La sierra de
Crevillente está integrada en el conjunto externo de las sierras subbéticas. La
altura máxima es de 835 metros, siendo una significativa barrera entre los
llanos de los Hondones y el cauce del río Vinalopó. Morfológicamente el macizo
central de la sierra de Crevillente se encuentra rodeado de grandes superficies
triásicas formadas por margas abigarradas de vivos colores. Esta orografía,
unido a la poca resistencia de los materiales, ha conformado un paisaje
espectacular de crestones y en ocasiones de pináculos. En el macizo de la
sierra confluyen dos cuencas hidrográficas, la del Segura y la del Vinalopó. La vegetación arbórea es escasa con algunos pinos en la
vertiente norte. Abunda el esparto, utilizado
antiguamente para hacer esteras. Las partes bajas se han abancalado, cultivándose algarrobos, almendros y algunos frutales. Crevillente posee unas características geográficas muy propias, con
una zona montañosa al Norte, que presenta un frente casi rectilíneo atravesado
por pequeños barrancos y una llanura al sur condicionada por los aportes de las
ramblas, además de un clima semiárido. Dichas características hacen que existan
unas variedades ecológicas de enorme singularidad en estas comarcas. Entre sus
parajes naturales sobresale el Parque
de Montaña de San Cayetano, situado al pie del pico del mismo nombre y
con una altitud de 817 m. Su origen se encuentra en una antigua ermita dedicada
a San Cayetano y actualmente el lugar se encuentra acondicionado para disfrutar
de un completo día en la montaña, contando además con un manantial y un
albergue al efecto. La configuración orográfica de Crevillente favorece la
práctica del senderismo, ya
que abundan las laderas no muy escarpadas y suaves valles por donde transcurren
pistas y caminos de herradura, que permiten a su vez gozar de una mañana con la
mochila a la espalda, cámara fotográfica y ánimo de detenerse en los encantos
de la sierra, así como contemplar vistas de toda la comarca.
RUTA CIRCULAR PER LA SERRA D’ALMUDAINA DESDE LA FONT DE BAIX.
El Castillo del
Travadell, fortaleza de origen musulmán, debió ser ocupado por la Corona de
Aragón entre 1245 y 1248, sirviendo de enlace entre los castillos de
Cocentaina, Planes y la Penella. Raimundo de Cámara es el primer repoblador
cristiano que aquí recibió tierras en 1248. Su primer señor fue Roger de
Lauria, según documento expedito a este efecto en 1270. A su muerte, heredó el
territorio su esposa, Saurina de Entença. En 1325 pasa a su hija Margarita de
Lauria, casada en segundas nupcias con el conde de Terranova. En virtud de las
disposiciones testamentarias de la hija del Gran Almirante de Aragón, en 1358
su amo pasa a ser Pere el Ceremonioso. En este año se vendió a la reina Leonor.
En el año 1361, su alcalde es Berenguer Rocha. En 1394 se aliena su castillo
por el Infante Don Martín a Francisco de Casa Saja. En 1409 pasa de nuevo a la
Corona. Alfonso el Magnánimo le da la fortaleza en 1431 a Ramón de Perellós. En
1432 se efectúan obras de reparación en su castillo y, ese mismo año, por
donación regia, pasa a poder de Guillermo de Vic, pasando en circunstancias no
muy precisas de nuevo al rey. En 1455, mediante permuta, el castillo se
transmite a Sancho Ruiz de Liori, vizconde de Gallando. En 1500, como
consecuencia del matrimonio de la familia Liori, el Valle del Travadell y su
castillo pasan a pertenecer a los Marqueses del Castillo de Guadalest, los Folc
de Cardona. Fue lugar morisco, llegando a principios del siglo XVI
la cifra de 48 casas. El 19 de abril de 1611 le fue concedida la carta puebla.
Perteneció a la Gobernación de Xàtiva hasta en 1767, y desde el reinado de
Felip V hasta el año 1833 al Corregimiento de Alcoi. La casa marquesal de Ariza
fue la última detentadora señorial del territorio, la jurisdicción del que se
extingue a principios del siglo XIX.
sábado, 4 de abril de 2015
Posted by Vaig a Peu
EL POU CLAR DESDE BOCAIRENT
El Pou Clar es el
paraje fluvial más importante del municipio de Onteniente y alberga importantes
valores naturales y paisajísticos. El río Clariano nace allí mismo y en sus
primeros metros configura un seguido de pozos excavados por el agua sobre roca
calcárea conformando un paisaje bien singular de formas redondeadas y de
tranquilas láminas de agua. La fuerte vinculación de este paraje con los
ontinyentins y ontinyentinas ha hecho que cada pozo tenga un nombre, que de
arriba a abajo se llaman “Pou dels Esclaus”, ”Pou Clar”, “Pou Gelat”, “Pou de
la Reixa”, “Pou Fosc” y “Pou dels Cavalls”. La buena accesibilidad nos permite
caminar por su ribera gozando del contraste de los colores de la roca, el agua
y las adelfas, y también de un baño revitalizante en verano en las aguas más
frescas de la contornada. Esta formación rocosa es el resultado de la capacidad
escultórica del agua que ha ido abriéndose camino y modelando las rocas desde
hace aproximadamente 60 millones de años, cuando el contacto de la placa africana
y europea forzaron la elevación de estas tierras ahora sumergidas. El agua ha
labrado este surco sobre las vertientes y ha trazado las formas sinuosas de las
rocas y los tolls o pozos del Pou Clar, contando con la acción abrasiva de las
partículas que eran arrastradas por unas corrientes de agua más competentes que
la actual. La formación de la Sierra de
l’Ombría habría de conformar estratos en sentido ascendente hasta el centro de
la sierra. Los estratos están inclinados justo al revés. Eso es así porque las
tierras levantadas cayeron hacia el norte dejando estos estratos poco lógicos.
El Pou dels Cavalls no tiene una base calcárea. Justo en este punto cambia el
lecho del río: de una base de roca calcárea, a margas o losas. El nuevo
sustrato se ha formado por la aportación de los materiales comidos a la sierra
en la abertura de los barrancos, también
por la erosión superficial, y ha adquirido la consistencia a causa de las
sucesivas fases en que este sustrato estuvo sumergido y emergido. En el centro
del valle, la capa de margas llega hasta los 1.000 metros de profundidad y el
material procede de las sierras que la cierran.